En conversación con la primera edición de Radioanálisis, el doctor en sociología Jorge Atria y el economista Cristóbal Otero, conversaron respecto de su libro “Impuestos justos para el Chile que viene” del Fondo de Cultura Económica y de los diversos debates que se han dado en nuestro país para modificar el sistema tributario actual.
Consultados por el director de Radio Universidad de Chile, Patricio López, respecto de la forma en la que se da el intercambio sobre los impuestos y las dificultades que se presentan a la hora de tener una discusión con altura de miras, el sociólogo Jorge Atria sostuvo que “estamos acostumbrados a ver un tipo de debate muy centrado en ciertas características específicas de un impuesto o de otro y esto tiene dos razones: una es que se trata de llevar explícitamente el debate a su faceta exclusivamente técnica y, de esta manera, se considera el debate tributario como un debate de especialistas”.
En ese sentido, Atria agrega que “se deja afuera a las personas y el dejarlas afuera tiene que ver con ciertos de intereses de personas y grupos que quieren hacer prevalecer sus prioridades y preferencias y eso conspira contra las prioridades y preferencias de la ciudadanía en general, que muchas veces difieren de las preferencias y prioridades de estos grupos de interés”.
Por su parte, el economista Cristóbal Otero agregó que “hay un elemento en el debate de los impuestos que se trata de relevar que es la parte técnica del debate y es real. Efectivamente los impuestos tienen una característica y una complejidad de ponerlo en práctica que es muy difícil, tiene consecuencias reales en la macroeconomía y todos esos puntos que se discuten en el debate público tiene algo de cierto”.
De todas formas añade Otero, “el problema es que, lo que no se discute es que los impuestos no solamente son técnicos, antes que técnicos son políticos, es decir, los impuestos tienen impregnados una decisión de quién paga qué y cómo se pagan esas cosas, entonces, de alguna manera, en Chile se perdió un poco el norte de decir quién decide cuál es la carga fiscal que deberíamos tener y quiénes deberían pagar esa carga fiscal y luego uno se debería preguntar cuáles son los mejores instrumentos para alcanzar esos objetivos”.
El problema según Cristóbal Otero es que “en Chile se dio vuelta la pregunta y se les consulta a los técnicos y expertos tributarios cuánto hay que recaudar y a quiénes les debemos cobrar, cuando en realidad esa pregunta no es para los técnicos, esa pregunta se debe responder en democracia en un debate que sin dudas es complejo pero que básicamente le corresponde a la sociedad y no a los técnicos”.
Respecto del actual régimen tributario chileno, Jorge Atria afirmó que “tenemos un sistema tributario que siempre ha tenido ciertas características desde que se formó. Lo que tenemos en la actualidad es un sistema tributario que empeora la desigualdad y de alguna manera eso ha existido siempre en el sistema tributario y eso dice mucho de nuestro país”.
“Si uno mira los debates que se han dado a lo largo de nuestra historia sobre este tema, tiende a aceptarse esa injusticia por razones que a menudo son exclusivamente técnicas como la eficiencia, fomento del ahorro y la reinversión, neutralidad para los emprendimientos y si bien varias de esas cosas son necesarias, en el sentido de que técnicamente los impuestos tienen un rol y es necesario tener cuidado con cómo funcionan, pero este libro trata de llamar la atención y decir ‘¡cuidado! Esta no es la única formula que existe en el mundo'”, agregó Atria.
Sobre la propuesta a nivel tributario del presidente electo, Gabriel Boric, el economista Cristóbal Otero señaló que “es importante saber qué vamos a hacer en el papel y lo otro tiene que ver con el proceso político para que eso que está en el papel se convierta, efectivamente, en una estructura tributaria distinta y en el libro tenemos un capítulo muy interesante donde se estudian las reformas tributarias del 90 y de 2014 y uno puede ver cómo entra una reforma tributaria al Congreso y cómo sale y todo el proceso político que va entremedio”.
En ese sentido, Otero agregó que “es interesante porque la discusión que uno tiene ex-ante generalmente es distinta a lo que sale después. Es importante ver cómo los titulares del principio se van modificando porque ahí es donde entran los grupos de interés, el poder económico de facto que modifica ciertos impuestos que los afecta de una u otra manera”.
Respecto de la propuesta en sí, el economista sostiene que “cuando uno compara el sistema tributario chileno con el de la región, uno se da cuenta que la recaudación es similar pese a que la economía chilena es más rica que el promedio y Chile tiene cerca de 4 o 5 puntos menos que el promedio OCDE, incluso después de corregir contribuciones de seguridad social”.
Por lo mismo, Otero declara que “la propuesta del gobierno se ve más o menos alineada con poner a Chile en el promedio OCDE de acá a los próximos cuatro o cinco años. El tema es la rapidez con la que uno llega a eso y esa es la discusión, en cuánto tiempo nos ponemos en el promedio OCDE el cual es interesante porque cuando uno se compara con ese promedio se da cuenta que hay que viajar en el pasado a 1965 para igualar la recaudación tributaria chilena a la de los países de la organización”.
Finalmente, respecto de la relación entre impuesto y poder, el sociólogo Jorge Atria señaló que “si uno va a la historia de los impuestos y lo mira desde un prisma cultural, religioso, los impuestos siempre han estado ligados a la autoridad y algunas veces esa autoridad es formal y otra no es formal. Los impuestos siempre han significado una manera de rendir tributo a esa autoridad. En ese sentido es imposible hablar de los impuestos sin tener en consideración las relaciones de poder formales e informarles que existen en todas las sociedades”.
En esa línea, Atria agregó que “en las sociedades modernas eso es más evidente porque cuando pensamos en ideas de justicia distributiva o injusticia distributiva, en realidad no hay muchas maneras que hacer esto de forma más concreta que los impuestos, entonces los impuestos reflejan esas formas de justicia e injusticia distributiva”.