En conversación con Radio y Diario Universidad de Chile, el senador del Partido Socialista Carlos Montes se refirió al reciente rechazo de la acusación constitucional contra el exministro Víctor Pérez en la Cámara Alta, con votos de senadores de la oposición.
Montes calificó el rechazo a la acusación como “una señal bastante confusa al país”, ya que el hecho que Víctor Pérez haya renunciado a su cargo no dejaba sin efecto la acusación en su contra, y recordó que ya en Dictadura se cambió esta ley para dejar claro que a pesar de que un personero de gobierno haya dejado su cargo, esto no lo exime de responsabilidad política por lo obrado durante su mandato.
Montes acotó que los siete senadores socialistas votaron a favor del libelo tal como fue planteado por la Cámara, no obstante lamentó que algunos senadores de oposición no se hayan plegado a su aprobación, algunos por consideraciones políticas, otros por aspectos técnico-jurídicos y otros por consideraciones de experiencias personales.
“Estando los capítulos aprobados en la Cámara de Diputados, la obligación del senado era pronunciarse por ellos, si efectivamente eran transgresiones o no eran transgresiones a las normas, y aquí hubo distintas opiniones y, finalmente, no se aprobó por distintas consideraciones, no todas por el hecho de haber renunciado, aunque eso influyó, sino que varias por el hecho de considerar que el fundamento jurídico de los capítulos era insuficiente”.
El senador PS desestimó las críticas que apuntan, especialmente desde el oficialismo, a un supuesto abuso de las acusaciones constitucionales. El parlamentario recordó que en los gobiernos de Bachelet también se presentaron numerosos libelos contra ministros de la época.
En este sentido, Montes defendió la atribución que tiene la Cámara para hacer uso de este instrumento jurídico, e insistió en que el fondo de esto es el problema que tiene el actual gobierno de no contar con mayoría en el Parlmento, sumado al cuestionamiento y descrédito que tiene el Ejecutivo entre la población chilena.
Por esta razón, el senador plantea que el gobierno expresa una dificultad de comprender la realidad política actual, y por el contrario intenta imponer su visión sin considerar lo que el país piensa, razón por la cual augura que los meses que le restan al actual gobierno, serán complejos y de fuertes tensiones.
“Esperemos que el Gobierno entienda y vaya acercándose a enfrentar con mayor fundamento y con mayor realidad, con mayor realismo los temas y buscando entendimientos reales, porque si entendimiento es estar de acuerdo con lo que el Gobierno dice eso no es propio de una oposición que ha sido tremendamente constructiva, le hemos aprobado todas las leyes al Gobierno, pero también crítica porque creemos que han sido leyes con muchos defectos, como es el caso del Presupuesto”.
El parlamentario ahondó en su apreciación asegurando que el gobierno está “bastante debilitado”, por lo que llamó a que se genere un plan de trabajo de emergencia desde el Ejecutivo para enfrentar el tiempo que le resta en La Moneda, que convoque a distintos actores de la sociedad como empresarios, trabajadores, universidades, medios de comunicación, etc.
Por el contrario, lo que el senador Montes aprecia, por ejemplo en la Ley de Presupuesto que se discute en el Senado, es que el gobierno “trata de imponer visiones y conceptos”, lo que genera dificutades para establecer espacios de diálogo sobre aspectos más sustantivos.
“Criticar a la oposición porque tiene opinión diferente a la del Gobierno, yo creo que no es lo que ayuda a enfrentar las cosas. Estamos con un gobierno bastante debilitado, pero que no siempre tiene conciencia de su debilidad y la necesidad, por lo tanto, de tener un plan o una perspectiva para los 16 meses que le quedan, una perspectiva más consistente con eso y respondiendo a las necesidades del país”.
“Lo importantes es que hayan escaños reservados para los pueblos originarios”
Respecto de la discusión sobre los escaños reservados para pueblos originarios en la Convención Constituyente, para Montes los principales temas en juego son: cuántos escaños deben tener y de qué manera representar a las distintas etnias, en segundo lugar si son adicionales a los 155 ya estipulados o no, y por último quiénes deben tener derecho a voto sobre esos escaños reservados.
Desde su punto de vista, el número de puestos en la Convención para pueblos originarios no debe ser menor que 15 para asegurar una adecuada representación y estima que estos deben ser adicionales a los 155 para que tengan incidencia real en el conjunto de la asamblea.
Sin embargo, reconoce que para el tercer punto ya no hay tiempo de generar un padrón electoral que distinga a los votantes de pueblos originarios, ya que los registros de la Corporación Nacional Indígena (Conadi) son insuficientes, por lo que plantea que sean los mismos electores quienes pidan la papeleta respectiva para votar por los representantes indígenas, no obstante reconoce que no habrá acuerdo en el Senado sobre estos temas.
“Todo indica que no va a haber acuerdo, no va a haber mayoría hoy día, y probablemente va a ir a una comisión mixta que tiene que resolver los detalles y las diferencias que hay. Lo importante es que haya escaños reservados, y que haya un reconocimiento a los pueblos originarios de su pertenencia a la comunidad política nacional a través de reconocer su especificidad de su cultura y su historia”, concluyó el senador Montes.