En conversación con Radio y Diario Universidad de Chile, el Coordinador de Magíster en Comunicación Política del ICEI, Claudio Salinas, señaló que no existe una fórmula para la primera Cuenta Pública, sino que ésta se define por el contexto en el que se encuentre un mandatario o mandataria. En el caso del presidente Gabriel Boric, el académico vio muchas expectativas de parte de personas que no votaban y que pertenecen a diferentes estratos sociales, ante lo cual consideró necesario que el jefe de Estado inicie públicamente una hoja de ruta con plazos determinados que exprese el proyecto por el cual fue elegido.
Y es que a juicio de Salinas, del Gobierno se han hecho patente principalmente las medidas reactivas ante los problemas que han aparecido en el camino y algunos que ha generado el propio Ejecutivo, viéndose marginado el proyecto de gobierno cuyo objetivo, indicó, “era transformar aunque fuera de a poco el modelo”.
“Esa hoja de ruta tiene que indicar ser capaz hablarle no solamente a aquel que quiere más represión en las calles, tiene que mostrar evidencia en diferentes niveles, yo estoy pensando en Hacienda, en Educación con la condonación del CAE, estoy pensando en el fortalecimiento de la educación pública, estoy pensando por los planes de empleo, en el fondo hay que verlo de forma sistémica pero colocarle una temporalidad en el tiempo, cosa que él recupere agenda y un agenciamiento importante”, sostuvo.
Y es que bajo el parecer del académico “la clave está en identificar los puntos nodales del modelo que se van a cambiar en el largo plazo” considerando que en cuatro años el Ejecutivo no va a cambiar el sistema neoliberal que se ancló en las costumbres y la vida cotidiana de las personas, comentó.
“Sin lugar a dudas él tiene que mostrar cuáles son las áreas más centrales del modelo, que son estructuras y yo creo que eso lo puede hacer indicando temporalidad y también proyectando un próximo gobierno porque evidentemente todas estas transformaciones se tienen que dar en un mediano y largo plazo, pero él tiene que navegar con la contingencia y con el proyecto y es imposible no tomar ciertas decisiones que le va a significar enemistarse con algunos y ganar en favor de otros u otras. Lo que no podría ocurrir es que se sigan exhibiendo en la percepción pública demasiadas ambigüedades”, indicó.
Si bien avanzar en la reforma del modelo ha radicado en varias complejidades para el Ejecutivo en sus casi tres meses de administración, como es el caso de las críticas que ha generado la iniciativa de consulta ciudadana para revisar la política comercial internacional del país, Salinas manifestó que si bien la situación no es sencilla, el Gobierno no se puede acoger a la frase del “no lo vimos venir” ante una crisis que se ha sostenido en el tiempo.
“Cuando tú te presentas por la primera magistratura, has tenido tiempo para pensar qué cosas se pueden hacer y qué no. O sea lo que no puede ocurrir es que él sea sorprendido por las circunstancias, que se arrastran de tiempo y que de alguna manera la ciudadanía va a confrontar, sobre todo aquello sobre lo cual se les sembró más expectativa. Ahora me da la impresión de que esto no se logra teniendo solamente declaraciones titulares, se logra teniendo una bajada más completa para que se contraste con Piñera, que era el rey de los titulares sin sustento”, indicó.
En cuanto a las posibilidades de concitar los respaldos del Congreso para avanzar en las reformas comprometidas bajo este período, Salinas consideró necesario que el Ejecutivo vaya “agarrando oficio” para realizar un trabajo prelegislativo en el Parlamento.
“Lo que no tiene que aparecer es esa incongruencia con su propia coalición y como una separación completa con la oposición, porque lo que va a hacer eso es agrandar una oposición que tampoco está cohesionada, entonces lo que tiene que evitar es no entregar demasiada respiración a esa oposición, no entregarle la posibilidad de que se vuelvan a unir”, sostuvo.
Puntos álgidos
Abordado las materias ineludibles en la alocución del mandatario, tales como el estado de excepción en la región de La Araucanía y en dos provincias del Biobío, Salinas señaló que el escenario en la zona es complejo y por tanto “el Presidente tiene dar cuenta con su equipo que está funcionando en diferentes niveles”, sin atrincherarse sólo en la militarización de las regiones.
“Tiene que demostrar que no está solo reaccionando a la petición de ciertos grupos de interés que quieren que estén los militares en la mal llamada Macrozona Sur. O sea, cuáles son los proyectos esenciales que tú estás colocando para solucionar la serie de problemas que hay ahí y eso en diferentes niveles porque la solución no son los militares, tiene que decir públicamente cuáles son aquellas soluciones van a ir haciendo más evitable mantener los estados de excepción”, indicó.
En cuanto a la garantía del orden público en las zonas urbanas, Salinas hizo hincapié en las soluciones sistémicas a modo de re-enfocar la idea de seguridad pública que también contempla la promoción del uso del espacio público, indicó y no sólo el robustecimiento de la represión o de la cantidad de efectivos policiales en las calles.
“Sabiendo que esta es una situación compleja, evidentemente, pero si la solución es cerrar un pasaje, aumentar el número de Carabineros pensando también en que todas esas instituciones que tienen la facultad del uso de la fuerza están cuestionadas, es no comprender el fenómeno, porque tú puedes tener un estado de sitio permanente pero eso no soluciona el fenómeno, desplaza el conflicto hasta que vuelva un nuevo estallido”, afirmó.
Finalmente, si bien Salinas reconoció aspectos positivos en la forma de comunicar del Mandatario, reparó en que “no se puede transformar el estilo en el proyecto”, puesto que si no existe un correlato, se manifiesta una contradicción permanente, aseguró. En ese sentido afirmó que el Presidente “tiene que establecer en algún momento esta capacidad de decisión y esta idea de estadista en cierto sentido”.