Con 107 votos a favor de diversas posturas políticas, la Cámara de Diputadas y Diputados aprobó en general este miércoles la reforma constitucional que restablece el voto obligatorio en el país.
En entrevista con Radio Universidad de Chile, la representante del PNUD Chile, Marcela Ríos, abordó esta discusión y señaló que si bien es importante que se esté dando este avance legislativo, puesto que no se ha logrado revertir el proceso de caída de participación, debe existir claridad de que no será la solución definitiva al problema de participación electoral.
“Es bien importante tener claro que la causa de la baja participación no es que el voto sea voluntario, porque la participación venía cayendo antes de cambiar hacia inscripción automática y voto voluntario, pero sí ha agudizado las desigualdades y ha facilitado la baja participación (…) Avanzar hacia un voto obligatorio no resuelve todos los problemas ni los problemas estructurales de base, pero puede contribuir a disminuir la desigualdad en el ejercicio del voto”.
La iniciativa establece como excepción a la obligatoriedad a los mayores de 75 años, las personas en situación de discapacidad o dependencia, chilenos en el extranjero y extranjeros residentes en Chile.
Además, hasta ahora no se ha considerado una sanción respecto de la ausencia al sufragio, pero sí existe una indicación al respeto que deberá analizarse en la comisión de Gobierno Interior de la Cámara.
“Acá es importante que si se llegan a aplicar sanciones no sean sanciones monetarias que al final terminen afectando a los más pobres, las personas que tienen recursos no tienen problema en pagar una multa, es importante que no se congestionen los Juzgados de Policía Local con cosas a las que luego no se pueden dar seguimiento”, comentó.
Asimismo, la experta agregó que “es importante que más allá de que discuta o no la sanción hay que generar incentivos. Por ejemplo en algunos países si uno no tiene el carnet de votación al día no puede postular a subsidios, a becas, no puede hacer un trámite en el Estado, entonces es mucho mejor pensar en mecanismos de esa naturaleza si se quiere poner requisitos más fuertes”.
En tanto, sobre los otros problemas que afectan la participación en el país más allá del voto voluntario u obligatorio, la representante del PNUD Chile expresó que una dificultad es la crisis de representación y de confianza en las instituciones, situación que podría cambiar a partir de la Convención Constitucional y la forma en que este proceso logre mostrar a la ciudadanía que la democracia representativa logra cambios.
A ello se suma la desconexión de los partidos políticos con la ciudadanía, ambos elementos que son de soluciones a largo plazo.
Junto a estos elementos Ríos mencionó la necesidad de mejorar la formación ciudadana: “El Estado debería invertir muchísimo más en formación de niños, niñas, adolescentes, adultos en todas las etapas de edad mucho más proactivamente, formación teórica pero también práctica, que los niños y niñas tengan ejercicios de votación, que en las escuelas desde el jardín en adelante se hagan intervenciones, se les pueda hacer participar para elegir presidentes de curso, delegados, votar proyectos. La democracia participativa y representativa se aprende en la práctica, no solo con teoría”.
“Hay que impulsar una agenda que permita facilitar el acto de votar. Hay que abordar temas respecto de personas con problemas de movilidad, personas en situación de discapacidad, privadas de libertad, adultos mayores con dificultad para acceder a los locales de votación, transporte gratuito, voto anticipado, voto asistido. Hay mucho que hay que hacer en línea con facilitar la participación”, señaló.
Por otra parte, Marcela Ríos abordó el padrón electoral, que con su conformación actual genera que a las personas se les asignen locales de votación lejanos a sus domicilios, o que todos los integrantes de un hogar emitan el voto en lugares diferentes.
Sobre este punto dijo que “necesitamos una modificación de todo el sistema de registro y de organización de la elección para poder producir esas facilidades de votación. Una transformación que es compleja, no es imposible, pero no es de sencilla resolución ni a corto plazo. Es muy necesario, pero requiere voluntad política, acuerdo en el Congreso, implica muchos recursos porque es algo bastante caro de hacer y que el Servel tenga un rol de liderazgo”.
Finalmente, respecto de los cuestionamientos sobre que este no sería el momento para dar avance a esta idea ya que hay varias elecciones vigentes para este 2021, Ríos expresó que un cambio de este tipo siempre tendrá elecciones atrás y por delante, por lo que ante las bajas que se han dado en la participación, buscar y comenzar a evaluar el beneficio político particular de este tipo de medidas no es lo adecuado.
En tanto sobre si se limita o no la libertad de las personas manifestó que es una discusión abierta sin respuesta correcta, sino más bien adaptada a diversas visiones que deben llegar a un consenso.
“Más allá de las preferencias de las personas, si me gusta o no una opción u otra, la introducción del voto voluntario contribuyó a aumentar la baja participación y ha generado desigualdad en el ejercicio del voto, a contribuido a profundizar un desigualad. Más allá de las preferencias ese es un dato objetivo del que tenemos que hacernos cargo”, finalizó la representante del PNUD Chile.
Respecto de #VotoObligatorio comparto presentación que hicimos ante Comisión de Gobierno Interior @Camara_cl con diagnostico desde @PNUDChile https://t.co/j4MGXYzwms
— Marcela Rios 💚 (@mriost) May 26, 2021