“La lucha contra la epidemia ha sido una gran prueba para el sistema y las capacidades de gobernanza del país”, dijo Li Bin, viceministro chino de salud.
Si bien ya el presidente chino Xi Jinping utilizó términos similares en febrero pasado, las declaraciones del viceministro tienen lugar en momentos en que Estados Unidos reprocha a China haber disimulado información y haber gestionado mal la crisis, acusándola de ser el origen de la pandemia.
A esa posición se han sumado, parcialmente, algunas capitales occidentales. Francia, Alemania y el Reino Unido han exhortado al gobierno chino a mostrar una mayor transparencia en la gestión de la epidemia.
En China, según cifras oficiales, más de 80 mil personas han sido contaminadas y más de 4.600 han muerto de coronavirus, cifras que muchos estiman no reflejan la exacta magnitud de lo ocurrido.
Ayer viernes, China declaró que apoya la creación, “cuando ceda la pandemia”, de una comisión dirigida por la Organización Mundial de la Salud (OMS), para evaluar “la respuesta mundial” al coronavirus.