Dedicar más de una hora para salir de la comuna donde se reside y poder trasladarse al lugar de trabajo o dejar a los niños en el colegio. Esta es la realidad que ha afectado la calidad de vida de los vecinos de Peñalolén producto de la indiscriminada construcción de departamentos, esto, sin que las empresas cuenten con medidas de mitigación efectivas, principalmente, sobre el impacto vial que causa la llegada a vivir de miles de personas a una zona limitada.
Así lo advirtió el vocero de la agrupación Vecinos de Hijuelas de Quilín, Francisco Correa, quien, este martes, expresó sus reparos ante la Comisión de Medioambiente de la Cámara de Diputados.
El proyecto a cargo de la inmobiliaria Universia fue presentado a trámite a través de una Declaración de Impacto Ambiental y no de un Estudio de Impacto Ambiental, amparado por una eventual falta de incidencia negativa sobre el entorno.
Francisco Correa, vocero de los vecinos opositores a la iniciativa, aseveró que este argumento “no tiene relación alguna con la realidad que hoy se vive en la comuna” y que, peor aún, no considera la participación de la ciudadanía.
“Nosotros creemos que el proyecto traerá impactos viales, cargas ambientales importantes, en una zona que está completamente saturada por el tránsito, ya que no existen vías adecuadas, y ahora, con el aumento del flujo vehicular por iniciativas de este tipo, nos parece una locura. Por eso estamos exigiendo un estudio de impacto serio que permita acreditar eso, y que la construcción se haga como corresponde, que incluya la participación ciudadana”, afirmó.
En concreto, el proyecto inmobiliario Universia, ubicado en Avenida Quilín con Consistorial, contempla la construcción de 24 torres, cerca de 2 mil 500 departamentos, más de 4 mil estacionamientos y un centro comercial.
El también representante de los vecinos de Peñalolén, Raimundo Rau, presente en la sesión de la comisión de Medioambiente de la Cámara Baja, recalcó que hoy día el sector se encuentra saturado, debido, entre otros factores, a la construcción de la autopista Vespucio Sur, la que deja aislada y sin accesos viales a una zona establecida en la precordillerana capitalina.
“Nos hemos encontrado con varios errores cometidos en el estudio de impacto sobre las mitigaciones que ellos van a hacer y que no terminarán con los problemas, estos se van a mantener, y ahora hemos descubierto que los nuevos estudios que han hecho revelan que informes anteriores están completamente desactualizados. Esto ha despertado un interés descomunal, más de mil solicitudes de participación ciudadana fueron pedidas, pero al final te dicen que no, siendo que, por otro lado, estas mismas instituciones abogan para sumar la opinión de la ciudadanía afectada, cosa que nos parece realmente insólito”, argumentó.
Para el diputado del Partido Humanista, Tomás Hirsch, es ridículo que, ante un proyecto inmobiliario de esta magnitud, se argumente que no tendrá consecuencias negativas en la calidad de vida de los vecinos de Peñalolén.
“La construcción es una de las más grandes que se realizan en la región Metropolitana, si revisan un poco, no encontrarán tan fácil proyectos de esta envergadura, y que se diga que no producirá impacto ambiental, externalidades negativas, la verdad es una tomadura de pelo a los residentes de la comuna de Peñalolén, y también a los de La Florida que los afecta. Estamos en presencia de un plan que es absolutamente invasivo”, aseveró.
Además de la vía parlamentaria, los vecinos que se oponen al proyecto inmobiliario Hijuelas Quilín presentaron, en abril, recursos destinados para que el Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) revierta su decisión inicial y decrete un proceso de participación ciudadana como parte de la tramitación ambiental. Además de solicitar a la Contraloría General de la República que revise los permisos que ha obtenido esta iniciativa que comenzaría la construcción el próximo mes de julio.