Sin público ni acceso a la prensa, esta mañana el Tribunal Constitucional (TC) eligió a María Luisa Brahm, como nueva presidenta del organismo.
La histórica colaboradora del Presidente Sebastián Piñera, quien ejerció como jefa de asesores del Mandatario entre 2010 y 2013 corría con ventaja para asumir dicho cargo, lo que se reflejó en la votación: seis votos a favor, tres en contra y una abstención.
La llegada de Maria Luisa Brahm a la presidencia del TC se da en medio de fuertes cuestionamientos al rol que ejerce dicha entidad, la que ha sido catalogada como una “tercera cámara” así como a las decisiones de su antecesor, Iván Aróstica, quien paralizó procesos judiciales relevantes como el Caso Oviedo, donde el TC falló a favor del ex comandante en jefe del Ejército investigado por fraude al fisco.
Es así como una de las reformas institucionales en la que la mayoría de los sectores políticos concuerda dice relación con el Tribunal Constitucional.
Desde la Democracia Cristiana, por ejemplo, han señalado que se deben hacer cambios de fondo que modifique las competencias y atribuciones del TC.
Otra de las propuestas que se ha puesto sobre la mesa en el marco de las reformas que prepara el gobierno de Sebastián Piñera –las que fueron postergadas a solicitud de Chile Vamos- dice relación con que el presidente del TC deje de tener un voto dirimente y que la entidad ya no ejerza control de constitucionalidad sobre leyes de quorum simple.
Y pese a que María Luisa Brahm tiene un perfil distinto a Iván Aróstica –se le posiciona en el ala más liberal, incluso votando a favor del aborto en tres causales- su figura no ha estado exenta de cuestionamientos.
Ayer, los diputados Tomas Hirsh y Marcelo Díaz criticaron su nominación apuntando a su cercanía con el Mandatario. Así lo expresó el parlamentario del Partido Socialista, quien junto a Hirsh son miembros de la comisión de Constitución:
“Ella debiese reflexionar de la conveniencia de asumir la presidencia del TC porque eso solo va a agravar la crisis de legitimidad y va a dar la sensación que es un tribunal que está al servicio del Presidente de la República”, añadió junto con señalar: “Está claro que es una ministra parcial, ha sido parte del equipo político del Presidente de la República antes, durante y después del pasado y el actual mandato” expresó Marcelo Díaz.