Su renuncia viene acompañada de la de 274 militantes y remeció la interna del Partido Humanista. Este lunes, a través de un comunicado público, el diputado Tomás Hirsch anunció su desvinculación con el partido, cuestionando con eso el protagonismo que ha tenido la oposición en el país, sobre todo a partir del 18 de octubre.
Sobre esta decisión, su crítica a la crisis institucional que atraviesan los partidos a nivel mundial, y la posibilidad de conformar una nueva colación, el también excandidato a la presidencia conversó con Diario y Radio Universidad de Chile.
¿Con qué sensación se queda luego de 36 años de militancia?
Me queda la sensación de que haber sido y seguir siendo humanista durante toda mi vida. Es la mejor decisión que he tomado. Yo dejo hoy día la institucionalidad partidaria, pero lo hago justamente para retomar con fuerza el proyecto humanista y con la convicción absoluta que el humanismo es el camino y la mejor propuesta para nuestro país, por supuesto, en conjunto y en diálogo con otras organizaciones. Pero de todos estos años de militancia, tengo solo agradecimientos. Han sido, y estoy seguro que los que vienen también van a ser años de profundo sentido.
Usted se ha referido a que este alejamiento tiene que ver con la pérdida del sentido por el cual se fundó el partido. ¿Qué tan grande es esa pérdida?
Es la institucionalidad partidaria en general la que está en crisis. Hay una incapacidad hoy día de los partidos políticos, en su forma actual y tradicional, de responder a las demandas de nuevas generaciones, de estos nuevos tiempos. Eso lamentablemente también sucedió en el Partido Humanista, de algún modo se fueron filtrando otros valores, se fueron perdiendo elementos esenciales de nuestra historia, de nuestro estilo, del modo humanista de hacer política, que ha sido irreverente, joven, alegre, no violento, ubicando al ser humano como centro. Por eso yo digo con toda claridad, me voy, pero para retomar con mucha fuerza el proyecto humanista, una corriente humanista que actúe en lo político, pero también mucho más allá.
¿El estallido social, sobre todo el rol del Partido Humanista allí, fue clave para pensar esta renuncia?
Fue un reflejo de lo que ha ido pasando. Son procesos largos en los cuales se está produciendo ese distanciamiento del movimiento social, de las nuevas generaciones, y el estallido mostró a un partido que le costó mucho estar conectado. Yo que he ido mucho a la plaza de la dignidad, he visto la ausencia del partido, y me ha dolido porque es un partido que nace en las movilizaciones sociales, que nace en la calle, con la gente.
Nosotros tenemos una historia tan larga, una historia de lucha por recuperar la democracia en plena dictadura, de legalizar el primer partido opositor en aquella época, de formar la concertación -de la cual nos retiramos cuando perdió el camino-, nos adelantamos a denunciar una serie de hechos que luego se corroboraron con el estallido social. Todo eso, que de algún modo teníamos en nuestra historia, al partido le costó sintonizar y estar presente desde el estallido en adelante.
¿Esta crítica abarca también a la oposición en su conjunto?
Por cierto, aquí hay una crisis general de la oposición, de los partidos políticos y también del oficialismo. Es una crisis de los partidos políticos como instituciones. Y quiero ir más allá, es en el mundo entero que hay una crisis de las instituciones políticas, sociales, culturales, de todo tipo. Eso ha pegado también en Chile, en la oposición en general, y se ha colado también en el Partido Humanista. Yo estoy convencido de que es posible recuperar ese espíritu, estoy convencido que en esta combinación de gente antigua fundadora y gente nueva que se ha ido plegando en el último tiempo hay la capacidad para recuperar ese espíritu.
¿Cómo ve el futuro del Partido Humanista?
No me corresponde a mí decirlo. Es una definición que tendrán que tomar quienes siguen en el partido. Yo les deseo lo mejor, tengo solo agradecimiento a todo lo vivido durante tantos años, lo único que puedo querer es que se proyecte bien. Y a quienes desean salir les digo que las puertas están abiertas para trabajar en conjunto, y a quienes se queden les digo que lo hagan de buena manera, con convicción, con coherencia, dándole un sentido profundo a su actividad, comprometidos socialmente y también con la transformación personal de la no violencia.
¿Existe la posibilidad de un nuevo partido con los miembros que renunciaron?
Es un tema a conversar, yo no soy quien tiene que tomar esa decisión, son temas que tenemos que discutir, resolver, reflexionar. Lo que está claro es que vamos a seguir actuando intensamente en política y habrá que ver cuál es la forma organizativa que escojamos para eso.