El 9 de julio de 1977, el Frente Juvenil de Unidad Nacional convocó a 77 personalidades de la política y del espectáculo para celebrar una ceremonia que pretendía afianzar las lealtades entre los participantes y el régimen de Pinochet. En el grupo había cantantes, animadores, dirigentes estudiantiles y figuras como Andrés Chadwick, Juan Antonio Coloma, Cristián Larroulet y Joaquín Lavín.
Con los años, el acto, que se desarrolló en la cumbre del cerro Chacarillas en el Parque Metropolitano, pasó a develar las redes que se hilaron en torno a la dictadura. No obstante, también visibilizó cómo esos vínculos se consolidaron en el tiempo, influenciando la historia reciente desde espacios como universidades privadas y empresas.
Todo ello fue recogido en el libro Chacarillas, los elegidos de Pinochet (Alquimia Ediciones) de los escritores Guido Arroyo y Felipe Reyes. En él, los autores repasan, a modo de crónica, los alcances del hito que fue encabezado, directamente, por el dictador.
“Fue un acto fundacional para decir ‘vamos a hacer una nueva Constitución, tenemos una generación de jóvenes que liderarán el país a futuro y vamos a situarlos en espacios de poder de manera estratégica’. Joaquín Lavín, por ejemplo, termina haciéndose cargo de una facultad de economía en Concepción y luego termina como editor de economía en El Mercurio”, dijo Guido Arroyo, en conversación con el programa Semáforo.
“Fue impresionante el nivel cómo se situaron ‘a dedo’. Hoy gran parte de esta generación está a cargo de elementos cruciales del poder. Pienso en Larroulet que es una persona fundamental del segundo piso comunicacional. Él es uno de los organizadores de este evento”, comentó el escritor.
Para el autor, uno de los puntos relevantes de Chacarillas tiene que ver con que la ceremonia se situó como un encuentro que instaló valores de tipo “fascista”: “Siempre me llamó la atención que el acto fundaba y consumaba una derecha cavernaria, que no entiende la oposición como un espacio de diálogo y eso es algo inédito respecto de otras dictaduras”, afirmó.
Por su parte, Felipe Reyes señaló que este acto tiene que ver con una historia cercana: “Me encantaría decir que estamos viviendo el capítulo final de este pinochetismo exacerbado (…). Pero, ahora vemos que estos ex jóvenes que tienen puestos de poder están poniendo a sus hijos en subsecretarías en ministerios o en el Congreso”.
En esa línea, indicó que la mirada económica de quienes participaron en el acto de Chacarillas influenció incluso la estrategia que el Gobierno lideró frente a la pandemia, priorizando la protección económica por sobre el carácter humanitario.
“Hilando un poco más fino, me atrevería a decir que tiene que ver con una cuestión de clase. Muestra la segregación que ellos mismos han fomentado, no solamente de una praxis política, sino que en una forma de entender el hacer país. Esta idea de dividir la nación, diciendo este sector sí en cuarentena y el otro tiene que venir a trabajar a nuestras empresas, a nuestras casas”, manifestó.
Chacarillas, los elegidos de Pinochet puede ser adquirido vía online y en las plataformas de Alquimia Ediciones.