La innovación en Chile ha experimentado un aumento dentro de la industria de startups de biotecnología. Esta moderna rama interdisciplinaria es adaptable a múltiples áreas tales como la minería, agricultura y medicina, entre otras, lo que ha causado gran interés por aplicar sus herramientas en la resolución de problemas dentro de la industria, dando un valor adicional a aquellas empresas que consideren el desarrollo sostenible como un compromiso esencial.
En los últimos dos años, los emprendimientos de base biotecnológica han levantado más de US$250 millones de capital privado y han logrado expandirse a mercados internacionales. Por otro lado, entre 2012 y 2019 se invirtió cerca de US$20 millones en proyectos biotecnológicos y cerca del 18% de las inversiones de capital de riesgo en Chile se destinaron a biotechs, según datos entregados por la Asociación Chilena de Venture Capital (ACVC).
Pareciera ser que la gran base académica, la diversidad de fondos disponibles para financiación y el entorno de colaboración en la investigación, son factores que han contribuido en generar un nuevo ecosistema biotecnológico con señales de creciente madurez en el mundo de la innovación e inversión en el país.
¿Cómo surgen la mayoría de estos proyectos? María Isabel Guerra, directora de la Unidad de Transferencia Tecnológica del Centro Basal de Biotecnología y Bioingeniería (CeBiB) señala que, de la mano del desarrollo del sistema de innovación, CORFO y ANID han aportado en valorizar resultados de investigación temprana en estudiantes. “Yo creo que ahí CeBiB ha tenido un aporte clave también, porque algunos centros no solo apuestan por los resultados duros de sus investigadores, sino que también promueven, fortalecen, entregan herramientas y recursos a estudiantes que requieren desarrollar bio emprendimientos”, señaló.
De esa manera, el Centro de Biotecnología y Bioingeniería de la Universidad de Chile realiza cursos enfocados en alumnos de último año de la carrera de biotecnología y entregan apoyo a los proyectos que surgen. “Normalmente los resultados de una tesis son a nivel bastante conceptual, entonces el estudiante requiere seguir desarrollando y tener equipamiento biotecnológico para ello es complejo, es una inversión importante, por lo que creo que es relevante que el Centro preste ayuda y apoyo en eso”, puntualizó la directora de Unidad de Transferencia Tecnológica de CeBiB.
El Centro de Biotecnología y Bioingeniería (CeBiB) fomenta la participación paritaria en el trabajo científico y ha contribuido en el desarrollo de variados proyectos. Actualmente, se destacan dos startups liderados por mujeres que surgieron en CeBiB y que están teniendo importantes resultados con gran potencialidad en la industria científica.
Botanitec
Empresa diseñada para crear soluciones sostenibles para la agricultura basándose en la adaptación natural del metabolismo de las plantas, manejando técnicas biotecnológicas y utilizando como materia prima residuos de la industria agrícola, en estrecha conexión con la economía circular.
En el año 2018, Daniela Vaisman, doctora en Biotecnología de CeBiB, crea Botanitec y lanza su primer producto llamado Botan Foliar, primer bioestimulante natural desarrollado para la agricultura en Chile, el que consiste en una composición antioxidante natural que logra disminuir el estrés oxidativo de la planta y favorecer la fotosíntesis, impactando en el crecimiento y la calidad de la planta y sus frutos.
Este es un producto de aplicación por aspersión, creado a partir de residuos de la poda de árboles. En su composición preliminar en lechugas obtuvo muy buenos resultados: la composición global de las lechugas aumentó sobre un 30% su peso y el peso seco sobre un 40%, lo que significa que el producto estimula una fotosíntesis más eficiente.
Con Botan Foliar postularon en la Región de la Araucanía al fondo CORFO; Programa Regional de Apoyo al Emprendimiento en el que se adjudicaron 25 millones de pesos, los que les permitió fundar la empresa. Posteriormente, se adjudicaron el fondo de Consolida & Expande, con el que lograron instalar la planta que está operativa en la comuna de Cartagena, contando con una capacidad de producción de 6 mil litros al mes.
Actualmente, Botanitec cuentan con un segundo producto llamado Botan Root, de aplicación directa al sustrato o al suelo y que promueve el crecimiento orgánico y natural. “Estos productos que son composiciones naturales, utilizando residuos de poda como materia prima, están certificados y aprobados por el SAG para ser utilizados en cultivo orgánico a nivel nacional. Y lo lindo de que sean residuos de poda, es que están basadas en economía circular. Nos encanta el principio de que residuos de la misma industria nosotros los estemos convirtiendo en activos y que eso después vuelva a la planta y a la tierra”, enfatizó Daniela.
Por su parte, Vaisman comenta que la metodología utilizada por el Centro de Biotecnología y Bioingeniería es oportuna para un país cuyas industrias están poco acostumbradas a la transferencia tecnológica y destaca el apoyo entregado por la institución académica “el impacto de eso no solamente es que las tecnologías salgan de centro, sino que tú le estás enseñando a esa empresa también a adoptar innovación, tecnología y hacer cosas nuevas, entonces es como plantar una semillita, el aporte es bien importante”.
Actualmente, Botanitec se encuentra en proceso de patentar la innovación que ofrecen sus productos. Desde el mes de junio los bioestimulantes serán comercializados en Amazon.
NeoJenner Biotech
Startup en etapa temprana que busca crear soluciones biotecnológicas a los desafíos que enfrentan las industrias como la agricultura, acuicultura, minería y medicina. Anariky Negrete y Valeria Muñoz son las creadoras del emprendimiento, ambas egresadas del Magíster en Ciencias de la Ingeniería, mención Química y Biotecnología de la Universidad de Chile.
Biofactoria Ácido Hialurónico es uno de sus primeros proyectos que nace del trabajo de tesis realizado por Valeria y desarrollado en el Centro de Biotecnología y Bioingeniería (CeBiB), el que consiste la producción de ácido hialurónico a partir de residuos lácteos mediante una cepa bacteriana modificada genéticamente con la finalidad de obtener un producto para utilizar en la industria, especialmente médica, farmacéutica y de cosméticos.
El proyecto se encuentra en etapa de ejecución gracias a la adjudicación del fondo de ANID de Valorización de la Investigación en la Universidad (VIU) el que promueve la formación de capacidades para desarrollar nuevos emprendimientos o empresas basados en la investigación realizada dentro del contexto de tesis o trabajos realizados por estudiantes de titulación universitaria.
Las investigadoras señalan la importancia de contar con la colaboración de la casa de estudios, destacando el apoyo entregado por María Isabel Guerra de Unidad de Transferencia Tecnológica CeBiB y el profesor y Premio Nacional de Ciencias, Juan Asenjo, director de CeBiB. “Durante mi pregrado el enfoque que recibí fue muy académico, muy de laboratorio. Entonces para mí pasar al CeBiB fue un cambio porque está ahí mismo el área de transferencia tecnológica, un contacto directo y muy en línea con la industria, en sacar proyectos. En el magíster y en el CeBiB encontré muy buenas herramientas”, comentó Valeria Muñoz.
Por su parte, Anariky Negrete señaló los siguientes pasos de NeoJenner: “Ahora nosotros ya tenemos nuestro propio laboratorio, queremos instalar nuestros propios reactores y hacer producciones quizás de otros metabolitos que no sean ácido hialurónico para expandirnos a otras industrias”, de esa manera buscan transformarse en una plataforma biotecnológica que entregue respuestas sustentables a las necesidades de la industria.
La Unidad de Transferencia Tecnológica de CeBiB continúa trabajando con varios proyectos ya que reconocen, en las próximas generaciones, el valor de aportar a la diversificación de la matriz productiva del país. Comprometidos con generar colaboración en la investigación científica e impulsar emprendimientos de base científico-tecnológica, y así contribuir en el desarrollo de la ciencia sostenible.