La “Operación Océano” está en curso desde marzo y entre los imputados hay empresarios, ex jueces, arquitectos, políticos y maestros, quienes según la fiscalía gracias a su posición social, ofrecían a las adolescentes dinero, drogas, ropa o viajes en yate a cambio de sexo.
Los contactos se hacían por las redes sociales, donde las chicas dejaban claro que eran menores de edad. Se investiga también si la muerte de una joven que primero se explicó como un suicidio pudo ser un asesinato.
Entrevistada por medios locales, la fiscal de Delitos Sexuales, Violencia Doméstica y Violencia Basada en Género, Darviña Viera, describió al perfil de los abusadores: Todos tienen “cierto poder económico, algunos más, otros menos. Este tipo de delito no lo cometen los pobres, hay que tener dinero para hacer ciertos regalos o pagar determinadas sumas de dinero”, comentó explicando que la mayoría son varones por sobre los 50 años, incluso, algunos superan los 60 0 70 años.
“Todo esto empieza por la captura de un celular en un caso de asesinato”, recuerda Luis Purtscher, presidente del Comité Nacional para la Erradicación de la Explotación sexual comercial y no comercial de la Niñez y la Adolescencia. “Es la confirmación de varias hipótesis que veníamos siguiendo desde hace bastante tiempo desde nuestro trabajo de campo. Tiene que ver con el perfil de los explotadores, donde básicamente esta relación de desigualdad de poder se expresa en que entre ellos tenemos a gente con formación y clase media y alta”, confirmó.
La explotación de NNA, la mayor puesta en evidencia en la historia de Uruguay, tiene la particularidad del uso de internet. “Hay un cambio de escenario, de enganche de las adolescentes que sucedía en el mundo real. Se traslada al mundo virtual de las tecnologías de la información y de la comunicación: básicamente celulares y plataformas que ofrecen encuentros y que facilita ese enganche del adolescente para pasar a ser una mercancía más en el mercado del sexo”, explicó Purtscher.
Sin embargo, la fiscal Viera ha descartado que se trate de una red de abuso. Más bien, y según se señala en entrevistas de prensa, serían hombres que responden al perfil señalado que, de manera individual, contactaban a adolescentes de “clase media”, entre 14 y 17 años.
La Operación Océano continúa y podría haber más detenciones e imputaciones en los próximos días.