En conversación con Radio y Diario Universidad de Chile, el decano de la Facultad de Derecho de nuestra casas de estudios y profesor de Derecho Constitucional Pablo Ruiz-Tagle, realizó un balance legislativo de este 2020, marcado, particularmente por el inicio del proceso constituyente.

Ruiz-Tagle planteó que si uno revisa la historia constitucional de Chile desde 1990 podemos ver una serie de cambios que hacen que este proceso constituyente “no sale de la nada”, para él se trata de un proceso de “profundización de la democracia”, que pasa de un sistema que cada cierto tiempo nos permitía votar pero olvidando ciertas tareas colectivas.

En este sentido, el decano de la Facultad de Derecho sostuvo que la desigualdad social histórica que ha exhibido nuestro país es el principal motor de cambios constitucionales: 07.00 “La desigualdad ha sido un motor, un combustible para grandes procesos constitucionales, la Independencia para no quedarnos cortos, tiene que ver con una idea de desigualdad entre criollos y peninsulares, y cada uno de los proceso constitucionales que hemos tenido en Chile han sido alimentados por un sentimiento de desigualdad, que no es justo, que se quiere cambiar”

El decano se manifestó partidario de las soluciones graduales y parciales de la Constitución, de hecho declaró está convencido que se pudieron haber hecho todos los cambios necesarios a la Carta Magna sin necesidad de llegar a este punto, no obstante rescató que una vez puestos en este tránsito histórico, lo importante es tener la conciencia clara de que debemos mantener las reglas democráticas de cara al proceso constituyente.

“Lo más valioso en un proceso constituyente es que se haga de una manera democrática, se haga en paz. En Chile hemos tenido muchos procesos constituyentes autoritarios, muchas constituciones impuestas por un bando o por otro, por los militares”. Por lo mismo, el decano de la Facultad de Derecho hizo énfasis en lo inédito que este proceso constituyente representa para nuestro país, y llamó a tener en cuenta que la Constitución no es una ley cualquiera, que exige tener una mirada de 360 grados, de todos los sectores políticos.

Destacó además que, si bien es necesario rescatar elementos de la historia constituyente para incluirlas en la nueva Constitución, hay una serie de nuevos temas que se han enarbolado por ciertos sectores de la población que considera muy interesantes y valiosos de ser introducidos en la nueva ley fundamental.

“Hay temas como la paridad, hay temas como la protección constitucional de los animales, hay temas como los escaños reservados para los pueblos originarios, que son temas que anticipan que vamos a tener un proceso constitucional renovado, con ideas totalmente distintas a las que habíamos tenido antes”.

Control y distribución del poder en la nueva constitución

El profesor de Derecho Constitucional planteó que existen cuatro materias fundamentales de una Constitución de las cuales tendremos que hacernos cargo en el proceso constituye: en primer lugar, lo relativo a los derechos de las personas, particularmente en la garantía al acceso a derechos sociales en lo que ve un cierto consenso en las fuerzas políticas.

En segundo lugar, y en lo que vislumbra un avance más complejo, tiene que ver con la estructura del poder, cómo se organiza, por ejemplo si es que se va a instaurar la paridad como un procedimiento para la elección todos los cargos públicos, lo mismo respecto de los escaños reservados.

En tercer lugar está el tema del control del poder, en donde será necesario abordar potenciales reformar al Tribunal Constitucional (TC), la Contraloría y la Corte Suprema, entre otras; y, finalmente, el tema relativo a la producción del derecho, la discusión sobre las supermayorías y quórums para lograr cambios, la importancia de la política y la Constitución como frenos a las mayorías. “En los cuatro temas veo propuestas sustantivas”, acotó.

Reforma al Tribunal Constitucional

Respecto del Tribunal Constitucional, Ruiz-Tagle recordó que él mismo ha participado de variadas propuestas de reforma, es partidario de que no tenga atribuciones preventivas en el proceso de elaboración de la ley, “sino que sólo se active cuando haya un caso de un conflicto concreto” que es como funcionan las mayoría de los TC en el mundo, razón por la cual el profesor Ruiz-Tagle concluye que nuestro TC “tiene un exceso de poder en esa materia”.

El decano de la Facultad de Derecho ha propuesto que se expanda el número de integrantes del Tribunal similar a lo que es hoy la Corte Suprema, y así darle espacio a nuevas sensibilidades políticas en su interior y dotarla de esta manera de mayor legitimidad frente a la sociedad, y además se podrían crear distintas salas adicionales que puedan conocer de materias contenciosas-administrativas.

“En Chile no tenemos una justicia contencioso-administrativa, que es la justicia que resuelve los conflictos entre el Estado y los particulares, en Chile ese tipo de conflicto los resuelve la Contraloría que no es un tribunal, es un ente curioso, o lo resuelve mediante acciones constitucionales como las de protección los tribunales ordinarios, pero en verdad sería una muy buena oportunidad que instaláramos una justicia contenciosa administrativa cuya cabeza fuese el TC”.

Finalmente, el profesor Pablo Ruiz-Tagle si bien reconoció que se debe acometer una “cirugía mayor” que deberíamos hacer al TC, manifestó no estar disponible para eliminar esta institución como algunas voces han planteado como parte del proceso constituyente.

Foto principal: Agencia Uno