Las diferencias al interior del Frente Amplio no son nuevas. Desde su conformación, en enero de 2017, los distintos partidos y movimientos que lo componen han tenido posturas distintas y confrontacionales en relación a asuntos como la situación en Venezuela o la posibilidad de pactar con otros partidos de centro-izquierda.
Sin embargo, si bien en ocasiones anteriores ha habido fisuras que daban cuenta de al menos “dos almas” dentro del conglomerado, la crisis suscitada a partir del acuerdo por una nueva Constitución suscrito por Revolución Democrática, Comunes, el Partido Liberal y el diputado Gabriel Boric (Convergencia Social) a título personal, fue el punto de inflexión que marcó el principio del fin del Frente Amplio tal como lo conocíamos hace algunos meses.
Luego vino la polémica votación de la ley “anti saqueos” lo que terminó por convencer a varios militantes de que su lugar no era en el bloque liderado por Beatriz Sánchez.
Fue así como el Partido Ecologista Verde optó por retirarse de la coalición, lo mismo ocurrió con el Partido Igualdad, el Movimiento Democrático Popular (MDP), la Izquierda Libertaria -que decidió escindirse de Convergencia Social- y recientemente el Partido Humanista, colectividad que representa el 15% del Frente Amplio en el Parlamento.
De esta forma, la incipiente coalición vive por estos días su más profunda trasformación, reduciendo drásticamente en cosa de días la cantidad de militantes y fuerzas políticas asociadas. Algunas de ellas han hecho ver que el domicilio político de quienes actualmente componen el bloque estaría más cercano a la ex Concertación que a una fuerza impugnadora del sistema político, como se proyectó desde un comienzo.
Las razones de la desintegración del conglomerado, a juicio de analistas, son variadas. Para el académico y director de Extensión de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad de Chile, Ernesto Águila “lo que está pasando con el Frente Amplio es que la ciudadanía no diferencia de manera muy significativa en su rechazo a los partidos políticos tradicionales y al Frente Amplio.
Desde su perspectiva, si bien la coalición tenía mayor posibilidad de capitalizar la crisis política que vive el país e impulsar cambios que sintonicen con las demandas ciudadanas, esto no ocurrió, entre otras cosas, debido a la escasa inserción en los sectores populares y el origen del Frente Amplio, ligado fuertemente al movimiento estudiantil.
“Probablemente fue un movimiento que nació de una coyuntura marcada por lo educacional y, por lo tanto, lo estudiantil. La coyuntura del 2019 no es educacional, abarca distintas generaciones, distintas clases sociales, es muy masiva y por lo tanto sobrepasa los códigos del propio Frente Amplio. Las ideas bajo las cuales se conformó han sido superadas” recalcó.
Desde esa perspectiva, el analista fue enfático en que el Frente Amplio se “parlamentarizó”, con lo cual ha debido estar sometido a una permanente tensión entre “lo institucional y lo social” lo que profundizó la crisis.
Una mirada que comparte el sociólogo y académico de la Universidad de Santiago, Alberto Mayol, quien planteó que desde su fundación los diversos partidos y movimientos que componían el Frente Amplio tuvieron que “ir transando en favor del grupo controlador”, lo que finalmente hizo crisis.
El ex pre candidato presidencial por dicha coalición aseguró que en algunos sectores del bloque existe un ánimo de demorar ciertos procesos políticos, incluso a la espera de que parlamentarios del sector cumplan la edad legal para postularse al sillón presidencial.
En ese sentido, Mayol es enfático en que es muy difícil recomponer relaciones en el Frente Amplio. “Cuando tú tienes una problemática en donde se empieza a fracturar de abajo hacia arriba, donde las bases se fueron cansando, entonces ahora llega esto y las bases dicen ya no más. Incluso sabiendo que eso significa la orfandad, la ausencia de espacio político”.
Un Frente Amplio 2.0
Desde Revolución Democrática si bien lamentan la situación que vive el conglomerado, vinculándolo con la crisis del sistema político en su conjunto, también ven en ello una oportunidad para avanzar en mayores niveles de entendimiento al interior del Frente Amplio.
En conversación con nuestro medio el ex presidente de RD, Rodrigo Echecopar, manifestó que “mi sensación es que nuestras ideas crecen y que los que están en el Frente Amplio tienen la misma convicción que nosotros y que son de distintas corrientes. Veo un Partido Liberal con el cual me siento cómodo, creo que tenemos un camino por delante por recorrer, veo a Convergencia Social y a los sectores de Comunes y veo ahí a una izquierda de corte más revolucionario que creo que es útil e importante en este momento de Chile y veo a RD impulsando un camino de un socialismo democrático del siglo XXI que es absolutamente compatible con estos dos proyectos en el mediano plazo”.
Una mirada similar tienen en el Partido Liberal desde donde incluso ven con buenos ojos la salida de algunas fuerzas del Frente Amplio. En entrevista con La Tercera el diputado de dicho partido, Vlado Mirosevic expresó: “Soy optimista de lo que viene, porque aquellos que hemos apostado por quedarnos en el FA somos fuerzas que tenemos bastante claridad en qué transformaciones queremos y cuál es la estrategia para impulsarlas. Estamos frente a un FA 2.0 y eso es una buena noticia”.
En esa misma línea, el parlamentario agregó que “con aquellos que apostamos por quedarnos en el FA, el país va a ver un FA mucho más unido, porque la convivencia es mejor, porque hay cierto consenso sobre la estrategia a seguir en medio de la diversidad. Definitivamente, este va a ser un Frente Amplio donde va a haber muchísimo mejor convivencia”.
En ese escenario, todo parece indicar que durante los próximos meses podría producirse una re-configuración de las correlaciones de fuerzas en la izquierda. De este modo, bajo la mirada de analistas, luego de la salida de varios partidos y colectivos del Frente Amplio, una eventual alianza de dicha coalición con colectividades de corte socialdemócrata como el Partido Socialista o el PPD se ve cada vez menos lejana.
A juicio de Ernesto Águila, por ejemplo, el Frente Amplio “va a sufrir un remezón bastante importante en el marco de esta coyuntura. Yo no descartaría que diera paso a un nuevo sistema de partidos políticos. Hay momentos de suficiente intensidad de las crisis en donde además ejercen nuevos actores sociales. Yo creo que va a salir un Frente Amplio muy distinto si es que logra sobrevivir a la crisis” advirtió.