Un hito que quedará en la memoria es lo que ha acaecido en el Congreso Nacional la mañana de este martes: el proyecto que modifica diversos cuerpos legales para regular el matrimonio de parejas del mismo sexo fue aprobado a mediodía por la Cámara Alta con 21 votos a favor, 8 en contra y 3 abstenciones. En seguida, la Cámara de Diputados y Diputadas visó el proyecto por 82 votos a favor, 20 en contra y dos abstenciones.
Así, el matrimonio igualitario quedó en condiciones para ser promulgado como ley de la República. La voluntad expresada por los y las legisladoras fue considerada como un gran avance por la igualdad plena de derechos y que deja a Chile a dos trámites administrativos de convertirse en el octavo país de la región en legalizar el matrimonio igualitario.
Mediante un comunicado, el Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh), celebró el resultado, sosteniendo que “Chile ha dado un paso histórico y decisivo para el avance y consolidación de los derechos humanos de las parejas del mismo sexo y de las familias homoparentales, todas las cuales, sin distinción, venían siendo discriminadas y vulneradas desde los orígenes de nuestro país”.
A eso añadieron que, “la definición estatal sobre el matrimonio existente hasta hoy en Chile se derrumbó. La homofobia, la hetero-normatividad y la desigualdad que lo caracterizada, en desmedro de las personas LGBTIA+, ha llegado a su fin. El cambio es revolucionario”, aseveraron.
El texto fue despachado a la Cámara Alta la jornada de este lunes por la Comisión Mixta, que se encargó de destrabar los nudos en los que reparó la Comisión de Constitución del Senado el pasado martes 30 de noviembre.
Dicha instancia contó la participación de los diputados Marcos Ilabaca (PS), Catalina Pérez (RD), Andrés Longton (RN), Enrique Van Rysselberghe (UDI) y Luciano Cruz-Coke (Evópoli), mientras que desde los senadores, se integraron Alfonso Urresti (PS), Rodrigo Galilea (RN), Francisco Huenchumilla (DC), Pedro Araya (IND) y Luz Ebensperger (UDI).
Desde el Ejecutivo, en tanto, concurrió la titular del ministerio de Desarrollo Social y Familia, Karla Rubilar, y la subsecretaria de Derechos Humanos, Lorena Recabarren.
Entre las definiciones que se adoptaron por la comisión mixta, se resolvió que los matrimonios constituidos por personas del mismo sexo podrán adoptar hijos y que los progenitores no se limitarán estrictamente a solo dos personas. Además se garantizó los derechos laborales de pre y post natal sin discriminación por sexo, orientación sexual o identidad de género, así como también los derechos de filiación a toda persona que se someta a técnicas de reproducción humana asistida, sea cual sea su sexo, orientación sexual o identidad de género.
Por otro lado, se eliminó la disposición de la Ley de Identidad de Género que establecía la obligatoriedad del divorcio en el escenario de que una de las partes modificara su nombre y sexo registral.
Lo anterior es un gran paso para la comunidad transgénero que valoró previo a la sesión del Senado la activista trans e integrante de Fundación Iguales, Alessia Injoque. No obstante reparó en que es un avance a medias en cuanto el cambio de nombre y sexo registral quedó establecido como causal de divorcio, lo que su juicio, sin duda es un enclave discriminatorio que a futuro tendrá que revisada por las organizaciones de la sociedad civil, el Estado y los congresistas.
Así las cosas, la votación del proyecto de ley inició con la alocución de la ex presidenciable de Nuevo Pacto Social, Yasna Provoste quien mencionó que hace seis años, desde la aprobación del Acuerdo de Unión Civil, que el Congreso no avanzaba hacia la igualdad de derechos y si bien lamentó las materias que se mantienen pendientes, depositó sus expectativas en la nueva Constitución en términos de “consagrar la plena dignidad de la persona humana, la igualdad de todas las familias, el valor de todos los proyectos personales, la autonomía de cada ser humano y la libertad para elegir la vida que se quiere vivir”.
“Esta es la hora de la igualdad y del matrimonio entre iguales en dignidad y derechos”, aseguró, agregando que “la Convención Americana en virtud al principio de protección a la familia reconoce el derecho al matrimonio sin discriminaciones lo cual envuelve el deber del Estado de garantizar a las parejas constituidas por personas del mismo sexo, igualdad y paridad de derechos respecto de las parejas heterosexuales”.
En seguida, el senador independiente, ex militante del Partido Progresista, Alejandro Guillier, sostuvo que esta iniciativa, entre otras cosas, termina con prejuicios y arbitrariedades que impiden a personas del mismo sexo celebrar el vínculo matrimonial, se traduce a reconocer a la familia en su amplia diversidad propendiendo a su protección y fortalecimiento y da cumplimiento, agregó el legislador, “a obligaciones internacionales del Estado de Chile surgidas con ocasión de sentencias dictadas por la Corte Interamericana de Derechos Humanos”.
“El matrimonio es una institución social y jurídica donde el Estado reconoce el vínculo entre dos personas que han decidido libre y voluntariamente construir un plan de vida común y una familia, donde hay amor hay una familia y eso debemos respetarlo“, aseveró.
Una opinión distinta a la postura mayoritaria expresada en el pleno del Senado durante esta mañana fue la que manifestó el parlamentario de la UDI, José Durana, quien aseveró que el matrimonio no es una institución que regule afecto, sino relaciones patrimoniales. En ese sentido, sostuvo que no es posible categorizar el amor jurídicamente, motivo por el que consideró un error argumentar que “hay una voluntad maleada con el fin de no permitir que hayan personas que expresen su amor mediante este vínculo”.
“El pacto de San José de Costa Rica por ejemplo lo que establece es que un hombre y una mujer tienen derecho a constituir una familia, lo que no se deduce es que debe haber un reconocimiento de parejas del mismo sexo. En consecuencia, tal y como lo contempla nuestra legislación actual, ya se podría decir que es igualitario porque el matrimonio no excluye a los homosexuales ya que toda persona sin importar si ella es homosexual o no, actualmente puede contraer un vínculo”, precisó el legislador.
Tras la aprobación del matrimonio igualitario, la ministra de Desarrollo Social, Karla Rubilar, quien estuvo presente en el hemiciclo del Senado, consideró esta deliberación como un hito que “ennoblece la actividad política, dignifica la acción pública y honra la potestad legislativa del Congreso y del colegislador, el Presidente de la República”. En eso sostuvo que “el matrimonio igualitario permite avanzar como sociedad en dignidad y derechos para muchas personas, hombres y mujeres que esperan del estado el reconocimiento simbólico pero también la protección juridica de sus relaciones de afecto y amor”.
“Esta es la mejor cara de la política, aquella que nos muestra la voluntad de los actores para alcanzar el bien común, la perspectiva del Estado que pasa por sobre la temporalidad de los gobiernos, la capacidad de entendimiento y el acuerdo de las personas que tienen distintas posiciones respecto de una materia que tiene dimensiones jurídicas”, añadió.
Por su parte, el ministro vocero de Gobierno, Jaime Bellolio, expresó respecto al resultado que “”es un agrado, y un honor el que se haya podido aprobar el proyecto de matrimonio igualitario en esta administración y que después de ponerle urgencia en la Cuenta Pública se haya trabajado de manera transversal”.
En esa línea añadió que hoy “es un día alegre para Chile y lo es porque como ya se sabe, el amor es amor. Las personas somos iguales y al ser iguales tenemos los mismos derechos”.