“Existe una especie de desconexión, como si no se comprendiera la relevancia de lo que estamos viviendo“, afirmó la académica del Instituto de Asuntos Públicos y vicepresidenta del Senado de la Universidad de Chile, Verónica Figueroa Huencho, a propósito de la suspensión de la sesión de este martes de la Convención Constitucional, producto de la falta de implementación técnica responsabilidad del Poder Ejecutivo.
En conversación con el director de Radio Universidad de Chile, Patricio López, la académica añadió que “tenemos un gobierno que tiene la responsabilidad de asegurar la correcta instalación de la Convención, ése es su mandato (…) Ayer nos encontramos con que hubo licitaciones tardías, tratos directos poco transparentes, mucho dinero involucrado, entonces, no solo hay una dimensión política en el reclamo, sino que también administrativa”, recalcó.
La vicepresidenta del Senado Universitario enfatizó que “una no puede elucubrar sobre la base de las intenciones, se parte de la base que se actuó de buena fe, pero se pueden emitir juicios sobre la base de los hechos. Acá varios constituyentes hablaron de boicot, algunos de inoperancia. Pero si una piensa que este gobierno iba a organizar eventos internacionales, se puede suponer que hay una experticia. Entonces, una no puede evaluar intenciones, pero el tema cae por sí solo”.
La académica se refirió además a la importancia de la instalación de la Convención desde un punto de vista simbólico. En esa línea y a propósito del discurso que dio la presidenta de la instancia Elisa Loncon, la profesora Figueroa Huencho sostuvo que “fue emocionante mirar ese momento desde los zapatos de quienes siempre hemos sido excluidos de todos los espacios públicos y de reconocimiento” y agregó que “lograr con los niños y niñas se reflejen ahí y que digan que también quisieran sentirse identificados es algo que jamás habría ocurrido hace 10 o 15 años”.
La académica añadió que “toda esta parte que la institucionalidad negó y se avergonzó durante gran parte de la historia republicana, con esta lógica de poner en un lugar subalterno a los pueblos indígenas, tenía que ver con un imaginario de los ‘indios flojos’, ‘brutos’, que no podían aprender nada, pero luego ven una figura como Elisa Loncon, que no solo viene de un contexto indígena rural, sino que cuenta con esto que al mundo occidental le encanta que son las certificaciones académicas, y ahí una dice ¿si hubiese sido la Machi (Linconao)? No tiene que ver con aquello y sería el triple de valorable que así fuese, pero no puede ser ésa la valorización con la que nos relacionamos”.
En ese sentido, Verónica Figueroa Huencho valoró que “por primera vez hay un espacio que representa a la ciudadanía diversa (…) Entonces, cuando vemos estas expresiones, el simbolismo de las tradiciones, dar inicio a un espacio que es plural, ¡pucha que cuesta! La Convención marca una nueva forma de vivir los espacios públicos y tenemos que ir generando este cambio cultural”.
La académica del Instituto de Asuntos Públicos recalcó además que “históricamente ha sido el Estado y la institucionalidad los que han definido los patrones de comportamiento de la sociedad y todos se tenían que adaptar, pero hoy ha ocurrido a la inversa, cómo la institucionalidad se construye desde una perspectiva de abajo hacia arriba”.
“La institucionalidad es la que hoy debe adaptarse a la diversidad que se expresa desde la vestimenta, los ritos, los relatos y eso es enriquecedor porque hoy más del 80 por ciento de la ciudadanía se ve reflejado en lo que hoy está ahí y eso marcará a esta generación que viene mucho más empoderada y que sabe que el Estado debe asegurar la participación de todas y todos y no depender del poder adquisitivo que se tenga”, finalizó Verónica Figueroa Huencho.