El diputado de Renovación Nacional Marcelo Mellado se refirió en conversación con Radio y Diario Universidad de Chile a la compleja situación de violencia y de cómo debería ser abordada por parte de las autoridades.
En este sentido, el parlamentario planteó que el nuevo ministro del Interior, Rodrigo Delgado, no tiene tiempo qué perder para abocarse a la resolución de los conflictos en la región, y que a diferencia de lo que puede suceder en el resto del país, el jefe de Gabinete “no tiene una luna de miel” en la zona, lo que se vería refrendado, a su juicio, en los tres ataques incendiarios que se registraron en la macrozona a horas de asumir el cargo.
Para el diputado, no hay duda de que en su región estamos en presencia de acciones terroristas, y sindica a la Comunidad Arauco Malleco (CAM) como parte de esto la cual, a su juicio está llevando a cabo una política de copamiento territorial cuyo objetivo es sacar a personas de sus tierras, no sólo a las empresas forestales.
“Ahí hay un tema que va creciendo, y es para que la gente que vive en ciertos lugares de La Araucanía y Arauco, se vayan de esos lugares, dejen de producir y eso es sembrar terror. Nadie quiere, por ejemplo, ir a ciertos lugares a construir, hay escuelas en Temucuicui que ya no quiere ir ningún contratista a hacerla, ni siquiera por dos millones de pesos el metro cuadrado”.
Respecto de la reciente entrevista a Héctor Llaitul en nuestra radio, en la que deslinda responsabilidad de la CAM en los recientes ataques en la región, el diputado de RN aseguró que Llaitul “se está sacando los pillos” cons sus declaraciones, y fue más allá al pedir que la fiscalía le cite a declarar por su potencial participación en los hechos.
Mellado fundamenta su punto de vista en aspectos que serían de conocimiento público como libros presentados por Llaitul en los que se detallarían las formas de operar del colectivo en La Araucanía, e insistió en que le parece “muy raro” que el Ministerio Público nunca lo haya citado a declarar.
“Entonces tú dices, este señor que es muy hábil e inteligente, no lo compren por tonto, tiene un discurso que él encuentra que lo que está haciendo es solamente un copamiemnto territorial y un levantamiento político de su tema. Pero, las consecuencias de ese actuar van más allá, las consecuencias siembran el terror en lugares como Lago Lanalhue, Lleu-Lleu y de todo el sector donde ya nadie puede vivir tranquilo y tener la propiedad privada que tiene inscrita en el Conservador de Bienes Raíces, ya no se siente seguro”.
Respecto de las formas de abordar la situación compleja que representa La Araucanía, Mellado aseguró que es necesario, fundamentalmente, dedicarle tiempo al diálogo, y que eso es, precisamente, lo que desde su perspectiva había comenzado a hacer el ministro Alfredo Moreno.
El parlamentario de RN recordó que se debe conocer a las personas para construir una buena relación, y de eso hubo atisbos, a su juicio, después de la muerte de Camilo Catrillanca, pero luego esto se vio truncado, especialmente la idea de realizar una Consulta Indígena.
También, recordó lo que calificó como “excelente trabajo” del obispo Héctor Vargas durante el segundo gobierno de Michelle Bachelet, en el que se generó una Mesa de Diálogo, pero lo que faltó fue que esa solución se hubiera plebiscitado allá en La Araucanía, lo que habría generado desde su perspectiva una política de Estado para la zona.
“Para resolver los problemas tienes que meterte dentro del agua, en profundidad para poder resolverlo, y eso lo hacemos nosotros desde la región si nos dan los poderes, pero hoy no existen los poderes en las regiones, delegados para poder resolver esos problemas. Yo tengo fe en esa parte, aunque me dirán que el gobernador regional no va a tener mucha atribución, pero te aseguro que abril, saliendo los gobiernos regionales le van a hacer la vida de cuadritos a cualquier gobierno si es que no les dan los recursos que corresponden”.
Finalmente, el diputado Miguel Mellado hizo un llamado a las autoridades a no cejar en los esfuerzos de generar las condiciones de una efectiva regionalización para el país y así dejar de lado el centralismo paternalista, y no esperar que las políticas públicas que las afectan caigan “como el maná” desde Santiago.