La crisis sanitaria supuso un duro golpe para las y los trabajadores de la cultura, las artes y el patrimonio, quienes, sin posibilidad de realizar actividades presenciales y/o masivas, vieron suspendido todo su desarrollo.
Fue así, como en el momento más complejo de la pandemia, las y los artistas se organizaron para exigir al Gobierno un incentivo que no implicara postulaciones al estilo de Fondart, sino que fuera, directamente, en ayuda de quienes no podían acceder a beneficios como el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) o los retiros del 10 por ciento de las AFP. Pero esa ayuda nunca se concretó.
Durante los últimos seis meses, las y los trabajadores de la cultura han intentado negociar este bono, pero las propuestas del Ejecutivo no han generado consenso en los gremios de las artes. ¿Los motivos? El exceso de “letra chica” y la presentación de ideas que “rayan en la irregularidad”.
Quienes han visto de cerca este proceso advierten que en un primer momento el Ejecutivo planteó que cada organización distribuyera los recursos entre los trabajadores, lo que fue considerado como poco riguroso por parte de los dirigentes, porque traspasaba las responsabilidades administrativas a los gremios, en vez de hacerse cargo de la situación. Más tarde, se propuso la idea de que el bono se entregara vía Sercotec, dividiéndose en dos cuotas con 60 días de diferencia. Incluso, se ofreció que las agrupaciones compraran materiales o hicieran actividades para justificar los beneficios.
En ese sentido, Daniela Espinoza, presidenta del Sindicato Nacional Interempresa de Profesionales y Técnicos del Cine y Audiovisual (SINTECI), señaló que hoy la discusión está entrampada y que, en la práctica, no existe claridad respecto del contenido de la iniciativa.
Según comentó, el Ejecutivo ha sido muy poco riguroso a la hora de presentar sus propuestas y que los ofrecimientos hechos por Hacienda no consideran la precariedad que existe en el sector.
“Las dos propuestas del Gobierno fueron rechazadas, porque eran malas propuestas, no porque nos guste andar rechazando los beneficios. No existe claridad sobre cuál será el mecanismo de entrega, cómo lograremos que sea expedito, eficiente y que llegue a las personas que lo necesitan”, dijo.
“Tampoco existe claridad respecto de cuáles van a ser los requisitos de la entrega del beneficio. El gran problema que hemos tenido y, ahí uno sí puede acusar cierto desinterés del Gobierno, es que han sido súper dilatadas las reuniones y propuestas. A veces pueden pasar hasta tres semanas o un mes sin tener respuesta. Ahí se ve el desinterés”, comentó.
¿Ni capacidad ni voluntad?
El lunes recién pasado, los gremios de la cultura se reunieron con el subsecretario de Hacienda, Alejandro Weber, quien hizo un particular compromiso: enviar, al día siguiente, la propuesta corregida de ayudas al sector. Incluso, la senadora Ximena Rincón dio a conocer el avance de las negociaciones por medio de sus redes sociales, indicando que los beneficios llegarían tanto a los trabajadores formalizados como no formalizados. Sin embargo, la propuesta nunca fue enviada. Pero esto no es nuevo para los artistas.
Las y los dirigentes que han sido parte de las negociaciones señalan que esta falta de respuesta sólo muestra el “desinterés” que existe respecto del trabajo de los artistas. Según advierten, las propuestas nunca han sido serias y que, sin ir más lejos, el Gobierno no cuenta ni con la capacidad ni la voluntad como para resolver este tema.
“El retraso de parte del Ejecutivo dice relación con lo desprolijo que está siendo la administración y esto rebota, finalmente, en las organizaciones culturales que hemos sido súper proactivas, entregando propuestas y resolviendo los temas administrativos”, comentó Jorge Moreno, secretario ejecutivo de la Unión Nacional de Artistas.
“Aquí hay dos cosas: una falta de capacidad y una falta de voluntad. Sinceramente, llevamos más de seis meses sabiendo la situación por la que está pasando el sector y ya debería haber una fórmula”, dijo.
Hasta ahora existe muy poca certeza respecto de cuál será la propuesta final del Ejecutivo. Sin embargo, ya se esbozan ciertos acuerdos. Lo primero es que se considerarán 20 millones de dólares, los que beneficiarían a 27 mil personas.
El proyecto también debería tener una mirada de género, colocando énfasis en mujeres artistas, gestoras y artesanas jefas de hogar. En tanto, el bono llegaría a los 500 mil pesos y sería distribuido tanto entre los trabajadores formalizados como no formalizados. No obstante, desde los gremios ven con cautela estos puntos, ya que aún no es posible divisar una salida definitiva frente a esta demanda.
En permanente movilización
Esta discusión se da justo cuando comienzan a esbozarse las discusiones por la Ley de Presupuesto 2022. Por ello, desde los gremios indicaron que es urgente zanjar este tema, de lo contrario, es posible que las negociaciones queden estancadas una vez más. Esta incertidumbre crece, sobre todo, cuando la reapertura de los espacios culturales genera una falsa quimera de activación en el sector.
En ese sentido, Mario Rojas, presidente de la Unión Nacional de Artistas (UNA), sostuvo que durante la crisis social el Gobierno ha dado muy pocas señales de apoyo al sector y que aún queda un largo camino por recorrer respecto de las posibilidades de generar ayudas concretas.
“Todos estamos expectantes respecto de cómo se va a llevar a cabo esto. Pero ha sido un trámite muy largo, pese a que la situación de los artistas es absolutamente precaria y se ha visto agravada por una actitud sistemática del Gobierno (…). Realmente, el gremio de las artes está compuesto por miles de artistas que requieren mucho personal técnico y el Gobierno ha hecho oídos sordos”, expresó el dirigente.
“Frente a estas situaciones, los artistas siempre nos mantienen con una barrera por delante y estamos esperando lo que pueda pasar. Este es un periodo en el que deberíamos mantenernos en permanente movilización. La presión que podamos ejercer en estos últimos meses de Gobierno va a ser determinante. No es posible bajar los brazos”, dijo el músico.
Hasta el cierre de esta edición, desde Hacienda no dieron claridad respecto de cuándo podría entregarse la propuesta comprometida el lunes recién pasado. Lo cierto, es que los y las artistas continúan expectantes frente al tema. Lo peor que podría pasar, según sostuvieron, es que el Gobierno dilate la discusión, tal como lo ha hecho durante los últimos meses. Esto, ya que las y los trabajadores de la cultura requieren los apoyos de manera urgente para poder retomar las actividades y estándares que mantenían de forma previa a la crisis.