Emocionado se mostró durante su presentación ante los convencionales el representante del pueblo Selk’nam y de la comunidad Covadonga, José Luis Vásquez Chogue.
En su discurso recordó a su abuelo y cómo fue encerrado durante 12 años por los misioneros de la orden de los Salesianos junto a sus hermanos y su madre para luego ser entregado en adopción a una familia de colonos.
“El joven que ven en la lámina es mi abuelo. Su nombre indígena era Koshpa y fue cambiado por Carmelo. Él ingresó a la misión salesiana en 1899 junto a su madre y tres de sus hermanos. Habitaron con cerca de mil indígenas en la misión salesiana en su mayoría selk’nam y nuestros hermanos kahueskar. Su hermano Julio, Camilo y Juana junto a su madre fueron parte de los 25 que sobrevivieron al genocidio”, recordó.
“Una vez que mi abuelo abandona la misión salesiana en 1911, se entregaron en adopción a una familia de colonos. Mi apellido Chogue es de origen francés. Siempre se me preguntó en el colegio de dónde era mi apellido, de dónde era yo y yo siempre dije que era un selk’nam, un ona más conocido. Siempre crecí en el colegio y hoy en día nuestros hijos, los nietos, los bisnietos y los tataranietos de Carmelo seguimos escuchando en los colegios que estamos muertos. Es muy doloroso, porque también nuestras familias abandonan esta tierra, yéndose y escuchando de que estamos muertos”, señaló Vásquez.
En su relato agregó que “Carmelo fue entregado posteriormente al ejército. Apareció en Iquique haciendo el servicio militar. Después de su servicio militar fue integrado al cuerpo de Carabineros de Chile. Prestó servicio como cabo segundo en María Elena. Posteriormente su estado de salud comenzó a decaer y pidió su baja. Llegó a Santiago y se incorporó a la Compañía de Transportes de Chile, fue conductor y cobrador de los trolebuses. Formó su familia. Tuvo una hija única, Orfa Chogue y siete nietos del cual soy el último de sus nietos. Viví con él hasta los 10 años y heredé su nobleza. Me siento orgulloso de eso y de poder representar a mis hermanos y hermanas que no pueden estar aquí, especialmente de los jóvenes que siguen en las aulas estudiando y escuchando que estamos muertos”.
Proceso de reconocimiento truncado
José Luis Vásquez se refirió además al proceso de reconocimiento como pueblo originario, el cual requiere de recursos para hacer los estudios correspondientes que permitan otorgarles esa categoría.
Sin embargo, el dirigente precisó que el Gobierno tiene estancado este trabajo al no querer entregar los fondos.
“Este actual Gobierno tiene truncado nuestro proceso de reconocimiento. Es irrisorio la cantidad, el dinero que se necesita para nuestros estudios, es una cifra irrisoria, pero el Estado, este Gobierno no quiere darlo para hacer nuestros estudios correspondientes y ser reconocidos como un pueblo indígena. No estamos pidiendo que nosotros, mi hermana, seamos reconocidos como selk’nam, es nuestro pueblo, al que se mató, al que se exterminó”, subrayó.
“Es difícil decir aquí quién soy porque este Estado no nos reconoce. No puedo decir quién soy con la frente en alto. Quisiéramos nosotros caminar libres. Hoy en día nosotros hemos crecido junto a ustedes, caminado, trabajado, levantando también a este país, pero este Estado no nos reconoce, nos niega y se ríen de nosotros”, planteó Vásquez.
El dirigente finalizó su intervención señalando que “hoy estoy aquí confiando en ustedes, en cada uno de ustedes, independiente de los colores políticos, que sabrán hacer justicia y reconocer lo que el Estado avaló contra uno de sus pueblos originarios”.