En primera persona: Alicia Vega lanza cuadernos con el método detrás de sus emblemáticos talleres de cine

Por más de 30 años, la educadora recorrió distintas poblaciones del país con el objetivo de entretener a los niños y niñas de situaciones más vulnerables por medio de la enseñanza del cine. Hoy, el método empleado en estos talleres es rescatado en Cuadernos de Alicia, publicación de tres volúmenes en donde la maestra aborda temas como la historia del cine y el lenguaje audiovisual, entre otros.

Por más de 30 años, la educadora recorrió distintas poblaciones del país con el objetivo de entretener a los niños y niñas de situaciones más vulnerables por medio de la enseñanza del cine. Hoy, el método empleado en estos talleres es rescatado en Cuadernos de Alicia, publicación de tres volúmenes en donde la maestra aborda temas como la historia del cine y el lenguaje audiovisual, entre otros.

Para la educadora y cineasta, Alicia Vega (89), el confinamiento fue una oportunidad. Nunca antes había tenido el tiempo suficiente como para dedicarse a una tarea que, desde hace muchos años, venía elucubrando: escribir el método utilizado durante sus talleres de cine para niños y niñas. 

Fue así como la maestra organizó sus días hasta dar con un horario formal de trabajo de lunes a viernes, abordando entre ocho y diez horas diarias. Esa labor fue rigurosa y desembocó en la publicación de Cuadernos de Alicia (Ocho Libro Editores), libro que cuenta con tres tomos en los que la educadora repasa cada uno de los detalles detrás de sus emblemáticos talleres.   

En los volúmenes, Alicia Vega expone temas tan variados como la historia del cine, el lenguaje audiovisual y las actividades realizadas durante sus clases. En general, los títulos surgen como una guía pedagógica y testimonial para que las y los educadores repliquen la labor desarrollada por la maestra.    

“Durante estos 30 años resultó un método que quería traspasar por completo de manera que se pudiera replicar y fue muy bueno hacer este trabajo, porque pude revisar materiales que tenía archivados con lo que sucedió en cada taller, cómo fueron las respuestas, cuáles fueron los elementos que se mostraron y las películas”, comentó Alicia Vega respecto de este proceso. 

“Por eso estamos lanzando estos cuadernos, porque queremos que cualquier persona que esté interesada en revertir esta situación -en donde la enseñanza no se complementa con las disciplinas artísticas-, pueda usar estos cuadernos como material de inspiración”, añadió la educadora. 

los cuadernos

Los Cuadernos de Alicia fueron escritos a mano y, en ese ejercicio de revisión y reescritura, la educadora revivió más de un recuerdo. Así, se remontó a 1985 cuando, en la Población Huamachuco de Renca y en plena dictadura, realizó el primer taller de cine. También se trasladó a aquellos momentos que fueron fundamentales en los encuentros y repasó aquellas decisiones que terminaron por consolidar su vínculo con las y los pobladores. 

“Nunca empecé un taller sin tenerlo completamente cubierto. No me expuse nunca a decir hasta aquí no más llegamos”, señaló, indicando que lo más difícil de todo el proyecto siempre fue el financiamiento.  

“También estaba la dificultad del lugar mismo, donde a veces había que sacar luz de la población vecina. Muchas veces estuvimos en lugares donde había ollas comunes en que los niños habían sufrido mucho la pérdida de un familiar cercano por la dictadura, entonces, teníamos que sobrellevar eso junto con ellos”, comentó Alicia Vega. 

La educadora también indicó que los talleres se plantearon como instancias transparentes, en donde el respeto de los niños y niñas era clave. Según dijo, fue importante impulsar un ambiente donde todos y todas eran tratados como iguales y desde la dignidad, lo que, naturalmente, fue generando cambios entre los participantes. 

alicia vega 2

“Cada uno, al sentirse acogido, también fue subiendo en su autoestima y, cuando hablábamos con las madres o las profesoras de los colegios, nos contaron que en la medida que iba avanzando el taller, los niños habían tenido interés por hacer alguna tarea o comportarse mejor en la escuela y eso fue una decisión propia”, afirmó Alicia Vega. 

“Nosotros nunca les dimos consejos o les dijimos lo que tenían que hacer. Las decisiones eran de cada uno así como cada uno llegó al taller por un ímpetu propio. Luego, siempre trabajamos con transparencia. Lo que se hizo era para que los niños aprendieran a jugar y a entretenerse con el cine, pero detrás de esto no había ninguna intención, ni política ni intelectual. Eso fue lo que conmovió, especialmente, a los padres, porque se dieron cuenta que esto era por el bienestar de los niños”, agregó. 

Además, la investigadora sostuvo que el método desarrollado durante los talleres se relacionó mucho con la pobreza que existía en las poblaciones y que, cada herramienta utilizada, fue sacada de esa realidad. Así, indicó que se emplearon muchos materiales de desecho como cartones que se recogían en las calles y cordeles que eran fáciles de conseguir. 

“Luego, estos materiales los podían replicar y podían jugar con sus hermanos y amigos en sus casas (…). Eso hizo que los niños le perdieran el miedo a lo que era aprender, a investigar”, dijo la maestra.

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La activación de los cuadernos

La publicación de los cuadernos es parte de un proyecto de la Fundación Cultural Alicia Vega, instancia que surgió hace cuatro años con el objetivo de darle continuidad al trabajo de la educadora. 

Tehani Staiger, directora ejecutiva de esta organización, sostuvo que la entidad se propuso, para este primer momento, dar a conocer el universo de la educadora Alicia Vega, lo que implica develar su metodología, reflexiones e iconografía. 

De acuerdo a ello, expresó que la propuesta pedagógica de Alicia Vega nos redirige a un modelo basado en los afectos, la rigurosidad, la dignidad y el respeto, lo que muchas veces está ausente de las prácticas educativas más contemporáneas.

“Alicia vincula cosas que no siempre se vinculan, es decir, el arte con el desarrollo de las personas. Considerar que el arte es una herramienta fundamental para desarrollar ciertos ámbitos de las personitas chicas, de los niños, eso marca grandes diferencias en el desarrollo humano”, dijo.

“Lo segundo es que, Alicia fabrica, diseña, un espacio de protección para la infancia, un espacio donde los niños y niñas se sienten protegidos, escuchados, atendidos, observados. Todas esas cosas que suenan de sentido común, no pasan en el aula hoy”, añadió la gestora cultural. 

cuadernos

Tehani Staiger también manifestó que lo interesante es que el método de Alicia Vega surge desde la práctica más que de la teoría y que ahora este material iniciará una etapa de activación. “Nos interesa que estos cuadernos lleguen a todos aquellos profesores, educadores y mediadores que estén interesados o que trabajen en talleres audiovisuales con niños y niñas y, como no basta que esas personas accederán al libro y lo compren, estamos diseñando una red de profesores que va a poder capacitarse, directamente, con Alicia”, explicó.

Durante estas instancias, los participantes podrán trabajar con los cuadernos y conocer cómo se levanta un taller al estilo de Alicia Vega. Quienes sean parte de la red podrán conocer este material de forma gratuita. El libro también podrá ser encontrado en las principales librerías del país así como en el sitio Web de Ocho Libro Editores.





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