#VidaenPandemia: Mujeres jóvenes, la salud mental más afectada en pandemia

A través de un estudio elaborado por investigadores de la Universidad de Chile se determinó, también, que un 73% de ese grupo, declara problemas para pagar créditos de consumo.

A través de un estudio elaborado por investigadores de la Universidad de Chile se determinó, también, que un 73% de ese grupo, declara problemas para pagar créditos de consumo.

A través de un estudio titulado #VidaenPandemia, investigación longitudinal e interdisciplinaria realizada por la Universidad de Chile se revela que la desigualdad tiene una primera connotación socioeconómica que se traduce también en distintas formas de vivir la cotidianidad y entender a la sociedad en contextos de crisis como la actual.

Bienestar mental y físico, trabajo y endeudamiento, actuar de la autoridad, condiciones de aislamiento, relaciones familiares y comunitarias, y visiones de la sociedad son parte de los temas abordados en este trabajo que hará un seguimiento sobre la forma en que la pandemia está impactando la vida de las personas a nivel psicológico, socioeconómico, sociopolítico y cultural.

Este jueves 26 de agosto se dio a conocer el primer informe de esta investigación, el cual contiene los principales resultados sobre impacto económico, estado de ánimo y salud mental a partir de una primera encuesta aplicada a 2.552 personas durante julio.

Impacto económico y estado de ánimo

En el primer informe se ve, como una de las primeras conclusiones, la desigualdad de los impactos de la pandemia, donde los más golpeados son los grupos pertenecientes a estratos sociales de menores ingresos, generaciones intermedias y jóvenes, y mujeres.

La encuesta, que preguntó también por la condición de empleo, reportó que un 21% de los encuestados declaró haber perdido su trabajo; mientras un 24% señala que algún miembro de su familia quedó sin empleo. Esta cifra es mayor entre jóvenes de 18 a 29 años, un 25% de los cuales indica haber perdido su trabajo.

Sobre el nivel de endeudamiento, este se eleva, principalmente, en el segmento de menores ingresos, donde un 73% de las personas declara problemas para pagar créditos de consumo y un 56% señala dificultades para comprar artículos básicos. Sin embargo, no solo representa una situación difícil en este segmento, pues el problema también alcanza al grupo de más altos ingresos, un 32% de los cuales indican problemas para pagar créditos de consumo. El desglose etario indica, por otra parte, que los jóvenes son los más endeudados, quienes en un 60% reportan problemas para pagar créditos de consumo y un 38% indica dificultades para comprar artículos básicos.

“Otra distinción importante se dio en relación a fuentes de financiamiento para grupos con diferente nivel de ingreso. En el cuartil de menores ingresos, el 37% de los encuestados indicó haber recibido un aporte o préstamo de familiares o amigos. Por otra parte, en los segmentos más acomodados predominó la reestructuración de créditos preexistentes”, agrega la investigación.

El sentimiento de incertidumbre crece entre la población, así el 24% de los entrevistados cree altamente probable quedar sin trabajo, 48% piensa que es altamente probable que la deuda del hogar aumente y un 56% afirma como altamente probable que el ingreso del hogar se reduzca. El panorama de incertidumbre económica es más complejo entre los más pobres, segmento donde el 75% cree que el ingreso del hogar se reducirá en los próximos meses, y el 66% cree que la deuda del hogar aumentará.

Más de la mitad con ánimo deteriorado

“Las respuestas relacionadas a sentimientos y sentidos puestos en juego durante la pandemia, varían principalmente por edad y secundariamente por género. En términos generales, el estado de ánimo ha sufrido un deterioro durante la pandemia en más de la mitad de las personas, y alrededor de un tercio está desanimado o muy desanimado en el presente”, dice el estudio.

El análisis por grupo etario indica que 65% de los jóvenes entre 18 y 29 años dice que su bienestar o salud mental ha empeorado. En el otro extremo, un 45% de las personas mayores de 60 años indica empeoramiento de su bienestar o salud mental y un 53% dice mantenerse igual que antes de la pandemia.

En distribución de género, son las mujeres las que ven más impactado su estado anímico, donde un 62 por ciento declara empeoramiento en su estado de bienestar y salud mental, versus un 50% en el caso de los hombres. Pero los resultados más reveladores aparecen al considerar respuestas por género y edad. Bajo este prisma, resalta que el 69% de mujeres más jóvenes, entre 18 y 29 años, y el 63% de las pertenecientes al segmento 30 a 44 años, declaran que su bienestar o salud mental ha empeorado. El alto impacto en mujeres también se replica en los segmentos 45-59 y sobre 60, con un 59% y 55%, respectivamente. En los hombres, el segmento más afectado fue el juvenil, donde un 61% indicó empeoramiento de su bienestar o salud mental.

Las diferencias por grupo también son notorias al considerar género y edad en preguntas sobre estado de ánimo actual. En este ámbito, el 42% de los hombres y el 45% de las mujeres entre 18 y 29 años declaran sentirse desanimados o muy desanimados. La tendencia es algo distinta entre mayores de 60 años, con un 19% de hombres que señala sentirse desanimado y un 44% que afirma estar animado, mientras en las mujeres la respuesta predominante, con un 47%, es “ni animado ni desanimado”.

Sentimientos frente a la crisis

Responsabilidad, preocupación y solidaridad son los tres términos comunes a las experiencias de las generaciones, los estratos y el género. En sentido inverso, el miedo es un sentimiento excepcional: lo experimentan mujeres jóvenes y de grupos de más bajos ingresos. El cansancio, en tanto, es una experiencia de mujeres jóvenes de todos los estratos sociales.

El estudio identificó dos tipos de experiencia en los extremos, la de los hombres mayores, por un lado, y la de jóvenes (hombres y mujeres) y mujeres con menores niveles de ingreso, por otro. Para los primeros, la experiencia es de signo positivo, es bienestar-esperanza, tranquilidad-calma, confianza, optimismo, seguridad, alegría, responsabilidad, preocupación, solidaridad y gratitud. Para el otro grupo la experiencia está asociada a malestar-cansancio, aburrimiento, inquietud, frustración, angustia y agobio.

En el ámbito del malestar las emociones predominantes son dos: cansancio y aburrimiento. El primero domina la experiencia de generaciones jóvenes e intermedias, y de mujeres situadas en distintos estratos socioeconómicos. El aburrimiento, en tanto, se suma a la experiencia de cansancio en jóvenes

Vida en Pandemia aplicará en total cuatro olas de encuestas durante este año para monitorear la evolución del impacto de la pandemia en la sociedad.

El proyecto es liderado por la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Chile y cuenta con el patrocinio de instancias centrales del plantel, del Instituto Milenio para la Investigación de Imperfecciones de Mercado y Políticas Públicas (MIPP) y de UNESCO. En él participarán investigadores e investigadoras de la Universidad pertenecientes a las facultades de Ciencias Sociales, Economía y Negocios, Ciencias Físicas y Matemáticas; Filosofía y Humanidades, Medicina y Derecho.





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