Con motivo del 55º Día Mundial de la Paz, el líder de los 1.300 millones de católicos del mundo dedicó su discurso del Ángelus a alentar el cese de la violencia y dijo a la multitud reunida en la Plaza de San Pedro que mantuviera la paz en sus pensamientos.
“Volvamos a casa pensando en la paz, la paz, la paz. Necesitamos la paz”, dijo el papa tras la oración del Ángelus.
Bajo un cielo soleado, Francisco, que cumplió 85 años el 17 de diciembre, recordó a los fieles que la paz requiere “gestos concretos”, como perdonar a los demás y promover la justicia.
“Y también necesita una mirada positiva: que siempre se mire, en la Iglesia como en la sociedad, no el mal que nos divide, sino ¡el bien que puede unirnos!”, dijo desde la ventana del Palacio Apostólico.
“No sirve abatirse y quejarse, sino arremangarse para construir la paz”, afirmó.
Más temprano, durante la misa en la Basílica de San Pedro en honor a la Virgen María, Francisco pronunció una homilía en la que calificó la violencia contra las mujeres como un insulto a Dios.
“Mientras las madres dan la vida y las mujeres guardan el mundo todos debemos trabajar para promover a las madres y proteger a las mujeres”, dijo.
“¡Cuánta violencia hay contra las mujeres! ¡Basta! Herir a una mujer es ultrajar a Dios, que tomó la humanidad de una mujer”, aseguró.
En la víspera de Año Nuevo, Francisco no presidió la ceremonia en la Basílica de San Pedro, como estaba previsto, y en su lugar cedió el servicio a Giovanni Battista Re, decano del Colegio de Cardenales.
(Imagen: RFI – Reuters/ Guglielmo Mangiapane)