Adolfo Millabur es tajante cuando afirma que los anuncios de “rechazar para reformar” y de los compromisos por hacer modificaciones a la actual constitución, no son más que maniobras para intentar aferrarse al poder.
En conversación con Radio y Diario Universidad de Chile, el representante por un escaño reservado a los pueblos originarios, recordó lo planteado por Jaime Guzmán cuando se refería a los intentos por cambiar la Constitución que ayudó a redactar durante la dictadura cívico-militar que encabezó Augusto Pinochet. “Eso es lo que están tratando de hacer, mantenerse en el poder a como dé lugar”, plantea de entrada.
El convencional y ex alcalde de la comuna de Tirúa en la Región del Biobío, agrega que “lo que ellos ofrecen es una especie de reforma a su antojo, como ellos siempre lo hacen y no creo que la población se va a dejar engañar por una maniobra política de urgencia que utilizan ellos para mantenerse en el poder”.
Además, cuestionó los permanentes intentos por impedir los avances que exige la ciudadanía. “El 15 de noviembre no aceptaron que fuera con paridad de género, luego tuvieron que rectificar con su decisión; tampoco aceptaron los escaños reservados, luego tuvieron que rectificar producto de la movilización de la población. Ahora no van a necesitar la movilización, sino que la población les va a decir el 4 de septiembre que su idea está fuera de plazo y que quieren una nueva constitución como está hecha con el pensamiento colectivo de los distintos representantes del pueblo en esta nueva constitución”, afirma.
Millabur está convencido que los intentos de los partidos que critican y se oponen al cambio constitucional van a fracasar, ya que recuerda que “en octubre del año pasado la población dijo, más de un 80 por ciento, que no quería esta constitución y que quería una nueva”.
El rol de los medios y la importancia del trabajo de la Convención
Alfonso Millabur no cree en la gravitación que hoy pueden jugar medios que son más elitistas como El Mercurio debido a la existencia de otros medios de comunicación que muestran la realidad desde otra perspectiva. Sin embargo, no deja de criticar el rol que tiene, por ejemplo, la televisión.
“Repite el relato que interfiere en la discusión de fondo. Yo creo que la televisión todavía está haciendo daño”, sostiene.
De todas formas, critica el intento de las editoriales mercuriales por sostener repetidamente que la propuesta convencional va en el camino de satisfacer los objetivos políticos del Partido Comunista.
Para Millabur ese planteamiento de “El Decano”, “sería mirar en menos a los convencionales que no tienen capacidad ni autonomía de pensar. Porque los comunistas en la Convención yo entiendo que son como siete. Tendría que pensar que tenían una capacidad de influencia más allá de lo razonable, cosa que yo no veo, al contrario. Yo creo que el Partido Comunista en comparación a los otros colectivos, no ha influido como imagino que ellos quisieran”.
Respecto del trabajo desarrollado por la Convención, el representante destaca “este nuevo paradigma que es un nuevo tipo de Estado que es un Estado social de derecho, intercultural, plurinacional, ecológico que a mí me entusiasma mucho que sea ecológico como vocación de Estado. Porque eso de alguna manera dispone en la política pública, en la legislación, en la conducta colectiva de la población que el tema medioambiental”.
Respecto a los pueblos originarios y en especial sobre el pueblo mapuche, precisó que hay “un artículo que a mí me parece clave para la paz social en nuestro territorio, especialmente en el Wallmapu, que es el artículo que se refiere a la tierra que abre una puerta de mediano y largo plazo a una solución. Porque hoy día cualquier gobierno, el actual y los que vengan con la legislación que existe, no tiene instrumento posible para solucionar el conflicto mapuche. Lo otro son anuncios”.
Asimismo, subrayó el proceso de diálogo que se verificó durante el trabajo de la Convención. “Aparecieron los pueblos que son invisibilizados, incluso aquellos los que ni siquiera aparecen en los libros de historia, como del pasado. Aparecieron los Selk’nam que fueron a dar testimonio de su existencia y de la dificultad para sobrevivir a la tragedia que les tocó enfrentar en el sur que prácticamente se los exterminaron”, indicó.
El convencional mapuche sostuvo que “yo creo que a los chilenos les han creado un imaginario colectivo bien distorsionado de lo que somos nosotros y por primera vez los pueblos de chile a través de sus representantes en la convención pudimos dialogar, muchas veces de manera enérgica y la mayor de las veces fraterna, y pudimos dar un paso más allá romantizar la causa de los pueblos, sino que también de entenderlo en su dimensión política”.
Situación en el Wallmapu: “Si va a ser estado de excepción que sea desde el Presidente de la República se instale a gobernar desde el lugar”
Adolfo Millabur fue el primer alcalde de origen mapuche electo en Chile y se mantuvo al frente de la comuna de Tirúa durante cinco periodos. Por eso habla con propiedad sobre los problemas que enfrenta la zona que hoy está bajo estado de excepción y reconoce que existe un ambiente de incertidumbre que recorre la región.
Su visión es critica de la decisión de desplegar la fuerza y no avanzar en propuestas para solucionar el histórico conflicto territorial con el pueblo mapuche.
“Se le llama estado de excepción y eso es sinónimo de presencia militar. A mí se me ocurre que sería una señal potente si va a ser estado de excepción que sea desde el Presidente de la República se instale a gobernar desde el lugar donde ellos quieren que se resuelva”, señaló.
En ese sentido sostiene que “los gobiernos, este, el actual y los que vendrán si es que no cambian las reglas del juego para resolver el tema del Wallmapu, han recurrido históricamente a la fuerza y no a la razón. Y lamentablemente este gobierno está en ese mismo relato, más allá de que hay un genuino interés por lo que uno escucha y por lo que uno conoce los personajes que están ahí, de buscar una solución”.
Millabur precisa que “no está fácil la convivencia en el territorio. No es fácil el ambiente que se vive en la población, en todos los sectores. Hay rabia, hay temor, hay inseguridad, hay incertidumbre porque el Estado abandonó el territorio y se ha hecho presente sólo con la fuerza, pero todo lo que es la inversión pública, los servicios básicos, hace rato que no están presentes en nuestro territorio”.