En el marco del majestuoso Monte Rushmore, donde están esculpidos los rostros de cuatro de sus históricos predecesores, el presidente Trump destacó los valores de su país durante un espectáculo pirotécnico la víspera del Independence Day, la fiesta nacional. Sin prestar demasiada atención a los alarmantes récords de contagios de COVID-19 registrados en su país, donde los registros de contaminación baten récords diariamente.

De buen humor, Donald Trump evocó bromeando, la posibilidad de que algún día su propio rostro, esculpido en la roca figure, junto a los de célebres predecesores: George Washington, Thomas Jefferson, Theodore Roosevelt y Abraham Lincoln.

Sin embargo, la portavoz del Servicio de Parques Nacionales, Dana Soehn, explicó que la roca que rodea los rostros esculpidos entre 1927 y 1941 en la cadena montañosa de Black Hills, no dejan lugar a más esculturas.

Trump fue recibido calurosamente en el estado de Dakota del Sur, estado poco poblado que le dio un 60 por ciento de sus votos en 2016. En su discurso Trump dijo: “Estados Unidos es el país más justo y excepcional que haya existido en la tierra”, ante una multitud que pedía: “Cuatro años más”.

Pocos minutos antes de su llegada, los datos de la Universidad Johns Hopkins afirmaron que los Estados Unidos habían registrado el viernes 57.683 nuevas infecciones en 24 horas y que podrían llegar a un nivel de 100.000 nuevos casos diarios. Mientras diversos estados que iniciaron el desconfinamiento, dan marcha atrás. La novia del hijo mayor de Trump, Donald Trump Junior, dio positivo a la prueba de COVID-19 según The New York Times.

A cuatro meses de las presidenciales, el mandatario republicano aparece rezagado en las encuestas frente a su rival demócrata.