Depto. de Educación de la U. de Chile expresa sus dudas frente a obligatoriedad del Segundo Nivel de Transición Parvularia

A través de una declaración pública, la entidad dependiente de la Facultad de Ciencias Sociales de nuestra casa de estudios, manifestó su preocupación por la manera en que se evaluará el ingreso de un niño o niña a la Educación Básica.

A través de una declaración pública, la entidad dependiente de la Facultad de Ciencias Sociales de nuestra casa de estudios, manifestó su preocupación por la manera en que se evaluará el ingreso de un niño o niña a la Educación Básica.

Luego de la insistencia del gobierno por aprobar en el Congreso el proyecto de ley que establece la obligatoriedad del Segundo Nivel de Transición de Educación Parvularia (mal llamado “kinder”), el Departamento de Educación de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Chile emitió una declaración pública expresando su preocupación por las eventuales consecuencias de esta iniciativa.

En la declaración se recuerdan las palabras que emitió el ministro de Educación Raúl Figueroa el pasado 10 de junio en la sesión de la Comisión de Educación donde señaló que “esto sella el andamiaje que es la educación. Hoy, hay una amplia cobertura de la educación parvularia, pero los pocos no la usan porque la consideran inútil”.

En esa línea, los firmantes de la declaración afirman que “habría que preguntarse ¿por qué hay un porcentaje de niños y niñas que no asisten al Segundo Nivel de Transición en nuestro país?, ¿realmente será porque lo consideran inútil? o ¿tendrán sus familias diversas y válidas razones para no llevarlos al jardín o al colegio?”.

Al respecto agregan que “la realidad geográfica, podría ser un argumento, niños y niñas que viven en zonas rurales o extremas que deben trasladarse varios kilómetros para asistir a un centro educativo, también puede ser la cultura; por ejemplo niños y niñas pertenecientes a diversas comunidades, circenses o gitanas participan de una educación no formal en sus propias comunidades”.

Por lo mismo, añaden que “creemos es urgente poner el foco en garantizar condiciones a las comunidades educativas en favor del bienestar y aprendizaje del niños y niñas como sujetos de derechos. ¿Qué pasará con los niños y niñas que no podrían asistir por la dispersión geográfica o pertenecer a culturas circenses o gitanas, o niños hospitalizados? ¿no podrán ingresar a la Educación Básica sin tener el Segundo Nivel de Transición obligatorio? ¿Por qué el Estado ve la necesidad de obligar?”.

En la declaración pública se puede leer además que “Este hecho evidencia el desconocimiento de las características y necesidades que tienen las infancias junto con imponer a las familias reservar un cupo en la educación básica mediante la asistencia obligatoria al segundo nivel de transición y profundizando la escolarización de la primera infancia, lo que no se ajusta con las nuevas miradas pedagógicas e investigaciones en educación parvularia”.

“Resulta preocupante que el Estado siendo el garante de una educación pública y de calidad, no resuelva ante temas como la sobreescolarización temprana de los niños y niñas, la negación de considerar las características y necesidades que tienen las infancias, como una forma de resguardar su desarrollo pleno e íntegro, junto con imponer a las familias reservar un cupo en la educación básica mediante este proyecto, lo cual no se ajusta con la nuevas miradas pedagógicas e investigaciones en educación parvularia”, agregan los firmantes.

Finalmente, junto con reafirmar la convicción de la importancia de los primeros años de vida, considerado como el período más significativo en la formación de la persona y el desarrollo de sus capacidades físicas, sociales, emocionales, cognitivas y de lenguaje, los declarantes sostienen que “expresamos nuestra preocupación en relación a la manera en que se evaluará el ingreso de un niño o niña a la Educación Básica y más aún si esta evaluación se trasladará al Segundo Nivel de Transición al convertirse en obligatorio”.

Además solicitan “la participación de académicos/as de diversas casas de estudio y organizaciones de distintas regiones de nuestro país, quienes tienen directa relación con la Educación Parvularia, especialmente las y los educadores de párvulos, a dialogar, discutir y dar argumentos sólidos ante decisiones tan relevantes”.

También, hacen un llamado “a revisar algunas normativas que no sólo garanticen el acceso de los niños y niñas, sino también las condiciones laborales como el coeficiente adulto/a niño/a que repercute directamente en el bienestar tanto de las/los adultos como de las y los educandos”.

Lee la declaración completa acá.





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