La presidenta de la Red de Salas de Teatro, Verónica Tapia, advirtió este martes que hay espacios culturales a los que “les quedarán uno o dos meses aguantando” el impacto que han sufrido debido a la crisis sanitaria.
En el foro Hablemos Todus, organizado por el Senado Universitario y difundido por Radio Universidad de Chile, la también directora ejecutiva del Teatro Universidad Católica habló del impacto que la crisis ha tenido en las artes escénicas: “Hay teatros que viven del borderó, de lo que pagan las personas en su entrada. Están cerrados desde el 16 de marzo y desde octubre se pudieron abrir pocas veces. Es algo que no solo afecta a las personas que trabajan en ese teatro, sino a todo un ecosistema. Lo mismo pasa con un museo o un centro cultural”, afirmó.
“Si en un teatro dejo de pagarle a la compañía, el autor también deja de percibir su derecho de autor, los técnicos, diseñadores, productores… todos los trabajadores dejan de recibir, porque son la base de ese ecosistema. Los espacios recibimos esa creatividad para exponerlo a una audiencia, pero si no estamos, se cae la estructura”, detalló.
En ese sentido, Tapia manifestó su “miedo” y preocupación porque “los espacios culturales están todos a punto de cerrar. Les quedarán uno o dos meses aguantando, rasguñando, si es que”.
Asimismo, previó que si la crisis se resuelve y las actividades se pueden retomar, faltarán plataformas: “Los artistas no van a tener dónde exponer, porque las salas van a estar cerradas. Ahí nuestra crisis va a ser mucho más larga. Lo que trato de decir todo el tiempo es que cuidemos estos espacios, porque al final van a protegernos a todos después. Sentimos que eso no se está haciendo”, indicó.
Por su parte, el senador universitario Luis Montes, académico de la Facultad de Artes de la Universidad de Chile, consideró que la pandemia ha dejado “a la vista” algunos de los problemas que el ámbito cultural arrastra hace tiempo. “Lo que tenemos hoy es consecuencia de una manera de ejercer políticas culturales que tiene dos características: su identidad asistencialista y su concursabilidad”, señaló.
“El concurso y el proyecto tiene un corto plazo, puedes trabajar uno o dos años y la continuidad de tu producción no está asociada. Siempre se ha entendido que el Estado no tiene por qué sostener el sistema artístico. En ese sentido, sabemos que el mercado no necesariamente opera de forma efectiva en todos los ámbitos de la producción humana”, añadió.
En esa línea, Luis Montes sostuvo que “la estructura completa apunta hacia una desvalorización de lo que denominamos el mundo de la cultura” y calificó como “tremendamente relevante” el robustecimiento de las instituciones culturales asociadas al Estado.
“Me pregunto, por ejemplo, cuáles son las políticas de adquisición de obras de las principales instituciones de nuestro país en el ámbito de las artes visuales ¿Bajo qué lógica adquieren obras el Museo de Arte Contemporáneo, el Museo de Bellas Artes, y cómo eso moviliza el ámbito no solo de la adquisición, sino fundamentalmente del estudio de las obras? (…) El papel preponderante debe ser de una columna central, donde se asienta una referencia desde el Estado hacia la producción del mundo de la cultura”, argumentó.