Colombia ya está votando. Un domingo algo lluvioso en Bogotá que va a medir la voluntad de cambio que demanda el país y que rompa (o no) con la inercia política histórica. A primera hora, el puesto de votación más grande del país, el de Corferias en la capital, ya aparecía muy concurrido como lo ha podido comprobar RFI, lo cual hace pensar que el dato de participación podría ser importante al final de la jornada. En las calles de Bogotá se ha estado respirando política y tensión en las últimas horas. La posible llegada de la izquierda por primera vez al poder en Colombia constituiría un hecho histórico que respaldaría el hecho de que los acuerdos de paz han acabado con el estigma que la izquierda ha arrastrado en el país. Gustavo Petro es el gran favorito según todos los sondeos pero hay varios factores que cargan de incertidumbre estos comicios presidenciales en el país. El más notable es el escenario de tensión y crispación al que se llega tras una campaña plagada de polémicas y acusaciones que dejan un caldo de cultivo peligroso para el no reconocimiento de resultados por alguna de las partes. Es verdad que a esta situación se llega porque se le ha echado gasolina con discursos y acusaciones cruzadas a derecha e izquierda por múltiples asuntos: desde el software electoral, el fraude, acusaciones sin pruebas de una eventual suspensión de la cita electoral…Pero no sólo los candidatos han contribuido a este clima. También voces militares y del mundo de la empresa. La incursión en la campaña del comandante del Ejército de Colombia, el general Eduardo Zapateiro, al arremeter contra Petro, creó una gran indignación hace unas semanas.Pero quizás lo peor de todo es que el primero que debía dar ejemplo no lo ha hecho. El actual presidente, Iván Duque y su gobierno no han mostrado la neutralidad institucional que se esperaba, algo criticado desde organizaciones independientes como la MOE, la Misión Observación Electoral. El gran riesgo de este clima es ahora que el perdedor no acepte los resultados.
Petro, a por la victoria en primera vuelta
Hace una semana que no se pueden publicar sondeos. Los últimos mostraban que el izquierdista Petro se consolidaba entorno al 40% de intención de voto y todos le daban ganador de esta primera vuelta. Algunos analistas como Mario López han explicado para RFI que “la hipótesis de que Petro gane en primera vuelta las elecciones es real”. El artículo 190 de la Constitución Política establece que el candidato a la presidencia debe sacar la mitad más uno de los votos para ganar en primera vuelta. Otros no lo ven tan claro y en cualquier caso, todos coinciden en un punto: el peor escenario para Petro sería jugarse en una segunda vuelta la presidencia con el populista Rodolfo Hernández.
Hernández es el que ha mostrado una mejor dinámica de campaña y una tendencia claramente alcista. Este ingeniero multimillonario, con un discurso claramente populista y visceral en contra de la corrupción, aunque él mismo tenga cuentas pendientes con la Justicia, ha ganado terreno en sectores populares. De ahí que en una eventual segunda vuelta, Hernández podría contar con un amplio frente antipetrista que uniese a la derecha con clases populares que se han mostrado atraídas por un discurso cargado de simplezas en un país en el que la corrupción hace estragos.
El conservador Fico Gutiérrez, en cambio, que lleva días estancado entorno al 24% de intención de voto, tiene difícil despegarse de la losa que supone la baja popularidad del gobierno de Iván Duque y del apoyo del uribismo. Por muchos intentos que el candidato conservador lleva tiempo haciendo en sus discursos, Fico es para gran parte del país el candidato del gobierno y el que no supone un cambio o ruptura. Algo que sí encarnan, de formas distintas, tanto Petro como Hernández.
Con Petro, Hernández y Fico disputando la presidencia, ya lejos por detrás si atendemos a las encuestas aparece el centrista Sergio Fajardo. Es una de las grandes paradojas de este país. Para muchos Fajardo tiene el discurso más responsable y preparado, eso que otros tantos tachan de tibio. En un momento polarizado, el centro en Colombia se diluye y el voto pasional con las entrañas parece que gana terreno.
Un tercio del país no presenta condiciones adecuadas para votar
La Registraduría Nacional del Estado Civil y el Consejo Nacional Electoral indican que hay más de 38 millones de colombianos habilitados para votar en 112.897 mesas ubicadas en todo el territorio. El registrador nacional, Alexander Vega, aseguró en medios de comunicación que para las elecciones presidenciales del próximo 29 de mayo no habrá ningún traslado de mesa ni de puesto de votación por situaciones de orden público ni por la ola invernal. “Los ciudadanos van a poder votar masivamente en los mismos puestos de votación de las elecciones al Congreso de la República”, informó vega.
Si embargo, la Misión Observación Electoral, la MOE, ya indicó hace unos días a RFI que 375 municipios del país no cuentan con las condiciones adecuadas de garantías para ejercer el voto de forma libre. Se trata de un tercio del país.
Perfil de Petro
Sería un hito histórico la llegada de la izquierda al poder. Petro, exmilitante de la guerrilla M19 aunque ese pasado de guerrillero quedó ya muy atrás porque Petro luce mucha experiencia política en diversos cargos como concejal local, senador, alcalde de Bogotà entre 2012 y 2015 y ahora cabeza de esta coalición Pacto Histórico. A sus 61 años, esta es la tercera vez que se presenta a unas elecciones y entre sus principales propuestas de gobierno está la de una reforma tributaria para aumentar los impuestos de los màs ricos, crear un minsiteiro de la Igualdad o una reforma agraria que ataque la desigualdad en la propiedad y el uso de la tierra.
La baja popularidad de Duque
El 7 de agosto el presidente colombiano, Iván Duque, entrega las llaves del Palacio de Nariño. Ese día culminará un movido mandato debido al estallido social, la crisis sanitaria del Covid-19 y los retos del posconflicto derivados de ser el primer Ejecutivo tras los Acuerdos de Paz entre la extinta guerrilla de las FARC y el Estado colombiano. Duque transita la recta final de su mandato con una desaprobación que supera el 67%. Calles inundadas de reclamos, hospitales saturados por pacientes con Covid-19, campos manchados de masacres y fronteras atravesadas por miles de migrantes. El mandato del presidente colombiano, Iván Duque, estuvo marcado por retos de los que no sale con buena nota ni él ni su soporte, el uribismo, que ha visto reducir su masa demoscópica, su base social según varios analistas que hemos consultado estos días. Eso no significa que Uribe no siga siendo eso sí la persona más influyente del siglo 21 en Colombia y siga teniendo mucha influencia en la vida política del país.