El Indicador Mensual de Actividad Económica (Imacec) de solo 1,3 por ciento en junio fue un verdadero mazazo para los analistas y para el propio Gobierno, que esperaba un repunte sustancial de la economía nacional. Sin embargo, esto no ha sido así.
Se argumentan factores externos, la denominada guerra comercial de Estados Unidos contra China, donde la administración de Donald Trump ha implementado una serie de barreras al comercio del gigante asiático y que, sin duda, ha repercutido en las finanzas.
Pero, ¿qué pasa con los inversionistas nacionales?
A más de un año de la administración de Sebastián Piñera, los anhelados “tiempos mejores” no se concretan. Se decía que con este nuevo Gobierno habría un boom de inversiones, que repercutiría en una sustancial creación de nuevos empleos, debido al mayor crecimiento económico que experimentaría el país. Pero nada de eso se ha dado, según las propias cifras emitidas por instituciones como el Banco Central, el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) y el Centro de Microdatos de la Universidad de Chile, entre otras.
Para el doctor en Economía del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), Andrés Solimano, la promesa realizada en tiempo de campaña forma parte de un argumento “espurio”.
“El empresario más que ser un ente necesariamente político, quiere ver sus utilidades e invierte en función de condiciones que anticipa que va a tener más ganancias o menos ganancias. Ahora está pronosticando que no va a tener buenas utilidades invirtiendo. Algo similar ocurrió en Argentina en 2015, ahora viene el gobierno de Macri y comienzan las inversiones, y vemos que en estos últimos cuatro años no pasó nada, entonces no es suficiente tener estos súper líderes, no es tan fácil ya que los empresarios ven primero sus intereses”, afirmó.
Andrés Solimano agregó que uno de los factores principales del porqué no se recupera la economía nacional es debido al agotamiento del modelo productivo vigente en los últimos 30 años, basado en la extracción minera y servicios.
Consultado sobre el llamado a rezar del ministro de Hacienda, Felipe Larraín, el economista del MIT precisó que, “o es una broma o quiere decir que al Gobierno de se le acaban las herramientas para revertir la situación”.
Sobre el alicaído período post elecciones, el economista de Libertad y Desarrollo, Felipe Berger, indicó que los inversionistas aún esperan señales del Ejecutivo para poder invertir.
Precisó que el proyecto de modernización tributaria, específicamente una eventual depreciación acelerada, es vital para el mejoramiento y revertir el panorama de la economía nacional.
“Aquí hay un paquete importante de proyectos de inversión, alrededor de 70 billones de dólares aguardando qué es lo que sucede, porque si en el fondo las noticias son positivas podrían empezar a ejecutarse. Por eso también es que el sector público, a través del Ministerio de Obras Públicas, está implementando un ambicioso paquete, llamando a licitaciones, concesiones, proyectos, ampliaciones de aeropuertos, esa es también una manera de generar más inversión y estímulo económico”, aseveró.
Una opinión similar manifestó el académico del Departamento de Economía de la Universidad de Chile, Joseph Ramos. Para el especialista, “en 2018 se giró sobre la promesa de cambios, pero no se realizaron, por tanto -precisó-, la desconfianza de los empresarios y del propio consumidor aumenta”.
Para el también vicepresidente de la Comisión Nacional de Productividad (CNP) este año se tendrán que demostrar algunas señales, como por ejemplo insistir en la reforma tributaria, si no, se arriesga a que la economía no despegue tal como se esperaba.
“El efecto principal ha sido la pérdida de confianza del consumidor y del empresario sobre el Gobierno, creyendo que aquí no ha pasado nada, y efectivamente en cuanto a legislación, por lo menos, no ha habido cambio alguno. El proyecto estrella de la actual administración, guste o no. La reforma tributaria todavía languidece por ahí y con suerte saldrá para fin de año. Lo difícil que ha sido sacar esa idea genera desconfianza en la gente diciendo ‘bueno, aquí no ha pasado nada’, y efectivamente aquí no ha pasado nada”, subrayó.
Recordemos que, a las señales económicas dadas por los diferentes organismos especializados, también está la percepción de la gente, plasmada en múltiples estudios de opinión, donde la promesa de los “tiempos mejores” queda archivada, para dar paso a una apreciación negativa de la ciudadanía por la marcha de la economía, y a la gestión del propio Presidente Sebastián Piñera.