En conversación con la primera edición de Radioanálisis, el ingeniero agrónomo y académico del Departamento de Ciencias Ambientales de la Universidad de Chile, Fernando Santibáñez, se refirió a la discusión en torno a los efectos del cambio climático y de las medidas que se están tomando por parte de las autoridades para mitigar sus efectos.
Consultado por el director de Radio Universidad de Chile, Patricio López, respecto de la administración de los recursos hídricos en el país, el profesor Santibáñez afirmó que “acá se están sobreponiendo dos fenómenos importantes: por una parte una disminución dramática de las precipitaciones, que hace que nuestras cuencas tengan menos agua y que es un problema real que no tiene que ver con la administración del agua, pero hay un segundo problema que es nuestra capacidad de reacción frente a esta situación y eso tiene que ver con la institucionalidad, legalidad, que tiene que ser adecuada a una nueva realidad que Chile está viviendo”.
En esa línea sostuvo que “tenemos una doble tarea, la primera es buscar cómo hacer una mejor gestión hídrica y cómo adecuar nuestra institucionalidad y agilidad para responder a los desafíos, pero por otra parte necesitamos ciencia dura, necesitamos ingeniería, necesitamos disponer de nuevas fuentes de agua, infraestructura para hacer una administración eficiente del agua cada vez más escasa“.
Respecto de cuán cerca estamos de poder avanzar en estos desafíos, el académico de nuestra casa de estudios sostuvo que “no vamos a poder vivir luchando permanentemente contra la naturaleza, por lo tanto esto requiere un tercer componente que es el reordenamiento territorial tan anhelado por la comunidad científica. El país tiene que entender que se ha modificado la geografía de sus recursos, se han hecho más áridas las regiones centrales y norte, no obstante ahí tenemos la mayor cantidad de nuestro aparato productivo instalado”.
“¿No es hora de pensar que nuestro aparato productivo debe trasladarse en el territorio, hacia regiones que tienen mayor capacidad de soporte de estas actividades?”, se preguntó el profesor Santibáñez y agregó que “por lo tanto, en el muy largo plazo se va a requerir una readecuación de la demografía del país y generar polos de desarrollo en zonas que tienen más asegurado su abastecimiento hídrico”.
El ingeniero agrónomo se refirió además a la necesidad de tocar intereses particulares para llevar acabo exitosamente este proceso y señaló que “la madurez del tema es suficiente en todos los estratos de la sociedad, incluido el sector empresarial que está plenamente consciente de que hay que hacer algunas transformaciones en los planes de desarrollo”.
En ese sentido añadió que “yo veo que hay una cierta buena disposición para hacer un cambio radical de los planes de crecimiento a futuro. Lo que se requiere, eso sí, no son solo buenas voluntades, sino que se requiere inteligencia y esa inteligencia la tiene que poner la academia, la academia no está contaminada por la contingencia política, ni por la ideología de ningún tipo. Nosotros estamos contratados para pensar y hoy lo que más necesita el país es inteligencia, porque, frente a problemas complejos que requieren de una multiplicidad de actores, se necesita tener la cabeza fría para permitir al país salir airosos de esto”.
Sobre la preparación que realizó el país ante las advertencias de los efectos provocados por el cambio climático, el profesor Santibáñez señaló que “nosotros desde los años 80 estamos en la universidad haciendo mapas con proyecciones y a fines de los ochenta decíamos que sobre los años 2000 íbamos a sufrir una penuria hídrica porque el desierto va a estar tocando a las puertas de Santiago y a esa altura nadie nos creía”.
Por lo mismo sostuvo que “muchas veces, la política de los países no se apoya de forma suficiente en la ciencia, ya sea porque no hay credulidad o capaz porque los científicos no sabemos hablar en un lenguaje lo suficientemente claro y realista, pero es una realidad que esto se venía anunciando hace muchas décadas”.
“Es hora de que recuperemos la fe en la ciencia, es fundamental. La política se tiene que acercar a la ciencia, no podemos seguir haciendo política sin una base científica sólida, porque eso ya está demostrado en la humanidad que es como caminar a ciegas por el campo”, recalcó el profesor Santibáñez.
Finalmente, respecto de la discusión en torno a la negociación de tratados de libre comercio y la liberalización de la economía, el académico del Departamento de Ciencias Ambientales de nuestra casa de estudios afirmó que “ahí tenemos un tremendo dilema como país, porque la sociedad debiera tratar de consumir aquello que se produce cerca y que no viaje miles de kilómetros porque eso quiere decir que consumimos productos con una tremenda huella ecológica, pero tenemos un dilema porque somos un país en que la economía depende fuertemente de las exportaciones y somos productores que abastecemos mercados muy remotos y necesitamos esos envíos“.
En esa línea agregó que “no obstante eso, tenemos que reconocer que deberíamos hacer el mayor esfuerzo en lo local de consumir productos locales, evitando estos enormes transportes, pero en lo que son las materias primas esenciales, no podremos prescindir de los grandes transportes porque el mundo se ha ido globalizando y ese es un problema sin retorno”.