La falta de conciencia de las personas que, pese a no contar con permisos de compras, igual acudieron a abastecerse a las farmacias y la falta de fiscalización de las autoridades a estos locales, son aspectos que, según la Federación de Trabajadores de Farmacias (Fenatrafar), marcaron la primera jornada del fin de semana en Fase 1.
A través de un comunicado público, los funcionarios lamentaron que la población no esté comprendiendo la gravedad de la crisis sanitaria e informan que “la gran mayoría de las compras no fueron de medicamentos ni artículos de primera necesidad, en momentos en que ya las camas de pacientes críticos escasean y los contagios van en acelerado aumento”.
“No velar por el cumplimiento de la cuarentena puede configurar un delito definido en el artículo 318 del Código Penal; porque al no fiscalizar, se expone la salud de los trabajadores”, destacó el presidente de la Federación de Trabajadores de Farmacias, Mauricio Acevedo.
En este sentido, la Fenatrafar se sumó al llamado de la presidenta del Colegio de Médico, Iskia Siches; manifestando que el sistema de salud está técnicamente saturado y que no existen suficientes recursos tecnológicos ni humanos para sostener la gran cantidad de contagios que hoy tenemos de COVID-19.
“Hacemos un llamado a los empresarios, a los empleadores y a las jefaturas a cuidar a sus trabajadores, privilegiando el trabajo remoto y los turnos éticos. Instamos a la ciudadanía a tomar conciencia y cuidarse. Pedimos, también, a las autoridades competentes tomar cartas en el asunto. Maquillaje, shampoo, desodorantes, máquinas para afeitarse, eso entraban a comprar a las farmacias este sábado las personas, en plena Fase 1 y sin permisos ni excusas”, señalaron.
En tanto, pese a los numerosos llamados de atención de los funcionarios, para que las empresas tuvieran consideración y no abrieran el 100 por ciento de las sucursales, según la Fenatrafar, las cadenas Salcobrand y Cruz Verde hicieron oídos sordos, amparados por la falta de fiscalización de las autoridades sanitarias.
“Parece ser que nadie quiere ponerle el cascabel al gato; las empresas no escuchan las recomendaciones del Gobierno, que sugirió que no era obligatorio abrir la totalidad de las sucursales, que se podía funcionar con las de urgencias, las de turno y aquellas que hicieran delivery; así lo decidió la cadena de farmacias Ahumada, más no Salcobrand y Cruz Verde. Por su parte, las autoridades prohíben los permisos de compras, pero luego, no fiscalizan que aquello se cumpla”, recalcaron en el comunicado.