Los próximos días podrían definir el curso del Tratado Integral y Progresista de Asociación Transpacífico (TPP-11). Esto, luego de que el Ejecutivo instara a la discusión inmediata del proyecto que, desde octubre de 2019, se encuentra paralizado en el Senado.
Fue el ministro de Relaciones Exteriores, Andrés Allamand, quien instó a la aprobación de la polémica iniciativa, señalando que “votar en contra del tratado es, precisamente, hacerlo en contra de uno de los legados más importantes de la Presidenta Michelle Bachelet”.
El secretario de Estado también presionó a la oposición, manifestando que el retraso del debate perjudica la reactivación económica. “Si el tratado estuviera aprobado, más de 3 mil productos de distinta naturaleza estarían ingresando a los mercados del TPP-11 con ventajas que hoy no tienen”, subrayó la autoridad.
La reactivación del debate tuvo una consecuencia inmediata en la opinión pública. El sábado recién pasado, diferentes organizaciones llamaron a actuar en contra del avance del TPP-11 en el Senado. Por otra parte, senadores como Pedro Araya y Carlos Bianchi ratificaron su rechazo al proyecto.
Ante el anuncio del gobierno de volver a poner en discusión el TPP-11, quiero ser claro que no apoyaré este tratado. pic.twitter.com/JI7SVWMNfI
— Pedro Araya Guerrero (@ArayaPedro) January 8, 2021
Para el académico del Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad de Chile, José Miguel Ahumada, la reactivación del debate por parte del Gobierno es una situación extraña que viene a agudizar la crisis social y política que vive el país: “Lo interpretaría como un intento de tratar de pasar lo más rápido posible el TPP-11, antes de lo que va a ser el inicio del proceso constituyente”, dijo el especialista, en conversación con Radio y Diario Universidad de Chile.
“La salida de más libre comercio en un contexto en el cual el comercio está mermado, estancado, no se sustenta por ningún lado”, puntualizó el académico.
El experto también criticó el argumento del canciller Allamand respecto de que el Tratado podría dar un impulso a la economía local. De acuerdo a ello, Ahumada señaló: “En todo sentido es un despropósito. No tiene fundamento en ninguna parte. Decir que lo que hoy Chile necesita para reactivar su crecimiento es firmar un acuerdo que beneficia marginalmente a nuestra matriz exportadora, no tiene sentido”.
“Lo que está haciendo el Gobierno es tratar de justificar, de alguna forma, este acuerdo que en realidad no tiene un sustento real. No es correcto que se vaya a reactivar la economía con el TIPP-11. No es correcto que esto sea un pilar para el desarrollo económico chileno (…). El tema es que los accesos de mercado que genera el TPP son mínimos, en tanto ya tenemos un acuerdo comercial con todos y cada uno de los países miembros”, recalcó.
Ahumada también indicó que el acuerdo afectaría áreas tan variadas como la propiedad intelectual y las inversiones extranjeras. “Nos impone normas que impiden que el Estado pueda hacer políticas en esas dimensiones”, explicó, indicando que un tema en discusión es cómo el Tratado podría vulnerar la soberanía nacional.
En esa línea, señaló que una vía para la reactivación económica sería la estimulación de la demanda, por medio de una reforma tributaria progresiva, así como el impulso de una política económica que permita diversificar la canasta exportadora. Según el experto, estos caminos serían mucho más fructíferos que la asimilación del Tratado. “Prefiero que esta crisis la paguen a través de una reforma tributaria progresiva, aprovechando nuestra condición en el mercado financiero, a que la crisis la paguen los trabajadores”, subrayó.
La votación del tratado podría realizarse durante la próxima semana, aunque el senador Alejandro Navarro (PRO) anunció que se encuentra reuniendo las firmas para llevar el proyecto al Tribunal Constitucional.