El ejército estadounidense llevó a cabo un ataque con drones contra un “estratega” del EI-Khorasan, el grupo que se atribuyó el atentado suicida mortal en el aeropuerto de Kabul.
“No sabemos de ninguna víctima civil”, añadió en un comunicado. El ataque, lanzado desde fuera de Afganistán, se produjo mientras el transporte aéreo de evacuados del aeropuerto de Kabul continuaba bajo una seguridad muy reforzada tras el atentado del jueves.
En tanto, la embajada estadounidense en Kabul emitió una alerta de seguridad instando a sus ciudadanos a abandonar “inmediatamente” las puertas del aeropuerto.
“Los ciudadanos estadounidenses que se encuentren ahora en la puerta de Abbey, en la puerta Este, en la puerta Norte o en la puerta del nuevo Ministerio del Interior deben irse inmediatamente”, escribió la misión diplomática.
El atentado
Al menos 72 civiles y 13 soldados estadounidenses fallecieron cuando un atacante suicida hizo estallar una bomba entre la densa multitud que se encontraba frente a una puerta del aeropuerto.
Algunos medios de comunicación informaron que las víctimas mortales se acercarían a las 200. Funcionarios estadounidenses dijeron que hombres armados abrieron fuego después de la explosión.
El ataque fue llevado a cabo por el violento brazo afgano del grupo Estado Islámico. Tras el atentado, el presidente estadounidense, Joe Biden, prometió represalias. “No perdonaremos. No olvidaremos. Los perseguiremos y los haremos pagar”, dijo.
El viernes por la tarde, el portavoz del Pentágono, John Kirby, alertó que el grupo presuntamente planeaba atacar de nuevo el puente aéreo.