Salario mínimo en tiempos de crisis: el debate entre el aumento y las limitaciones del contexto económico

En septiembre deberá quedar sellado el tema, no sin antes un tenso debate entre quienes ven fuera de foco un aumento de sueldo sustantivo en tiempos donde el desempleo alcanza los dos dígitos, y entre quienes ven un sueldo por encima de la línea de la pobreza para reactivar la economía.

En septiembre deberá quedar sellado el tema, no sin antes un tenso debate entre quienes ven fuera de foco un aumento de sueldo sustantivo en tiempos donde el desempleo alcanza los dos dígitos, y entre quienes ven un sueldo por encima de la línea de la pobreza para reactivar la economía.

Es un escenario adverso, pero la discusión por el salario mínimo nose puede pasar por alto. Si en tiempos normales dicha discusión desata pasiones, en tiempos de pandemia y crisis social la tensión entre los distintos actores no debiese ser menor, sino todo lo contrario.

El ministro de Hacienda, Ignacio Briones, ya ha sostenido dos reuniones con representantes sindicales, entre ellos, la Central Unitaria de Trabajadores (CUT). Si bien las posturas ya están más o menos definidas, aun no se ha entrado de lleno en la discusión, que debiese estar finiquitada en septiembre.

Por ahora no se ha hablado de cifras, pero desde la CUT proponen, como piso, que el salario mínimo este por sobre la línea de la pobreza, es decir, 450 mil pesos.

Dicha propuesta ya tiene voces disonantes entre algunas autoridades parlamentarias y ejecutivas, sobre todo por el contexto actual del país, sin embargo, Nolberto Díaz, secretario general de la CUT, aseguró a nuestro medio que subir el sueldo mínimo por encima de la línea de la pobreza reactivaría la economía, tal como pasa con el retiro del diez por ciento de las pensiones.

“Nosotros creemos que siempre hay excusas de todo tipo para negarse a subir el salario, cuando son tiempos de normalidad porque hay que ahorrar para el futuro, cuando son tiempos de crisis porque no nos podemos arriesgar. Lo que es evidente y claro es que el retiro del diez por ciento de los trabajadores de sus ahorros, van a hacer repuntar la economía. Subir el ingreso mínimo a una cifra razonable, significa superar la línea de la pobreza sin hablar de montos todavía, es la mejor noticia para reactivar la economía porque la gente, cuando le suben el salario mínimo, no mete la plata bajo el colchón, sino que va a pagar deuda, va a comprar lo que necesita, va a reactivar la economía”.

La disputa se prevé compleja, ya que necesariamente el establecimiento de un sueldo mínimo debe pasar por el Congreso. Leopoldo Pérez, diputado de Renovación Nacional, aseguró que es irresponsable aumentar significativamente el salario mínimo en el actual contexto, cuando la prioridad debe ser recuperar los empleos perdidos por la pandemia.

Además, el legislador criticó la postura de la CUT aludiendo que dicha organización no es representativa y obedece a intereses de ciertos partidos políticos de izquierda.

“En su mayoría es el sector público el que mantiene a la CUT hoy, la ANEF, los profesores, etcétera, pero los seis millones de trabajadores que no son del sector público, la CUT representa el cinco por ciento, entonces creo que la CUT está un poquito sobredimensionada, pero bueno, ellos responden a intereses políticos, porque además son militantes, entonces es el típico juego político de doblar la mano, pero la ciudadanía debe estar conteste de la realidad del país en este minuto”.

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Será el ministro de Hacienda, Ignacio Briones, quien haga la propuesta final.

En cuanto a la opinión de especialistas, el economista Alejandro Alarcón compartió la visión de Leopoldo Pérez en cuanto a que el contexto actual no permite pensar en un aumento salarial sustantivo, pues el nivel de cesantía fija otras prioridades. Además, sostuvo que las pequeñas y medianas empresas no podrán aguantar pagar el salario deseado por la CUT.

Ante tal panorama, Alarcón propuso reajustar el salario mínimo en base a UF.

“Si tú agregas la gente que se ha salido del mercado laboral y que ni siquiera puede ir a buscar trabajo, llegamos a cifras del 30 por ciento, y cuando hay un 30 por ciento de desempleo, es difícil poner un salario más alto sin que las empresas tengan efecto, entonces yo creo que el reajuste se debiera pactar alrededor de la UF para que el impuesto de inflación no se lo pasen a los trabajadores”.

Otra visión tiene el economista Andrés Solimano, pues, según su experiencia, independientemente del estado económico del país, siempre hay resistencia por parte de las autoridades para aumentar el salario mínimo.

En este sentido, llamó a hacer los esfuerzos necesarios para que los trabajadores no se lleven todo el peso de la crisis.

“Esa lógica de que no es conveniente subir el salario mínimo yo la vengo escuchando en todas situaciones, en una economía que crece, en una economía que crece menos, o en una economía en contracción. Si bien ahora es más complicado pagar el salario mínimo, sobre todo para empresas que están endeudadas, no se debe dejar caer en los trabajadores el costo de la crisis, entonces hay que buscar arreglos en que las empresas también hagan algún sacrificio”.

Además, el exdirector del Banco Mundial para Chile ve con buenos ojos que en casos de que las pequeñas empresas no puedan cumplir con el salario mínimo a sus trabajadores, el Estado subsidie parte de este, tal como algunos actores ya han propuesto.

En concreto, las negociaciones siguen su curso. Por lo pronto, este lunes 17 de agosto se realizará la tercera reunión entre el Ministerio de Hacienda y la CUT. En esta ocasión se espera un debate más a fondo en cuanto a las distintas propuestas sobre el salario mínimo.





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