El viernes pasado la aerolínea Latam informó públicamente su decisión de desvincular a 1400 trabajadores en Chile, Perú, Ecuador y Colombia argumentando que la crisis sanitaria mjundial producto del surgimiento de la nueva cepa de coronavirus ha impactado enormemente en sus capacidades económicas al no poder efectuar gran cantidad de sus vuelos.

Los funcionarios piden a la empresa el respetar el acuerdo entre ambas partes por el que los trabajadores aceptaron una reducción de un cincuenta por ciento de sus salarios bajo la promesa de que se mantendrían sus puestos de trabajo.

“El 30 de abril vimos en las noticias que los accionistas de nuestra empresa LATAM se repartieron 57 millones de dólares, pero no entendemos cómo es que, para nosotros y a nuestras familias no se puede destinar una parte de esos recursos. ¿No se podría haber utilizado alguna parte de estos USD$57 millones para mantener los sueldos de las familias? ¿Crear algún fondo de emergencia?

Con menos de 1 millón de dólares se podría pagar 3 meses de salarios para las 290 familias que en Chile quedamos sin nuestro sustento. No pedimos más, solo poder seguir trabajando para el futuro de nuestras familias y el de todos nuestros compañeros”, dice uno de los párrafos del documento dirigido a Roberto Alvo, CEO de LATAM, asumido recientemente en el cargo.

“Pedimos encarecidamente a la empresa, que se ponga en nuestro lugar y en quienes nos rodean. ¿Cómo vamos a poder solventar a nuestras familias? ¿En verdad no existe otra alternativa más que dejarnos sin nuestra fuente laboral?”, agregan en la misiva.

Según trabajadores de Latam Airlines Chile, ya se ha despedido a casi 30 por ciento del área de ventas de la compañía y a 450 tripulantes de cabina. Además, esta jornada la empresa aeronáutica anunció un aumento gradual de sus operaciones durante los próximos dos meses. En junio espera pasar de 5 a 9 por ciento de su capacidad total previa a la crisis, y en julio alcanzaría un 18 por ciento.