Un hombre murió tras recibir un disparo en Portland (Oregón) durante la noche del sábado, tras una tarde de enfrentamientos entre manifestantes por la justicia racial y miembros de una caravana de vehículos de seguidores de Donald Trump. El occiso, según la agencia Associated Press, llevaba una gorra con el logo de Patriot Prayer, un grupo de ultraderecha.
La muerte ocurrida en Portland, tiene lugar tras una semana particularmente agitada en que las protestas por la justicia racial han sacudido diversas ciudades de Estados Unidos.
El domingo pasado en Kenosha, -localidad del sureste de Wisconsin-, un policía disparó repetidamente por la espalda a un ciudadano afroamericano, Jacob Blake, que sigue hospitalizado. Hecho que desató airadas protestas en nombre del movimiento antirracista Black Lives Matter, provocando también una histórica movilización de deportistas profesionales que implicó la cancelación de varios partidos en diversas ligas de la NBA, incluido el béisbol, el fútbol y el tenis.
Las protestas en Kenosha fueron particularmente violentas con vehículos quemados y tiendas saqueadas. Milicias vecinales armadas se enfrentaron a los manifestantes y un joven de 17 años abrió fuego con un fusil de asalto, actualmente está acusado de matar a dos personas.
Los incidentes intervienen tres meses después de la muerte de George Floyd -un afroamericano desarmado-, en Minneapolis, ahogado por un policía que le aplastaba el cuello con la rodilla. Desde esa fecha, Portland ha sido el epicentro de las protestas de los grupos Black Lives Matter.
En repetidas ocasiones el presidente Trump ha evocado Portland como el ejemplo mas ilustrativo de la necesidad de aplicar mano dura con las protestas, y de cómo los demócratas -que gobiernan la ciudad y el Estado- son incapaces de mantener el orden público; en una clara perspectiva electoral, de cara al 3 de noviembre próximo, el que seguramente uno de los comicios más reñidos de los últimos tiempos en una sociedad profundamente dividida por la gestión del presidente Trump.
