La acusación constitucional contra el Presidente de la República, Sebastián Piñera, será revisada en el Senado el próximo martes 16 de noviembre. Un juicio político en el que se juega la destitución del mandatario que ya pasó la prueba en la Cámara de Diputados y Diputadas, provocando revuelo al ser la primera vez que una instancia parlamentaria visa un libelo acusatorio contra la máxima autoridad del país.
La agenda ya fue definida para este día, la Cámara Alta estableció revisar la acusación en dos sesiones. La primera comenzará el próximo martes a partir de las 9.00 de la mañana hasta las 13:30 horas donde el secretario general del Senado abordará la relación de la acusación durante 30 minutos. Luego se presentará la comisión de diputados encargados de exponer los antecedentes relativos al libelo por un máximo de una hora, mismo tiempo con el que contará la defensa del Presidente para desarrollar su alocución. Finalmente se contemplan 45 minutos de replica para ambas partes.
La segunda sesión comenzará a las 15.00 horas y será hasta total despacho. En esa oportunidad los y las senadoras entregaran los argumentos que tengan a favor o en contra de la acusación. Una vez que finalicen esas exposiciones se procederá a votar separadamente los dos capítulos del libelo que, recordemos, el primero atañe a la vulneración al “principio de probidad y el derecho a vivir en un medio libre de contaminación” y el segundo por haber “comprometido gravemente el honor de la nación”.
Al respecto y conversación con nuestro medio el senador independiente, ex militante del partido Progresista, Alejandro Guiller, consideró complejo vaticinar una definición sobre el resultado en el Senado, en la medida que en la instancia no existe una sola oposición que haga sencillo cuadrar, en este caso, los votos a favor de un juicio político hacia el presidente.
“Solo en una oportunidad la oposición actúo como un solo bloque que fue cuando Yasna Provoste era la presidenta del Senado y levantó la agenda de los mínimos comunes que fue el IFE y además los dos bonos a las Pymes. Es la única vez que la oposición ha votado en conjunto porque siempre hay tensiones y tendencias dentro de la oposición por lo tanto no se puede garantizar como van a votar muchos senadores“, observó.
En lo relativo al oficialismo, el legislador sostuvo que los parlamentarios tendrán que ponderar el impacto moral en el país y el grave precedente que se genera al dejar en la impunidad a un presidente que ha cometido actos de corrupción, si es que así se demuestra.
“Yo creo que esto va a batirse entre quienes piensan que los hechos son graves, si es que así lo piensan y aquellos que piensan que, siendo grave el daño, las repercusiones de una destitución podrían ser mayores y sopesen más la consecuencia política. Yo creo que hay que revisar el caso en su mérito y el peor escenario es que se instale la sensación de que los poderosos pueden robar y que la gente humilde va a la cárcel”, expresó.
Uno de los argumentos que arguye el oficialismo en oposición a la acusación constitucional contra el Presidente de la República es el factor de la inestabilidad social que provocaría una eventual destitución. Consultado por este hecho, el legislador por Antofagasta consideró que la inestabilidad es un escenario al que se llega con un presidente que utiliza su poder para obtener beneficios y que sin embargo, no se condene su actuar.
“No puede ser que en Chile se sancione socialmente en forma dramática al que anda robando bicicletas o balones de gas en las poblaciones, que tiene a la gente desesperada porque les roban sus pocas cosas cuando el jefe de Estado está acusado de eludir impuestos, hacer negocios truchos y usar su cargo por montos millonarios de dólares. Yo creo que es evidente que la gente dirá que la justicia no es igual para todos y se rompe el principio de igualdad ante la ley”.
Proyectando la gestión del Gobierno de aquí a los meses que le restan, Guillier sostuvo que el descrédito del Ejecutivo es absoluto y no solo por hechos relativos a la acusación constitucional contra el Presidente, razón por la cual no considera adecuado que emane iniciativas legislativas en el tiempo que le queda.
“Uno lo que esperaría es que Piñera ojalá desapareciera del plano público y no mandara más proyectos de ley al Congreso porque su gobierno ya se descapitalizó, ya está pato cojo y más que cojo. La verdad es que es un gobierno que no tiene credibilidad, no tiene gobernabilidad y tiene al país sumido en la más profunda crisis política, social y económica que tengamos memoria. Este tipo ha destruido al país pero eso es aparte de la acusación, es un tema que tienen que ver con la gestión política“, mencionó.
En ese sentido consideró que Piñera “no supo manejar la pandemia, no supo manejar la crisis social y a cambio de eso destruyó la institucionalidad, destruyó el sistema previsional que bueno o malo es lo que había. Destruyó los partidos políticos, arrastró gran parte de la oposición en el descrédito y la verdad es que está dejando al país endeudadísimo. Ya está desacreditado, independientemente de lo que pase o no con la acusación constitucional“.
En un análisis fuera del Congreso, Guillier consideró que la sola publicación de estos antecedentes, más allá de que es necesario investigarlos, ya causó un tremendo daño a Piñera como figura política. En ese sentido dijo que la asociación que hace la prensa internacional entre hechos de corrupción con el mandatario deja al país en una situación embarazosa.
“Nos hace aparecer por primera vez en la historia con un Presidente de la República usando el cargo para beneficio personal. No hay precedentes porque incluso en la época de Pinochet las denuncias que tuvo en materia económica fueron negocios que el hizo paralelos al gobierno pero no condicionando a las políticas del Estado de Chile para él sacar ese beneficio, o sea aquí se dio un paso más allá de obtener platas paralelas y eso es inédito, es muy grave y de hecho se transformó en el símbolo de la corrupción”.
Respecto a los argumentos esgrimidos en el libelo, Guillier dijo que no ha tenido aún la oportunidad de revisar el texto en detalle considerando que hoy el Senado discutía la Ley de Presupuestos. El legislador incluso tenía hoy en agenda una reunión inédita entre los Gobernadores Regionales con la bancada de Senadores Regionalistas y el ministro de Hacienda para efectos de buscar una flexibilización en el uso de los recursos que van a regiones y negociar el aumento de algunos ítems.
Lo que sí mencionó al respecto es que es necesario constatar si se han cometido delitos de grandes dimensiones en cuanto irregularidades menos graves pueden ser objeto de reproche pero no de una acusación constitucional.
“Una destitución es sobre si se han cometido delitos graves que han comprometido gravemente el interés del país y por supuesto las leyes de la República y que hay que revisar el libelo para establecerlo. Ahora, solo podemos pronunciarnos sobre aquellas materias que están en acusación, cosas que sabemos pero que no están en la acusación, desgraciadamente no se pueden tomar en consideración“, sostuvo.
El ojo puesto en el Senado
La aprobación del estado de excepción en la Macrozona Sur, entre otras deliberaciones, ha provocado la crítica de buena parte de la ciudadanía hacia el Senado en cuanto se interpreta una desconexión de los parlamentarios con las demandas de la sociedad. Consultado por este hecho y lo que un eventual rechazo a la acusación constitucional a Piñera pueda provocar en la percepción hacia la Cámara Alta, considerando los sondeos que han dado cuenta de un respaldo de la ciudadanía hacia la acusación, Guillier sostuvo efectivamente hay una enajenación manifiesta de un grupo de senadores a las necesidades de la población que pasa por la existencia de intereses económicos.
“En Chile se constituyó una especie de partido del orden de derecha y de izquierda que se han repartido el poder y que de hecho tienen entre ellos vínculos estrechos, de repente muchos de ellos después pasan a los directorios de las empresas y de las empresas al gobierno y se estableció un régimen conservador que se encerró en sí mismo muy al margen de lo que opinan los chilenos y las chilenas. Ese fenómeno sigue presente y la transformación de todo esto será en el marco del proceso constituyente y de las próximas elecciones”, mencionó.
En lo relativo a los comicios, el senador sostuvo que la gente debe” tomar nota para saber quién es quién”, no considerando solo el partido político al que se adscribe sino evaluar en términos individuales a los y las candidatas para efectos de indagar sobre intereses cruzados que puedan haber detrás con el mundo empresarial. Una relación que ha provocado un alto costo a la clase política, lamentó el legislador.
“Desgraciadamente la gente no dice ‘ese senador o senadora es consecuente y este no’, sino que dicen ‘el Senado rechazó’ y no se analiza que incluso la votación de ayer a favor del cuarto retiro fue ampliamente mayoritaria pero no dio el quorum, fue una senadora de, entre comillas, oposición que votó en contra del retiro y solamente dos parlamentarios de derecha votaron a favor, muchos más de la derecha se bajaron, pero la instalación de la idea es que la oposición no dio el ancho (…) Yo creo que ahí la oposición cerró bastante bien las filas y se escapó una persona que además todos sabíamos cómo iba a votar porque viene votando hace mucho tiempo con la derecha y es parte de este partido del orden donde los intereses económicos se cruzan“.