El economista e investigador de la Fundación Sol, Marco Kremerman, espera que la propuesta de reforma previsional que el gobierno enviará al Parlamento en el mes de agosto, considere la propuesta de la Coordinadora No Más AFP que recoge las demandas de las movilizaciones que han permitido que el tema esté en la agenda de los últimos seis años.
La semana pasada, la coordinadora entregó la iniciativa al Ministerio del Trabajo en el contexto de la consulta técnica que está impulsando el gobierno con miras a elaborar el proyecto de ley que contaría con un componente de capitalización individual de acuerdo a las declaraciones de la ministra, Jeannette Jara, lo que ha generado incertidumbre entre las organizaciones sociales.
Kremerman precisó que la propuesta que entregaron fue elaborada por la Fundación Sol desde el año 2016 y contiene actualizaciones en base a una evaluación actuarial que permite proyectar las distintas variables que componen un sistema de pensiones y de seguridad social en el tiempo. Estas variables, como la demográfica o económicas, permiten visualizar cómo se van a comportar para que se pueda financiar un sistema de reparto.
El economista indicó que se trata de una propuesta sólida, un documento de 100 páginas, pero que lamentablemente no hay ninguna crítica del gobierno y es válido preguntarse si vale la pena participar en estas instancias, o solo se ocupa para decir “que hubo cierta participación, pero donde ya hay una decisión tomada”.
Afirmó que solo conocido el proyecto se podrá decir si estos espacios son útiles y donde exista la “coherencia entre la urgencia de un tema que ha sido colocado fuertemente por la ciudadanía y la Coordinadora No Más AFP, gracias a la movilización de la gente y por tanto, uno esperaría que lo impulsado por esta movilización esté considerado en el proyecto del gobierno” de lo contrario, dijo, sería bastante extraño que no lo hiciera, considerando que antes de ser gobierno, adhería plenamente a la propuesta.
Sobre el componente de capitalización individual que contemplaría el proyecto del gobierno, el investigador afirmó que esta idea no es recomendable porque “si se va a mantener el sistema administrado por las AFP íntegramente, vamos a tener un sistema controlado hegemónicamente por las administradoras, basado en cuentas individuales que genera incertidumbre individual y que no entrega buenas pensiones por convicción”.
Kremerman indicó que es mejor que se conforme “un sistema público y ese gasto público vaya a la creación del sistema de un sistema público de verdad basado en el principio de Seguridad Social y que los dineros actuales, en esta transición, reconozca los ahorros de las personas y las pensiones pagadas sirvan de colchón para enfrentar los cambios futuros”
Propuesta No Más AFP
El economista explicó que el cambio de modelo que contempla la propuesta de la coordinadora, consiste en crear un sistema de reparto moderno que tiene un Fondo de Reserva Técnica que se denomina también de capitalización colectiva. Es decir, “a diferencia de un reparto reparto puro, que no existe en muchas partes del mundo, no toda la plata que ingresa por parte de las cotizaciones de los trabajadores, del empleador y del aporte del Estado, se usan íntegramente en pagar pensiones, sino que se va dejando un excedente para hacer frente al shock demográfico y económico que puedan suceder en el futuro”.
Explicó que se pasa de un sistema de cuentas individuales, que es de incertidumbre donde ninguna persona tiene idea cuál es la pensión que va a sacar, a un modelo donde hay una tabla de pagos dependiendo de los años cotizados por las personas.
Precisó que se va a asignar una tasa de reemplazo, que se conoce como Sistema de Beneficios Definido, que es propio de la seguridad social, donde hay certeza. En este modelo, afirmó “una persona que haya cotizado 30 años va a tener derecho al 70% del salario promedio que recibía en los últimos 10 años, con un monto mínimo asegurado que va a ser superior al salario mínimo”. Es decir, mientras más años cotiza, mayor va a ser ese monto asegurado, que se denomina como la Pensión Mínima Contributiva. Al mismo tiempo, habrá una Pensión Universal No Contributiva, que será la pensión mínima que va a recibir quien cumpla la edad de jubilación, haya cotizado o no.
Señaló que esto es algo parecido a la pensión garantizada universal (PGU) que tiene un valor de $ 185.000. Sin embargo, acotó que propone un monto mucho mayor y la idea es llegar, en cinco años, a una pensión equivalente al salario mínimo actual. Además, “es universal completamente” y está relacionado con el pilar contributivo. Es decir, “se asegura que ninguna pensión en Chile esté por debajo del salario mínimo y por tanto, eso puede ser alcanzado dentro del pilar contributivo o ser mejorado a través de los aportes del Estado” precisó Kremerman.