El Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) ya tiene entre sus archivos pendientes el proyecto de una planta de hormigón y cemento correspondiente a la empresa Inversiones Orange. Sin embargo, aunque la calificación final aún no ha sido entregada, los vecinos de El Bosque y San Bernardo ya advirtieron la primera señal negativa: el proyecto figura como un “terminal de camiones”.
Pero ésta no sería la única razón por la cual los vecinos de la zona se oponen a la llegada de esta planta cementera. Según la Coordinadora Ambiental de El Bosque y San Bernardo -las dos comunas con las que dicho proyecto compartiría suelo-, serán aproximadamente 1500 familias las afectadas, dado que el inmueble se ubicará a menos de 200 metros de villas y poblaciones.
Éstas, según señaló la vecina de la villa Las Margaritas y vocera de la asociación mencionada, Surimana Pérez, corresponden a los condominios Los Abedules, Nuevo Imperio y San Andrés. En conversación con Diario y Radio Universidad de Chile, la dirigente sostuvo que las consecuencias en los lugares mencionados se verán reflejadas tanto en la salud como en el transporte de la zona.
“Lo que se pretende es transportar clinker, que es un componente súper nocivo para la salud, produce abortos y reacciones en la piel. Eso se tiene que transportar por vía ferrocarril. Aquí en la villa Las Margaritas somos colindantes a las vías del ferrocarril. Entonces, nos preocupa el transporte de áridos y de clinker, porque acá ya tenemos cementeras que ya funcionan”, explicó Pérez.
Aunque la villa en donde vive Pérez pertenece a la comuna de San Bernardo, las actividades comunales en contra de Inversiones Orange se vienen realizando en conjunto con los vecinos de El Bosque. En ambas comunas, además, se ubican dos grandes empresas similares: BSA El Bosque y Redimix.
Otra de las zonas que se verá afectada por la eventual llegada de la fábrica será la población de Santa Laura, en la comuna de El Bosque. El presidente de la junta de vecinos de Santa Laura, Marcos Olave, explicó a Diario y Radio Universidad de Chile el riesgo que implica recibir a esta nueva inquilina.
“La población Santa Laura es una población mayoritariamente de tercera edad. Empezamos a poner ojo y nos dimos cuenta que, aparte de la nueva cementera que están tratando de colocar en nuestro sector, tenemos una cementera funcionando por años y eso ya ha traído consecuencias en la salud. No queremos ser una nueva zona de sacrificio”, explicó Olave.
Ante esta situación, la Municipalidad de El Bosque, a través de su alcalde, Sadi Melo, ingresó el pasado lunes sus observaciones sobre este proyecto al SEA. Allí, además de los reclamos de la comunidad vecinal, se hace hincapié en un detalle mencionado al inicio de este informe, que el proyecto no fue ingresado como un proyecto industrial sino como un terminal de buses y camiones.
Sadi Melo, además, luego de la presentación de estas observaciones, emplazó al Gobierno a poner mayor rigurosidad en estos proyectos, sobre todo en el marco de la realización de la COP25 a finales de este año.
“Queremos que el gobierno sea coherente, no nos oponemos a que haya inversiones, el crecimiento es necesario, pero tiene que ser un crecimiento que esté centrado en el desarrollo y la salud de los vecinos. Enfrentar la COP 25 significa coherencia, queremos pedir coherencia en esa línea”, sentenció Melo.
Cabe resaltar que la Municipalidad de El Bosque ya ha presentado un primer informe de observaciones al SEA, el que fue respondido por la empresa en cuestión el 26 de julio pasado. Sin embargo, en esta nueva arremetida, se ha profundizado en aspectos que tienen que ver con materia hídrica, ruidos, vibraciones, salud, vialidad y calidad de vida.