Al menos un millón de personas en Moscú y otros miles en las ciudades rusas, conmemoraron este lunes 9 de mayo el Día de la Victoria cuando se recuerda el 77° aniversario del triunfo de las tropas soviéticas sobre la Alemania nazi que anunciaba ese día en 1945 su rendición ante el Ejército Rojo.
En el acto central en la Plaza Roja de la capital rusa, el acto y el desfile de las unidades de las fuerzas armadas estuvo encabezado por el presidente Vladimir Putin, quien destacó que tal como entonces, hoy las tropas de su país están defendiendo su destino.
“La defensa de la patria, cuando se definía su destino, siempre ha sido sagrada”, indicó el jefe de Estado para luego agregar que “del mismo modo, estos días ustedes están luchando por nuestro pueblo en Donbass, por la seguridad de nuestra patria, Rusia”, subrayó.
Respecto a los motivos que desembocaron en la denominada “Operación Militar Especial” contra Ucrania, Putin indicó que “el peligro iba en aumento cada día” y afirmó que “Rusia dio una respuesta preventiva a la agresión”, la que aseguró fue “forzada, oportuna y la única correcta” al tratarse de “un país soberano, fuerte e independiente”.
Por otra parte, lamentó que los países occidentales no se sumaran al llamado al diálogo que hicieron las autoridades rusas, el que incluyó un llamado a “un diálogo honesto” que realizaron en diciembre. “Esto significa que, en realidad, tenían planes totalmente diferentes, y lo vimos”, agregó.
Putin destacó que “los preparativos para otra operación punitiva en Donbass, para una invasión de nuestras tierras históricas, incluida Crimea, estaban en marcha sin tapujos. Kiev anunciaba la posible adquisición de armas nucleares. El bloque de la OTAN comenzó la militarización activa de los territorios adyacentes al nuestro”, resumió el presidente, quien concluyó que “de este modo, se creaba sistemáticamente una amenaza totalmente inaceptable” para su país.
El mandatario ruso sostuvo que “todo indicaba que sería inevitable un enfrentamiento con los neonazis, los seguidores de Stepán Bandera, por los que habían apostado EE.UU.” y sus aliados. “Vimos cómo se desplegaba la infraestructura militar, cómo empezaron a trabajar cientos de asesores extranjeros y se realizaban las entregas regulares de las armas más modernas de los países de la OTAN”, señaló.
Mientras en Rusia se recordaba el triunfo que concluyó con la ocupación de Berlín y el fin de la Segunda Guerra Mundial, en Ucrania el presidente de ese país, Volodimir Zelensky subió un mensaje con una fotografía en su cuenta de Twitter para conmemorar la efeméride.
Sin embargo, sólo alcanzó a estar algunos minutos en la red social ya que la imagen mostraba a un soldado ucraniano sobre una pieza de artillería pesada y en el pecho una insignia de una calavera usada por las tropas nazis.
Se trata del ícono usado por la Unidad Totenkopf Waffen SS y la organización de las SS a cargo de los campos de concentración.