Sin acuerdo entre los gremios del sector público y el Gobierno, este jueves la Comisión de Hacienda aprobó el reajuste propuesto por el Ejecutivo para los trabajadores y trabajadoras fiscales.
En medio de una nueva jornada de movilizaciones que se suma a las que ya se han dado esta semana, la Mesa del Sector Público criticó una vez más la actitud del Gobierno en las negociaciones, en las que no habrían dado espacio para incluir las propuestas de los empleados fiscales. Pero pese a esto el Gobierno ingresó el proyecto tal como se había escrito originalmente. ¿Cuál es la propuesta de Hacienda? Un reajuste del 2,7% para rentas brutas bajo el millón y medio de pesos y de 0,8% para las rentas brutas sobre ese monto. Esta idea, naturalmente, fue y sigue siendo rechazada por las 16 organizaciones de empleados fiscales, que consiguieron el apoyo de parlamentarios de oposición.
¿A qué apuntaban desde la Mesa del Sector Público? “Es reponer el conjunto de los beneficios contemplados en la ley de reajuste 2019, ese es el parámetro que tenemos, y que está establecido en garantizar cada uno de ellos en relación a recuperar ese poder adquisitivo producto de la inflación. Eso hace la síntesis de lo que nosotros estos días hemos impulsado”, indicó el presidente de la Asociación Nacional de Empleados Fiscales (ANEF), José Pérez.
“Mezclar peras con manzanas, de bonos, de total de haberes y efectos que son conquistas sindicales, por eso hablamos de aquellos bonos como un derecho que no es un piloto automático, sino que son espacios de negociación que fueron trabajados en este Parlamento”, agregó el dirigente sindical.
No obstante, desde el Ministerio de Hacienda mantuvieron su negativa a un aumento en el reajuste y así también a la inclusión de los distintos bonos que anteriormente se habían incluido. El ministro Ignacio Briones argumentó su posición en que hoy los trabajadores debieran estar preocupados de mantener su fuente laboral, más que de recibir beneficios extraordinarios. “La pregunta de fondo es entender claramente qué compone la remuneración bruta, que es lo que discutimos, y qué otros beneficios -yo no me pronuncio sobre la corrección de éstos, simplemente dar cuenta de ellos- existen”, señaló el secretario de Estado.
“Porque cuando uno habla con la gente en el sector privado yo pregunto si hay muchos que reciben bonos de vacaciones y otro tipo de beneficios, probablemente en un año bueno sí, existen, pero este año yo tengo serias dudas de que esa sea la variable en comparación en el sector privado, en donde en realidad la preocupación principal es tener pega, más que tener bonos de vacaciones”, añadió Briones.
Sin embargo, no se logró imponer esta postura en la Comisión de Hacienda, que terminó aprobando la idea de legislar el proyecto con 7 votos a favor, 5 en contra y una abstención. El diputado comunista y presidente de la instancia, Daniel Núñez, criticó fuertemente la postura del Gobierno y un supuesto incumplimiento de los compromisos que había adquirido el ministro Briones en la discusión en el Senado. En ese sentido, Núñez llamó al Ejecutivo a hacerse cargo de lo prometido. “Ustedes no cumplieron“, sentenció.
“Yo por lo menos, no puedo entregar una confianza porque los actos que a ustedes les correspondía hacer no los cumplieron. Ese aspecto me parece que es realmente increíble, el Gobierno está en deuda y yo le pido que, por lo menos, cumplan su palabra. Cómo lo hagan, si en la ley ahora o con alguna indicación, no sé, pero cumplan con su palabra, porque ustedes están faltando a su deber como Gobierno y al compromiso que tomaron con todo este Congreso públicamente“, sostuvo Núñez.
Recordemos que uno de los nudos críticos de la discusión en la Cámara del reajuste al sector público han sido los bonos de reconocimiento. En específico, se pedía una bonificación para los trabajadores de la salud por la labor fundamental que han cumplido durante el transcurso de la pandemia, pero que éste se viera reflejado en un aumento en el reajuste para ese sector. No obstante, siendo el Gobierno el único que puede incluir modificaciones al proyecto original, esa idea terminó siendo descartada.
Ahora, el mensaje presidencial está siendo revisado por la Comisión de Trabajo en una discusión de tintes más políticos que técnicos, para luego pasar a ser discutido y votado en Sala, en una sesión especial que quedó citada para las 15 horas de esta tarde.