Entre este viernes y sábado, las compañías aéreas cancelaron cerca de 4 mil 500 vuelos en todo el mundo y miles de itinerarios sufrieron retrasos debido a la expansión de la variante Ómicron del COVID-19, según los datos del portal Flightaware.
Según el sitio web, al menos 2 mil vuelos fueron cancelados el día de Navidad, incluyendo unos 700 con origen o destino hacia Estados Unidos y unos mil 500 sufrieron retrasos.
Numerosas empresas consultadas por la AFP mencionaron como causa de las anulaciones la nueva ola de la pandemia, que afecta especialmente a las tripulaciones. Según Flightaware, United Airlines tuvo que cancelar más de 200 vuelos el viernes y el sábado, el 10% de los que estaban programados.
Delta Air Lines también canceló 260 vuelos, según Flightaware, tanto por Ómicron como, en menor grado, por condiciones climáticas adversas. “Los equipos de Delta han agotado todas las opciones y recursos” antes de decidir estas cancelaciones, argumentó la aerolínea.
Se cancelaron igualmente más de diez vuelos de Alaska Airlines, algunos de cuyos empleados señalaron que estuvieron “potencialmente expuestos al virus” y debieron aislarse.
Estas anulaciones perturban los planes de volver a viajar en las vacaciones de final de año, después de que la Navidad de 2020 fuera golpeada de lleno por la pandemia.
Las aerolíneas chinas también sufrieron el golpe y la compañía China Eastern anuló 480 vuelos, cerca del 20% de los itinerarios previstos y Air China dejó en tierra un 15% del total de aviones que debían volar, según un conteo a las 07H20 GMT del sábado.
Según estimaciones de la Asociación Estadounidense del Automóvil (AAA), se esperaba que más de 109 millones de estadounidenses abandonaran su área de residencia en avión, tren o automóvil entre el 23 de diciembre y el 2 de enero, un aumento del 34% con respecto al año pasado.
La mayoría de los vuelos habían sido programados antes del brote de Ómicron, que se propaga a gran velocidad y es más contagiosa que las variantes anteriores.