Numerosos medios de comunicación en el mundo publicaron los antecedentes revelados por Intercept en las últimas horas. Glenn Greenwald, a quien el ex-analista de la CIA Edward Snowden reveló los programas de espionaje de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA), desató una crisis en Brasil al contar con una nueva fuente clave.
Según lo publicado por Intercept este domingo, a través de una fuente anónima recibieron chats, grabaciones de audio, videos, fotos y documentación judicial que da cuenta de que el entonces juez Sergio Moro intercambió mensajes con el fiscal Deltan Dallagnol, dictando pautas a seguir en las investigaciones del caso Lava Jato: ordenaba los elementos de la indagatoria y hacía listas de personas a interrogar y áreas a explorar, consciente de que sería él mismo quien luego iba a juzgar el caso de corrupción más importante en la región durante el último tiempo.
El caso Lava Jato y las acusaciones en contra de Lula Da Silva no solo lo llevaron a prisión, sino que, además, fueron claves para la destitución de la ex presidenta Dilma Rousseff en 2016 y creó condiciones sociales y políticas que terminaron con el triunfo de Jair Bolsonaro en las últimas elecciones presidenciales, superando, precisamente, al Partido de los Trabajadores.
Ante la revelación, las reacciones no se hicieron esperar, y en lo que refiere al sector vinculado a Lula Da Silva, la solicitud de la invalidación de la investigación fue la solicitud inmediata.
Así lo hizo la presidenta del Partido de los Trabajadores (PT), Gleisi Hoffmann, quien, a través de Twitter señaló que “el Intercept trae las pruebas que siempre denunciamos: Moro y Dallangnol actuaron combinados, con parcialidad y motivaciones políticas, para impedir la victoria electoral de Lula y del PT. Forjaron la acusación sin pruebas y armaron farsa jurídica contra Lula. Este proceso debe anularse”.
“Las conversaciones entre Moro y Dallagnol muestran que el actual ministro se ha entrometido en el trabajo del Ministerio Público – lo que está prohibido – y fue bien recibido, actuando informalmente como un auxiliar de la acusación”, agregó.
La ex presidenta Dilma Rousseff se refirió a través del mismo medio a la situación y escribió que “los procesos judiciales viciados por el fraude en el Lava Jato deben implicar la libertad inmediata de Lula”.
En tanto, el mismo Sergio Moro abordó el tema, y dijo que en los mensajes “no se vislumbra cualquier anormalidad o direccionamiento de la actuación como magistrado, a pesar de haber sido retiradas de contexto y del sensacionalismo de las materias”.
Luego de estas revelaciones se especula que el sitio seguirá realizando publicaciones que demuestren más hechos de este tipo en el caso y que, basándose en ello, la defensa de Lula Da Silva podría pedir la anulación de las acusaciones que lo llevaron a prisión.
En conversación con nuestro medio, el Doctor en Estudios Latinoamericanos y académico del Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad de Chile, Gilberto Aranda, señaló que con esta publicación la legalidad de esta investigación pierde toda validez.
“El proceso judicial que significó que una ex presidenta estuviera fuera del poder y sacada de forma abrupta y que haya un ex presidente detenido en cárcel, ese procedimiento, no fue del todo pulcro ni imparcial como se esperaría, porque la Constitución brasileña no permite que entre el fiscal y el ministro judicial a cargo exista este tipo de comunicaciones o relación”.
El ex juez Moro ahora es el ministro de Justicia de Jair Bolsonaro, luego de que al actual presidente brasileño le ofreciera el cargo por considerarlo un icono de la lucha contra la corrupción. Sin embargo, luego de esta revelación existe incertidumbre del futuro político de Moro.
Gilberto Aranda comentó que la información deja al descubierto que el actual ministro deseaba un cargo político, pero que no es seguro que esto afecte el gobierno de Bolsonaro.
“Yo creo que lo que está claro es que, evidentemente, no hubo imparcialidad en el procedimiento y, por lo tanto, el juez moro ciertamente tenía intenciones de llegar al lugar que tiene desde hace rato, de ocupar un lugar en el sistema político, ahora, de ahí a hacer una conexión directa con la legitimidad del gobierno de Bolsonaro creo que hay que mirarlo con calma”, dijo.
“Va tener un tipo de sostén en el gobierno de Bolsonaro, que se la va jugar al menos un tiempo por él”, agregó el analista.
En tanto, desde el Ministerio Público Federal indicaron en un comunicado que “sus miembros fueron víctimas de una acción criminal de un hacker”, y que están tranquilos “con respecto a la legalidad e imparcialidad de nuestras investigaciones”.
Respecto de la publicación de Intercept aseguraron que es “tendenciosa y tiene la intención de atacar a la operación”, pero que “los fiscales de Lava Jato no van a doblegarse a la invasión inmoral e ilegal, a la extorsión y a la tentativa de exponer y perturbar sus vidas personales y profesionales”.
El impacto generado por la revelación ha sido muy importante, tanto, que el medio Página 12 de Argentina citaba este lunes en un artículo que “los indicios sobre el complot recién empiezan. La sombra de Nixon parece proyectarse sobre Moro y Bolsonaro”, haciendo referencia al histórico caso Watergate que hizo caer a Richard Nixon en los Estados Unidos. Todo con, en ese momento, una fuente anónima: “Garganta profunda”.