Pese a su prohibición, empresa inaugura termoeléctrica a carbón en Mejillones

La inauguración por parte de la empresa Engie de una nueva termoeléctrica en base a carbón en la comuna de Mejillones ha levantado las alertas de parlamentarios y organizaciones sociales que luchan por la defensa del medioambiente.

La inauguración por parte de la empresa Engie de una nueva termoeléctrica en base a carbón en la comuna de Mejillones ha levantado las alertas de parlamentarios y organizaciones sociales que luchan por la defensa del medioambiente.

“Tenemos que avanzar hacia la descarbonización de nuestra matriz energética. En Chile no se va a construir ninguna central termoeléctrica a carbón más”. Esas fueron las declaraciones del Presidente de la República, Sebastián Piñera, hace tan solo un par de meses, durante el lanzamiento de la Cumbre por el Cambio Climático (COP-25), que se llevará a cabo a fines de año en nuestro país.

Sin embargo, estas palabras contrastan con lo anunciado esta semana por la empresa francesa Engie, que inauguró, con el comienzo de sus operaciones comerciales, la termoeléctrica “Infraestructura Energética Mejillones” (EIM), la que se comenzó a construir en el año 2014 y cuyo funcionamiento, sorprendentemente, es a carbón. Una materia prima que poco a poco se ha ido erradicando de las plantas energéticas por ser altamente contaminante y que, según expertos, es fácilmente reemplazable por otras energías renovables.

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El anuncio del inicio de operaciones de la termoeléctrica llegó rápidamente al Congreso, desde donde el presidente de la comisión de Medio Ambiente de la Cámara Alta, el senador PPD Guido Girardi, señaló que es una noticia que también afecta la credibilidad de las autoridades.

“Finalmente, pone en cuestión todo lo que se señala públicamente respecto de la importancia que tiene el cambio climático, respecto de que se va a hacer la COP25 en Chile y que es muy importante. Son todas palabras que se las lleva el viento, porque al final lo que prima son solo los intereses económicos. Además, intereses económicos que tienen responsabilidad en dañar la salud de las personas”, sostuvo el senador del PPD.

“A mí me parece que es absolutamente inaceptable lo ocurrido y lo vamos a revisar. Se lo vamos a plantear al Gobierno, porque tenemos una administración que finalmente no practica lo que dice”, agregó Girardi.

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Por su parte, desde la Cámara de Diputados, el diputado del Partido Ecologista Verde y presidente de la comisión de Medio Ambiente de la Cámara, Félix González, también hizo sus descargos.

En conversación con Diario y Radio Universidad de Chile, el timonel del Partido Ecologista sostuvo que no existe una política pública respecto de este tema y que existe cierta “hipocresía” en el anuncio del Presidente Piñera. “Con esto queda de manifiesto que hay hipocresía de parte de quienes desde el Gobierno están planteando que hay una política pública de cierre de termoeléctricas”, lanzó González.

“Lo que hay en realidad es un cambio en el mercado que hace que hoy día no sea rentable iniciar un proceso de construcción de termoeléctricas y es más rentable iniciar un proceso de construcción de centrales eólicas o solares. Por eso que las empresas eléctricas han anunciado que no van a construir nuevos proyectos, pero es porque no les es rentable”, añadió el parlamentario.

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A su vez, desde el mundo académico, el investigador de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile y miembro del directorio de la International Solar Energy Society, Roberto Román, fue enfático en señalar que hoy no tiene sentido tener plantas a carbón y que éstas son perfectamente sustituíbles. “Es obvio que son reemplazables”, sostuvo el académico de la Universidad de Chile.

“Lo que pasa es que esta planta tenía la Resolución de Calificación Ambiental desde hace bastante tiempo, se atrasó en ejecutarse y por eso se hizo. Pero son esos típicos errores que el Sistema de Evaluación Ambiental, el sistema que tenemos al respecto en Chile, es súper débil. Hoy no tiene ningún sentido ni técnico, ni económico, y mucho menos ambiental, el tener plantas a carbón. Operar una planta a carbón, sólo operarla, es más cara que una planta eólica o una planta solar”, completó Román.

La planta “Infraestructura Energética Mejillones”  tendrá una capacidad de 375 MW para abastecer a clientes regulados y en su construcción se invirtieron más de mil 150 millones de dólares. No obstante, las autoridades aseguran que ésta sería la última en base a carbón que se construye en Chile, en donde hoy existen al menos 10 termoeléctricas de este tipo.





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