No habrá más plazo ni tampoco nuevos cambios en los tiempos de trabajo de la Convención Constituyente que ya entró en su etapa final para la redacción del documento que propondrá al país para reemplazar a la cuestionada Carta Fundamental de 1980, aprobada en una consulta fraudulenta bajo la dictadura cívico militar que encabezó Augusto Pinochet.
Luego de reunirse con la Mesa de la Cámara de Diputadas y Diputados que encabeza Raúl Soto, los representantes de la Convención, María Elisa Quinteros y Gaspar Dominguez, se refirieron al trabajo que están desarrollando y al intercambio con el órgano constituido para que continúe con la implementación de lo que se decida en el plebiscito del próximo 4 de septiembre.
Domínguez subrayó que “la Convención Constitucional tiene un cronograma que hemos establecido y deliberado y ese cronograma es claro: el trabajo se entrega el 4 de julio. No se necesitan más plazos y hasta la fecha la Convención ha cumplido todas y cada una de las reglas que se han puesto en términos de plazos, en términos de quórum y en términos de atribuciones”.
Sobre el encuentro con la Mesa de la Cámara, el convencional indicó que “estamos aquí para iniciar este proceso de transición con estas conversaciones y de alguna manera ir entregando progresivamente el producto que es la nueva constitución”.
Además, dijo que “todas las constituciones requieren tener la flexibilidad suficiente que permita ir adaptándose al nuevo desafío. El proyecto de constitución que vamos a ofrecer a Chile, que va a ser plebiscitado el próximo 4 de septiembre, no es distinto. Y también tendrá incorporado el capítulo de reforma constitucional donde se establecerá de qué manera se podrá modificar o reformar en el futuro. Y por cierto, a quien le corresponderá reformar la nueva constitución será al Congreso y a la ciudadanía con los mecanismos de democracia directa que hemos propuesto”.
Por su parte, la presidenta de la Convención, María Elisa Quinteros, destacó la participación de los actores “que conocen, de primera fuente, el funcionamiento” institucional como es el Parlamento. De este modo, afirmó que, en el trabajo de la comisión que redactará los artículos transitorios, se considerarán sus opiniones para una transición eficiente.
Sobre el trabajo que deberá abordar la Cámara de Diputados y Diputadas, el presidente de la entidad, Raúl Soto, dijo que será el de hacer respetar la voluntad de lo que se determine en el plebiscito de salida del próximo mes de septiembre.
“Nuestro rol es garantizar que cualquiera sea el resultado, nuestro país tenga una salida institucional que permita viabilizar una salida a una crisis social que es muy profunda que tuvimos hace dos años atrás. Si gana el apruebo, porque así lo decide el pueblo de Chile, el rol del Poder Legislativo, será implementar esa voluntad popular con la flexibilidad que ha planteado el vicepresidente y que agradecemos porque es necesaria para ese proceso de adecuación”, indicó Soto.
A eso agregó que “si gana el rechazo, esa es una voluntad popular que también hay que aceptar y que nos obliga también a ver cómo institucionalmente nuestro país puede dar una respuesta respecto de algo que el pueblo de Chile ya dijo y es que la actual Constitución del ’80 es ilegítima”.