Al igual que diversas organizaciones del mundo de la salud, gremios como la Federación de Asociaciones de Enfermeras y Enfermeros de Chile, FENASENF, coinciden en que el Ministerio de Salud ha mostrado poca claridad respecto de los criterios que han propiciado el avance a Transición de 10 comunas de la Región Metropolitana.
Se trata de un problema de suma preocupación para este tipo de gremios, puesto que, según dicen, podría terminar con el leve descenso de casos de contagios que se ha visto en las últimas semanas y dejar en una situación mucho más vulnerable al sistema público de salud.
Una muestra de esto es que el nivel de ocupación de camas críticas a nivel nacional está por encima del 96 por ciento, lo cual, para el presidente de FENASENF, José Luis Espinoza, genera en los trabajadores de dicha área una suerte de acostumbramiento a cifras de contagio muchísimo más altas que las del 2020 y que ha impactado directamente en la salud mental de los equipos médicos.
“Inicialmente el sentimiento era más positivo, de tener que darlo todo porque tenemos que salir de acá. Ahora existe una cierta desmoralización por un lado viendo como hay conductas de la población, que sabemos que son puntuales, pero por otro lado está la irresponsabilidad del Gobierno y las medidas que está mandando. Finalmente, como trabajadores decimos, estoy haciendo todo el esfuerzo posible, dejando a mi familia y amigos, y aun así nadie más está apoyando. Nos sentimos explotados por el sistema”, criticó el dirigente.
Este desgaste al que hace referencia Espinoza es justamente una de las banderas que se alzará este 30 de abril en la huelga sanitaria convocada por la Central Unitaria de Trabajadores, y que se extenderá hasta el 1 de mayo.
La iniciativa fue lanzada oficialmente este miércoles, en una semana crucial para el Gobierno, marcada principalmente por la inadmisión del TC al recurso interpuesto por el tercer retiro. Así, para el presidente de la Asociación Nacional de Empleados Fiscales, José Pérez, aunque las condiciones de la pandemia no permitan un despliegue en las calles como en anteriores años, se trata de una huelga absolutamente necesaria para las y los trabajadores del país.
“Sabemos y reconocemos que estamos viviendo una crisis sanitaria, político, social y económica. Por eso esta convocatoria tiene esas características, huelga general sanitaria, porque estamos en pandemia. No podemos salir a marchar como siempre, pero no podemos ser indiferentes porque lo tenemos en nuestra concepción histórica y legado. El sindicalismo es sociopolítico, tenemos un mandado que defender el rol del Estado y la administración pública”, manifestó Pérez.
A la disposición se ha sumado también otro de los gremios históricos de la salud, como lo es la Fenats Nacional, situación sobre la que se pronunció en conversación con nuestro medio, su secretario general, Edgardo Jarpa.
“Si bien es cierto los trabajadores no nos vamos a sumar en calidad de paro, sí vamos a sumarnos a algunas actividades que representan el sentir. El año pasado tuvimos cinco movilizaciones a nivel país, tratando de visibilizar los problemas que teníamos de abandono de los trabajadores de la salud por parte del Gobierno, de la lucha que teníamos en esta pandemia como primera línea, problemas de transporte, seguridad, cuidado infantil, condiciones laborales deficientes y en la actualidad un evidente desgaste físico y mental”, puntualizó.
Una carta pública entregada por la Fenats deja constancia de que esta huelga tiene directa relación con las condiciones laborales de los trabajadores de la salud, por lo que dentro de los pedidos que esperan sean resueltos por el Gobierno están incluido temas como los descansos rotativos, respetar descansos de quienes están en teletrabajo, especialistas de salud para tratamiento al personal, el pago del bono COVID a todos los trabajadores honorarios, entre otros.