En conversación con el periodista Claudio Medrano durante la primera edición de Radio Análisis, el economista y académico de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile, Alejandro Alarcón, se refirió al impacto económico que ha provocado la elección presidencial del pasado domingo y también comentó la histórica alza del dólar, que durante la jornada del lunes cerró en $876.
En ese sentido, Alarcón manifestó que la reacción luego de una elección tiene que ver, principalmente, con el grado de confianza que tengan los inversionistas en relación a la estabilidad política de un país.
“Ayer si bien hubo una reacción alzista del dólar, fue más acotada de lo que se estimaba la noche anterior. El impacto en la Bolsa de Comercio que recibió fue fuerte, una caída cerca del 7%, pero también los análisis apuntaban a 10%. Es decir, hasta aquí hemos visto una circunstancia acotada”, destacó.
Alarcón también sostuvo que es “fundamental cómo se va a ir delineando el programa del presidente electo Boric y quiénes van a ser los actores”, y que es necesario esperar porque lo sucedido en el mercado posterior a la elección son sobre reacciones, también conocidas como overshooting.
Además, consultado sobre la conformación más equilibrada del próximo Congreso Nacional que legislará sobre eventuales reformas o nuevas políticas económicas, Alarcón reconoció que se advierte mayor moderación del discurso de Gabriel Boric en relación a la primera vuelta, lo que permitiría mejorar la situación del país. Sin embargo, esta situación “no quiere decir que no tengamos problemas profundos que vienen de antes de la elección y que, claramente, van a imponer una trayectoria o ajuste sobre la economía. Ojalá que los que se ajusten no sean los chilenos y chilenas pobres, y vamos a ver cómo el diseño de la política económica que hará el presidente electo Boric va a ayudar a mejorar eso o sencillamente lo va a empeorar”, expresó.
En la misma línea, el economista asegura que es necesario reconocer los problemas más serios que Chile deberá enfrentar en el corto plazo, donde destaca la inflación que afecta al país que intenta ser controlada por parte del Banco Central subiendo las tasas de interés, también la baja proyección de crecimiento para este año que aumentaría la deuda pública y el tipo de cambio que también incide en los precios, principalmente, de aquellos bienes que se importan.
“La primera cuestión que está esperando la ciudadanía es saber cómo el presidente electo va a enfrentar esos desafíos. Hay una parte que le corresponde al Banco Central, pero éste tendrá que hacer ajustes mayores en cuanto no haya ajustes en las otras fuentes de inflación, que son el déficit fiscal y el tipo de cambio. Esos son los pilares”, detalló.
Además, Alarcón recalcó la necesidad de conocer el nombre de la persona que será titular de Hacienda, lo que permitirá “establecer ciertas bases sobre las cuales se va a construir la política macroeconómica que es la que nos preocupa en estos momentos para, de esa manera, los analistas y la ciudadanía puedan construir su análisis respecto para dónde va nuestra economía y saber cuáles van a ser los impactos”, expuso.
Sobre los nombres que han aparecido como alternativas para asumir la titularidad del Ministerio de Hacienda, Alejandro Alarcón adujo que la responsabilidad es única y exclusiva del presidente electo. Sin embargo, sostuvo que “yo espero, como chileno y como profesor, que se elija a la persona más idónea para este cargo en un difícil año 2022”.
En relación a la autonomía del Banco Central, el economista destacó que esta calidad está presente en todos los países desarrollados y en vías de desarrollo donde “se le confiere una importancia muy grande a quien maneja la política monetaria, que sea una persona independiente del Gobierno, en cualquier Gobierno, con un sólo objetivo que es mantener la inflación bajo control, porque la inflación es el impuesto más regresivo que afecta mucho más a los pobres que a los que tienen recursos. Otros países han vivido épocas de híper inflación y eso provoca una distorsión en la asignación de recursos y los pobres no pueden llevar la canasta”.
Además, esta autonomía le permite al organismo a no estar sujeto al poder político y mandatarse por su propio gobierno corporativo como, en el caso chileno, que actualmente esa dirección está en manos de Mario Marcel. “Yo preferiría un Banco Central autónomo para que de esa manera haga un contrapeso cuando haya un desequilibrio en la otra gran fuerza que impulsa la inflación, que es la política fiscal, la cual en este momento estamos al debe. Por la pandemia, tenemos un déficit fiscal enorme y yo creo que es fundamental que el Banco Central sea independiente”, recalcó Alarcón.
Sobre la posibilidad de que la tasa del desempleo también se convierta en una preocupación del Banco Central, sostuvo que tiene que haber un debate “donde habrá gente que ayudará a proveer ideas, impactos y mediciones”, lo que permitiría “que el objetivo inflacionario sea mantenido porque es muy dañino, sobre todo, para la gente de menos recursos”, enfatizó el economista de la Universidad de Chile.