Migración: especialistas advierten que la pobreza no se corrige en el corto plazo

Para los expertos la precarización de las condiciones laborales, económicas y sociales de los migrantes en Chile es el resultado de un problema estructural. En esa línea, la investigadora de la Universidad Alberto Hurtado, Carolina Stefoni, sostuvo: "Es muy difícil que los migrantes en los primeros cinco años puedan, como se dice, estar súper bien".

Para los expertos la precarización de las condiciones laborales, económicas y sociales de los migrantes en Chile es el resultado de un problema estructural. En esa línea, la investigadora de la Universidad Alberto Hurtado, Carolina Stefoni, sostuvo: "Es muy difícil que los migrantes en los primeros cinco años puedan, como se dice, estar súper bien".

El fenómeno de la inmigración en Chile ha puesto en la palestra las escasas posibilidades de vivienda y empleo de los sectores de la comunidad recién llegada.

Una alta proporción de los trabajadores y trabajadoras migrantes sobrevive en la economía informal o en condiciones laborales irregulares. Un muro invisible que, al problema de los permisos, tramitación de visas, se suma la discriminación y la xenofobia, especialmente sobre la población afrodescendiente, lo que ayuda a continuar con similares condiciones de pobreza, tal como en su territorio de origen.

Nacer y crecer en un lugar pobre es un castigo que sigue a la persona a lo largo de su vida y no se corrige con la emigración. Las condiciones de miseria, vulnerabilidad y falta de oportunidades en el territorio de origen, acompañan a los migrantes al menos por un par de generaciones.

La directora ejecutiva del Centro Latinoamericano para el Desarrollo Rural (Rimisp), Ignacia Fernández, analizó este precepto: “La recién llegada, necesariamente, está en peores condiciones, pero con un mejor nivel de incorporación, por ejemplo, los hijos al sistema educativo, acceso a capacitación, formación para el trabajo, etcétera, podrían contribuir a revertir el problema, porque tiene que ver con dificultades de origen que no se mueven con el cambio de residencia”.

Ignacia Fernández agregó que, por ejemplo, las personas de origen haitiano migran por razones económicas, aspecto que es más difícil de corregir. Tomando en cuenta también que ellos se desempeñan en condiciones irregulares y en labores que los chilenos ya no hacen.

Precisó que, a diferencia de los venezolanos, estos tienen más posibilidad de movilidad, por el mayor capital cultural que traen, “pero que tienen que bregar con la criticas de competencia de los chilenos, quienes argumentan que ellos vienen a quitarnos el trabajo”.84D

Para la doctora en sociología e investigadora de la Universidad Alberto Hurtado, Carolina Stefoni, la emigración puede que signifique superar situaciones de pobreza, incluso para la familia de la persona migrante que se queda en el país natal y que, a través de remesas, mejora en parte su condición de vida.

“Es muy difícil que los migrantes en los primeros cinco años puedan, como se dice, estar súper bien. Uno espera que se vaya produciendo un proceso de inserción, pero si no se produce, no es el migrante el que está mal, sino que es la sociedad de destino la que no ha logrado ofrecer un mínimo de oportunidades para que las personas puedan desarrollarse”, argumentó.pp11_migrantes01

Para la socióloga y académica de la Universidad de Chile, María Emilia Tijoux, lo que ocurre hoy con los inmigrantes en nuestro país es una suerte de nueva esclavitud. Donde existe una mano de obra disponible a causa de la necesidad de la gente para poder sobrevivir.

Argumento que es un aspecto similar, especialmente en afrodescendientes, mujeres y hombres que se desempeñan en regiones agrícolas, donde existen condiciones miserables similares a tiempos de la colonia.

Por eso, el territorio de origen no lo es todo, de hecho, hay elementos adscritos que pesan mucho: ser negro, indígena o pobre, venga del territorio que venga. Factores que juegan un rol fundamental para una experiencia migratoria difícil.santos-dumont-9

Para el Doctor en Sociología e investigador de Rimisp, Juan Fernández, existe una doble discriminación: la racial y la intercultural.

Hay una construcción histórica que tiene que ver cómo las élites, quienes han ido elaborando un discurso propio del colonialismo, lo blanco europeo es superior y lo negro e indígena es inferior, que ha logrado permear al interior de la sociedad. Sin embargo, lo que pasa hoy no es pura discriminación, existen sectores populares, laborales, donde también hay acogida, solidaridad con el migrante, de alguna manera con el que se comparte precariedad, por eso la experiencia migratoria es bien diversa, uno no tiene que meter todo en el mismo saco, también tiene estas dos partes”, subrayó.

Fernández agregó que Chile pasa por un momento de tensión frente al tema migratorio, de ciertas resistencias y miedos, que tienen que ver con la visión colonialista, pero también de acogida. Sin embargo, aseveró que con el tiempo, esto pasa a formar parte de la diversidad cultural nacional, configurando una sociedad de identidad más cosmopolita y de respeto.

El investigador de Rimisp advirtió, finalmente, sobre el fortalecimiento de los discursos políticos xenófobos, referidos a la identidad chilena que se debe proteger y que pueden minar el camino para que se supere el momento de dureza frete al tema, que hoy vive la nación.





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