A dos semanas del llamado del presidente Sebastián Piñera a un “acuerdo nacional” y el anuncio de una serie de proyectos de ley con el objetivo de “frenar la violencia en La AraucanÃa”, los diálogos entre el Gobierno y la oposición siguen su curso. La semana pasada sumaron un nuevo hito, con la reunión sostenida en La Moneda con los representantes de la región en el Senado.
La senadora Carmen Gloria Aravena (Ind) y los senadores José GarcÃa (RN), Felipe Kast (Evópoli) y Jaime Quintana (PPD), junto a Francisco Huenchumilla (DC) que asistió de manera telemática, se reunieron con el mandatario y los ministros del Interior, Rodrigo Delgado, y Desarrollo Social, Karla Rubilar, en una cita en el despacho presidencial que se extendió por más de dos horas.
En entrevista con Diario y Radio Universidad de Chile, Carmen Gloria Aravena profundizó en los temas que se abordaron y la postura que defendió en la instancia. “Partimos reconociendo todos que la situación de seguridad en la región está muy compleja. Eso ya es un avance, porque ha costado que la oposición polÃtica reconozca que efectivamente la situación es bastante lÃmite”.
¿En qué acuerdos se tradujo eso?
Hay harto que trabajar, hubo disposición en mi opinión de parte de los dos senadores, que van a estar además siendo parte de la Comisión de Seguridad viendo cómo se abordan estos temas, porque claramente se requieren más herramientas, más inteligencia de las policÃas., más fortalecimiento. Más que reformas tan profundas, las policÃas requieren más atribuciones, que hoy dÃa para la investigación son bastante limitadas.
En estos dÃas la Cámara aprobó un proyecto de resolución para darle atribuciones a las Fuerzas Armadas. ¿Cree que ese sea el camino?
En rigor, y hay que ser bien francos, los militares están, en el contexto del Estado de Catástrofe, al menos haciendo patrullajes carreteros que han ayudado.
Pero en el proyecto piden declarar otro tipo de Estado de Excepción Constitucional, distinto del Estado de Catástrofe…
SÃ, un Estado de Sitio. Lo que está planteando el proyecto de la Cámara de Diputados es un Estado de Sitio, algo distinto. Y hoy dÃa, mi opinión es que el Presidente tiene que tener todas las atribuciones y tienen que dársele todas las atribuciones que estime necesarias.
¿Al Presidente o a la Fuerzas Armadas?
Al Presidente para que tome las decisiones que considere adecuadas. Lo dijo el jueves, que no es tan fácil tomar la decisión del Estado de Sitio, y es comprensible que no es fácil, porque hay una cosa detrás que, en mi opinión personal, tiene que ver con que la fuerza con que ha actuado Carabineros y la PDI en términos de capacidad de respuesta en La AraucanÃa, que es bastante desigual respecto de la que hoy dÃa tienen el crimen organizado y los grupos más radicalizados de la Región.
Lo que pasó con el carabinero, hay cadenas de oración en La AraucanÃa porque la persona está absolutamente complicada, está con una herida de bala con calibre de armamento de guerra y ya se ha dicho que fue a distancia. Por lo tanto, hay cierto manejo de armamento que hoy dÃa no manejan, pero para nada, los carabineros y la PDI en la región.
¿Usted plantea que es mejor darle más atribuciones a las policÃas ?
Ese yo creo que es el principal problema, las atribuciones que hoy dÃa se les han entregado, los protocolos para controlar este tipo de delincuencia -que ya no es delincuencia, para quienes vivimos allá es terrorismo absoluto-, son muy limitados. Uno tendrÃa que entrar en el análisis de qué es mejor: ¿Darles más atribuciones y responder como se debe responder frente a ataques terroristas con armamento de guerra e incendios premeditados con resultado incluso de muerte, o ingresar militares? Yo creo que ése es el tema a discutir y que espero que el Presidente, el ministro del Interior y quienes estén a cargo de la situación de seguridad en la región, tomen la decisión.
¿Qué cree usted?
Quizás lo que se requiere es darle las atribuciones y resguardar el Estado de derecho, desde el punto de vista de que las policÃas, por Constitución, tienen el deber de hacerlo. El mejor ejemplo que te puedo dar: no es posible que entren a Temucuicui 800 efectivos y terminen arrancando con un oficial muerto. Ésa es la realidad.
Entonces, ¿TendrÃamos que llegar a los militares porque no le dimos las atribuciones a Carabineros y la PDI? ¿O quizás también es necesario, además de darle atribuciones, que entren los militares? Yo creo que esa es una disyuntiva que hay que aclarar, porque los protocolos para disolver una marcha pacÃfica no pueden ser los mismos que cuando a ti te están atacando con armas de guerra. Yo creo que ése es un tema a discutir y a analizar, porque hoy la situación en La AraucanÃa es asÃ, asà de compleja.
¿Qué se conversó sobre la demanda de restitución de tierras?
El tema histórico lo planteó el senador Huenchumilla. Tenemos, por supuesto, diferencias respecto de que hay una restitución de tierras que, según los tratados de los siglos pasados deberÃa ser prácticamente del BiobÃo al sur, situación que es bastante, en nuestra opinión o al menos de algunos, imposible de concretar. Entonces creemos, y en eso coincidimos con el senador Quintana y Huenchumilla, que hay que hacer un catastro definitivo y poder planificar un cierre de entrega de tierras y restituciones por tÃtulos de merced. En ese contexto se planteó quizás una institucionalidad externa, que no tenga ningún color polÃtico y que sea de reconocimiento internacional, no estamos diciendo cuál todavÃa, pero que nos permita cerrar el capitulo; porque la ContralorÃa, también lo reconoció, el Presidente apenas entró al gobierno lo pidió y la ContralorÃa no fue capaz de responder, porque dijo que no tenÃa los antecedentes para hacerlo. Bien sabes tú que gran parte del conflicto que tiene La AraucanÃa hoy tiene una cuota vinculada a la restitución de tierras. Y hay cientos de tomas y marcajes en campos de toda la región.
También se planteó en esta reunión con el Presidente que el diálogo debe ser amplio y que involucre también a las comunidades movilizadas. Pero el Presidente se ha mostrado reacio, dijo que el Gobierno “no va a conversar con terroristas ni narcotraficantes”. ¿Cómo ve usted esa posibilidad de sentarse en una mesa con todos los sectores, incluyendo las comunidades mapuche en resistencia?
Yo lo veo súper complejo. No solamente por un tema personal mÃo, moral o ético, sino que porque si tú lees las declaraciones, por ejemplo, de Héctor Llaitul, quien es visiblemente el vocero de la CAM, ha dicho que él no está en ningún espacio de diálogo, ni de acuerdo, ni ningún tipo de conversación con el Estado de Chile, porque no lo reconoce como Estado de ellos. Ellos ya entraron en el camino de la autodeterminación y el territorio autónomo, por lo tanto el Estado de Chile para ellos no tiene ninguna importancia. Por eso están tomando terrenos que no tienen aplicabilidad pero que sienten que, siendo del BiobÃo al sur, le pertenecen al pueblo mapuche. Y quienes tenemos que retirarnos, y lo digo porque yo vivo en La AraucanÃa y he vivido toda mi vida ahÃ, somos los que no somos mapuche.
Entonces el tema es complejo, porque la contraparte se ha adjudicado cientos de atentados. Es difÃcil poder negociar con personas que han utilizado la violencia extrema y han tenido resultado de muerte. Y el narcotráfico está ahà dando vuelta también y ha sido comprobado en la última incursión que se hizo en Temucuicui. Por otro lado ¿con quién van a negociar, si quienes están desarrollando este tipo de actividades han manifestado públicamente que no hay espacio de diálogo ni de conversación?
Entonces, ¿usted cree que esto es algo que debe resolver el Estado de Chile?
Asà es. Es muy complejo el tema. Ahora, tenemos que llegar a acuerdos, como han llegado muchÃsimos paÃses en el mundo, yo creo que aquà hay que separar las cosas. ¿Hay deuda histórica? Sà hay. ¿Es limitada y eterna? No, no podemos pretender sacar 700 mil ciudadanos chilenos de la Región de La AraucanÃa, ni entregar una autonomÃa total y separar en dos Estados el paÃs. Eso es absolutamente imposible de resolver. O sea, ¿tendrÃamos que entrar con visa? ¿HabrÃa otro Estado dentro de un mismo Estado? ¿SerÃa autónomo en cuanto a su legislación, su economÃa, su salud, su justicia? ¿Cómo funcionarÃa eso? ¿Y cómo se compensa a los 700 mil ciudadanos chilenos que viven en ese territorio y que fueron además llevados por el Estado de Chile, desde 1880 en adelante, a colonizar La AraucanÃa? ¿Cómo lo hacen?
Entonces, yo creo que hay que sentarse a negociar y a conversar, por supuesto; pero dentro de los lÃmites razonables. Yo creo que la primera exigencia que se le debe dar a quienes dirigen todo esto es que se pare la violencia. No es posible conversar en un estado de convulsión y de falta de Estado de derecho tan grande como el que vive la Región de La AraucanÃa.