En conversación con las periodistas Juanita Rojas y Diana Porras en la primera edición de Radioanálisis, el doctor jefe del programa de Salud Ambiental de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Chile, Mauricio Canals, abordó el impacto de Ómicron en el país. Dada la transmisibilidad de la nueva cepa, el especialista dijo que es necesario robustecer el sistema sanitario a modo de equiparar la capacidad de respuesta que se tuvo el 2021. Además, señaló que el retorno de las cuarentenas sólo se debe considerar en el caso que se vea comprometida la capacidad de respuesta de los equipos de salud.
Dando cuenta de los datos que se manejan respecto a la cepa, Canals acotó que Ómicron ha demostrado tener tres veces la capacidad de transmisión de la variante Delta, triplicando los casos de contagios en la mayoría de los continentes del mundo. No obstante en Chile el número de defunciones registradas por la nueva variante se ha mantenido constante e incluso a la baja, lo que significaría que el aumento de casos diarios no estaría repercutiendo sobre la letalidad y probablemente, sobre los casos graves, indicó el especialista.
Respecto a la proyección de Ómicron, Canals explicó que la capacidad de predicción de los modelos que se utilizan es a lo menos de 15 días y en ese lapsus los 4 mil casos de contagio que se registraron este martes aumentarían considerablemente, con lo que habría que prever un eventual colapso en el sistema sanitario.
“De mantenerse las condiciones actuales durante los próximos 15 días uno podría llegar perfectamente a los 15 mil casos, de tal manera que parece razonable hablar de números mayores de 10 mil y mirando lo que ha sucedido en el mundo en general, es probable que eso suceda. Lo importante que en este lapsus de tiempo es qué es lo que sucede con el impacto sobre nuestro sistema de salud, en otras palabras, si aumentan las hospitalizaciones, si aumenta la ocupación UCI o si hay algún tipo de repercusión sobre el número de fallecidos, entonces es un período bastante expectante lo que sucede durante estos próximos 15 días en que habrá que estar muy atento sobre todo en la implementación de algún tipo de medida que se pueda tomar”, observó.
En ese sentido, el académico de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Chile reiteró la necesidad de insistir en la vacunación considerando que el número de personas inmunes en le país radicaría en un 60 por ciento de la población, quienes son las que tienen la tercera dosis. Por otro lado hizo hincapié en la importancia de adquirir la cuarta dosis de la vacuna dado que la efectividad de las mismas han evidenciado un declive pasados los seis meses.
Asimismo puso el acento en la educación de la población respecto a esta materia, para efectos de transversalizar la percepción de riesgo, en lo cual consideró fundamental el rol de los medios de comunicación y en la necesidad de robustecer la capacidad del sistema de salud para lograr responder de forma óptima en el aumento de la demanda.
“Si uno piensa que aumentarían los casos, si aumentaran al doble, ojalá la letalidad disminuyera a la mitad para mantener una situación parecida a la del año pasado. Ya vimos que el año pasado se llegó a casi una saturación del sistema de salud con 4 mil UCIs entonces lo que habría que preocuparse desde la perspectiva de la organización del sistema de salud es tener preparado un número similar, poder aumentar la capacidad, tener la plasticidad para aumentar la capacidad UCI en esos niveles y tener los equipos de salud en caso que se produzca una demanda muy importante”, recomendó.
Abordando el retorno de las cuarentenas, el especialista señaló que el confinamiento de la ciudadanía debe considerarse sólo en un presunto colapso del sistema sanitario. En ese sentido desestimó la posibilidad de decretar la medida en cuanto actualmente la población se está vacunando a un ritmo destacable, las condiciones del sistema de salud son óptimas y los equipos médicos tienen la curva de aprendizaje establecida, aseguró.
“Bajo esas perspectivas y pensando que las fronteras ya fueron vulneradas, no tiene sentido los aislamientos respecto al resto de los países. La variante Ómicron ya está en Chile y tiene circulación comunitaria. Por otro lado está circulando en todas las regiones, o sea pensar en aislamiento de las regiones o aislamiento del país no tiene sentido y en cuanto a la cuarentena, que se impone para disminuir la transmisión, debiera pensarse sólo como última medida en el caso de que realmente se empiece a tener una repercusión sobre el sistema de salud”.
Esto por ejemplo si “empieza a aumentar la demanda, empieza a desbordar la capacidad el sistema de salud de responder o se empieza a ocupar las UCI de manera desproporcionada que pudiera implicar un aumento colateral de la letalidad. Es decir, habría que tener las cuarentenas pero sólo en el caso de que se produjera un real compromiso de nuestro sistema de salud para responderle a la población“, acotó.
En esa línea, dijo que es necesario restituir los recursos materiales y humanos del sistema sanitario que fueron removidos en períodos tenues de la pandemia y es que “los objetivos de la salud pública es tener una actitud preventiva sobre lo que puede pasar y no sobre los números actuales”, aseveró.
“Tenemos un potencial aumento de casos, tenemos una potencial sobrecarga del sistema de salud entonces la repuesta obvia es que debiéramos tener preparada una buena elasticidad de nuestro sistema de salud, pensando en las preguntas básicas: ¿Tenemos ventiladores?¿Tenemos camas convertibles? ¿Tenemos posibilidades de reconvertir a los equipos de salud? ¿Tenemos el personal médico adecuado? Es decir, esas preguntas son las que deben estar circulando en aquellas personas que gestionan el manejo de la pandemia hoy día”, sostuvo.
Es por esto que el nuevo gobierno debe procurar un traspaso de administración que no radique en empezar de cero, opinó el especialista. A su juicio se debe concretar una transición conversada tomando todos los aspectos positivos que se realizaron durante el manejo de la pandemia para así adquirirlos: “Probablemente, me imagino que seguirán trabajando los mismos equipos, salvo los cambios que sean necesarios de acuerdo a los criterios que tenga el Gobierno”, analizó.
“Muchas veces se ha hablado que los criterios técnicos en el Ministerio de Salud debieran ser mantenidos a lo largo del tiempo y los cambios políticos debieran ser concentrados en los ministerios. Muchas veces se hablaba de la posibilidad de tener un organismo técnico que regulara la salud teniendo los criterios técnicos que son de largo plazo mientras que las políticas son más de corto plazo”, indicó al respecto.