Las complicaciones que han tenido algunos productos chilenos para ingresar a China debido a la incertidumbre que rodea al brote de Coronavirus que afecta a ese país, han encendido las alarmas respecto de eventuales efectos negativos que este escenario podría provocar en la economía nacional.
Más aún, considerando que actualmente nuestro país no está pasando por un buen momento en la materia, con un crecimiento estancado y preocupaciones respecto del futuro, sobre todo en el ámbito laboral.
Durante la semana el sector frutícola expresó su angustia respecto de una serie de cargamentos que no han podido ingresar a China, mientras que este jueves surgió la información de que el gigante asiático había solicitado retrasar los envíos de cobre, noticia que, pese a ser aclarada por Cochilco, señalando que no se han advertido alteraciones en las operaciones comerciales, sí generan preocupación respecto de lo que podría suceder en el futuro.
En ese sentido, el economista de Chile 21, Eugenio Rivera, señaló que más allá de lo que suceda en la minería, hay que poner atención a los efectos que se podrían registrar en el sector agrícola, particularmente, la fruta. “Se dice que se está tratando de redireccionar algunos de estos productos, pero es difícil reemplazar en tan corto plazo un mercado tan importante como el chino”, señaló.
Efectivamente, desde el estallido social iniciado el pasado 18 de octubre, la economía nacional ha sufrido un estancamiento generado, principalmente, por las incertidumbres que han surgido desde ciertos sectores y que han provocado la preocupación de los inversionistas.
Asimismo, Rivera señaló que hay que seguir con atención las noticias referidas al coronavirus, porque la inseguridad que ha provocado la enfermedad ha redundado en una volatilidad de los mercados internacionales. “Este optimismo es seguido con frecuencia por olas de pesimismo y esta situación de incertidumbre global afecta las inversiones. Si se confirma un menor crecimiento de la economía china va a afectar nuestras exportaciones”, recalcó.
Es por esta situación que los economistas no se aventuran a sacar mayores conclusiones respecto de la situación de la economía nacional, dado que al no haber claridad sobre lo que ocurrirá con el avance de la enfermedad, es difícil aterrizar el panorama, tal como sostiene el académico de la Universidad de Santiago, Víctor Salas.
“Todavía está la incertidumbre de que algo grande puede ocurrir desde el punto de vista de la salud, y eso hace que todo el mundo tome prevenciones, especialmente los chinos. Hay una situación compleja y, mientras eso no se despeje esta situación, se va a mantener”, explicó.
No solo las frutas y el cobre están experimentando algunos trastornos en su entrega a China, también productos como salmones, vino y mariscos han sido dejados de comprar, principalmente, por la escasa demanda que se ha registrado de ellos en el mercado chino durante las últimas semanas.
El brote, que ha infectado a más de 24.000 personas y cobrado casi 500 vidas, provocó el bloqueo de 50 millones de personas en una docena de ciudades chinas. Innumerables familias chinas están optando por trabajar y comer en casa.