La fórmula china para ganarle al Covid

Siguiendo su política de Covid Cero, las autoridades de Salud del gigante asiático han determinado, a partir de la medianoche de este jueves, el confinamiento total de los 13 millones de habitantes de la ciudad de Xian. De ahora en adelante y hasta nuevo aviso, todos los hogares sólo pueden "enviar a un miembro de la familia al exterior una vez cada dos días" informó el gobierno de la ciudad en un comunicado a través de su cuenta oficial en Weibo, el Twitter chino.

Siguiendo su política de Covid Cero, las autoridades de Salud del gigante asiático han determinado, a partir de la medianoche de este jueves, el confinamiento total de los 13 millones de habitantes de la ciudad de Xian. De ahora en adelante y hasta nuevo aviso, todos los hogares sólo pueden "enviar a un miembro de la familia al exterior una vez cada dos días" informó el gobierno de la ciudad en un comunicado a través de su cuenta oficial en Weibo, el Twitter chino.

Podría parecer exagerado para nuestra mirada liberal occidental una medida así dado que, de esos 13 millones de habitantes, tan sólo 143 ciudadanos dieron positivo en los últimos 13 días. Pero en China, si un nuevo brote va cogiendo forma y amenaza con extenderse, se elimina cortando de raíz la posibilidad de circulación y de contacto entre las personas, tal como se viene haciendo desde hace casi dos años, cuando apareció el primer brote de Covid19 en la ciudad de Wuhan.

Ahora ha sido el turno de Xian, en el norte de China, (famosa mundialmente porque cerca de allí se descubrieron las cuevas que contienen a los 7.000 guerreros de terracota junto a sus cabalgaduras), que se suma a la lista de las grandes ciudades que han sido confinadas por sumar una cierta cantidad de nuevos contagios, un número que en la mayoría de los países de América Latina, África o Europa sería incluso una buena noticia: en las últimas cinco semanas el total de casos positivos en Xian llegó a 143.

De tal modo que cuando este miércoles se reportaron 52 nuevos casos, aquello resultó suficiente para ordenar a los 13 millones de residentes de Xian permanecer  en sus casas hasta nuevo aviso, observado estrictamente las directrices impartidas por los medios de comunicación, que son las mismas que se han ido repitiendo en otras muchas ciudades a lo largo de estos dos últimos años.

La instrucción es perentoria: los hogares solo pueden “enviar a un miembro del hogar al exterior una vez cada dos días para comprar artículos de primera necesidad”, y  todos los demás componentes de la familia deben permanecer al interior de la casa o departamento, excepto si se presentaran casos de emergencia.

“Los residentes no deben salir de la ciudad a menos que sea necesario. Aquellos que deseen o deban salir, tendrán que proporcionar evidencia de las circunstancias especiales por las que lo hacen y solicitar la aprobación de las autoridades de salud”, apunta la declaración del gobierno local. Ello porque, además, las estaciones de autobuses de larga distancia fueron cerradas, estableciendo puestos de control sanitario y militar en las carreteras que salen de la ciudad. Asimismo, más del 85% de los vuelos desde y hacia el principal aeropuerto de la Xian han sido suspendidos, se han cerrado todas las escuelas y la totalidad de las instalaciones públicas “no esenciales”, comenzando de inmediato con los testeos masivos, por lo que todos los habitantes de la inmensa ciudad deberán pasar obligatoriamente por al menos una prueba de PCR.

Desde que se comenzaron a reportar los primeros grandes brotes de coronavirus en la ciudad de Wuhan, en enero de 2020, China, con más de 1400 millones de habitantes,  ha reportado tan sólo 100.544 casos y 4.636 muertes, números increíblemente bajos en proporción al total de su población. Actualmente, en todo el país hay 1.765 contagiados activos. Además, los datos de vacunación indican que el 76,3% de la gigantesca  población tiene ya el esquema completo. Cifras oficiales después de 23 meses sin renunciar a la estrategia de Covid Cero, donde lo que importa es la salud de la comunidad por sobre las individualidades de un mínimo de contagiados que se cuentan con los dedos de la mano.

Wu Zunyou, epidemiólogo jefe del Centro para el Control y Prevención de Enfermedades, ha declarado que si China hubiera adoptado un enfoque más flexible en la lucha contra la pandemia -al estilo de Occidente- ya habría tenido más de tres millones de muertos y 260 millones de casos positivos de coronavirus. Ahora, con la llegada de la nueva variante ómicron, cuyo primer caso fue detectado la semana pasada en la ciudad de Tianjin, colindante con Pekín, Wu Zunyou estima que la política de Tolerancia Cero al Covid va para largo.

“La estricta cuarentena a la entrada a China y la política de Tolerancia Cero deberían permanecer vigentes hasta al menos la primavera”, opina el experto. Aunque en Pekín se habla de alargarla incluso hasta pasado el próximo otoño boreal, después del trascendental XX Congreso que celebrará el gobernante Partido Comunista Chino.





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